Cap 18

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. Un hijo para Rukia .

De: Priss

Capítulo XVIII: Derribando la barrera de hielo.

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Las cosas iban mal, muy mal. Ellos no habían hablado en absoluto desde aquella vez y ya un mes desde que ocurrió.

Cuando Ichigo trataba de iniciar una conversación, hablar de algo, Rukia lo ignoraba o se apresuraba diciéndole que estaba muy ocupada, que no tenía tiempo, que sería después.

El pelinaranja se estaba muriendo de dolor, necesitaba estar con su enana, besarla, acariciarla y decirle de una buena vez que él estaba loca y perdidamente enamorado de ella.

~ ¿Por qué no podemos ser felices como lo son Ishida e Inoue?.

Con voz baja, Kurosaki se preguntó a sí mismo; una sonrisa triste e irónica se dibujó en su rostro.

Claro, porque para empezar esos dos estaban juntos por razones distintas, en cambio Rukia y él se casaron porque alguien más lo decidió por ellos, y aunque bien pudieron negarse, nunca lo hicieron. Además, el tener a Ichiro fue solo un mutuo acuerdo.

"Nunca imaginé que llegaría a amarla tanto."

Pensaba Ichigo, analizando la posibilidad de haberse enamorado de la pelinegra desde un principio y no precisamente cuando Ichiro entró en sus planes.

Y por supuesto, lo más importante. . .

~ Ishida nunca le ha sido infiel a Inoue.

Con estas palabras, Kurosaki se llevó la mano izquierda a la cabeza. Maldita sea, ¡ fue un estúpido !; desde la primera vez que estuvo con Rukia, jamás volvió a tocar a otra mujer, ni mirar, ni siquiera a pensar en una chica que no fuese su pequeña esposa.

Quizá si hubiese hablado de esto desde el principio, si le hubiese dicho a Rukia que la amaba más que a nada en la vida, que ella y ahora Ichiro eran su todo, tal vez. . .

~ No, no puedo pensar en soluciones que no existen porque simplemente nunca las intenté.

El pelinaranja ya estaba desesperado, tenía miedo, ¿para qué ocultarlo?, su mayor temor se estaba haciendo realidad y, por más que pensaba, no hallaba forma de arreglar las cosas con su esposa.

Justo en ese momento, Ichigo fue sorprendido por el ruido de la puerta al abrirse y cerrarse en un par de segundos. Era Rukia quien, con Ichiro en brazos, volvía de visitar a Inoue; al parecer  ellas dos se habían vuelto amigas después de todo.

~ ¿Cómo te fue?.

Su respuesta: el frío silencio de la mujer que parecía ignorarlo.

Más solo dejó a su hijo durmiendo sobre el sofá, Kuchiki se giró a ver a su esposo y. . .

~ ¡ Tenemos que hablar !.

Le dijo ella con voz dura y firme; el corazón de Ichigo pareció dar un vuelco pues por primera vez desde que lo vio con Nelliel, la pelinegra lo miraba directo a los ojos.

Un mal presentimiento le hizo sentir frío y lo único que pudo hacer fue perderse en las emociones que reflejaban los ojos violeta de su mujer. . . coraje y resentimiento.

~ Ya no puedo más. -La escuchó decir.- ~ Creo que ya es hora que terminemos con esto.

~ ¿Qué?, ¿qué quieres decir?.

Rukia curveó los labios, tratando de soportar el dolor que le provocaba el nudo en su garganta.

Desvió la mirada, ¿no era obvio?, estaba sufriendo, se estaba muriendo de celos, de dolor.

Un hijo para Rukia (versión Bleach)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora