Enamorada

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La vida para aquella chica peli-azul, no era nada facil estaba bucando trabajo como una loca sabia que nadie la querria pero entonces vio un anuncio en el periodico.

"Hombre rico busca asistenta para su gran mansion, sueldo a convenir" Fue directa a la direccion que ponia en el periodico y toco a la puerta, le abrio una señora vestida de sirvienta.

-¿Que desea señorita?- dijo la mujer demasiado borde para su gusto.

-Vengo ha hablar con el señor de la casa, por el anuncio que ha puesto en el peridico- con la mirada de la señora empezo a estremecerse.

-Sigame señorita

En cuanto ella entro la señora cerro la puerta empezando a caminar al despacho de su señor. Por el camino vio demasiadas sirvientas y penso que seguramente ya habria cubierto el puesto. Cuando la señora toco a la puerta, le explico lo que sucedia, y practicamente la señora la empujo dentro de la sala.

-Ho-Hola, señor. Vi el anuncio en el periódico y pense que habria alguna vacante. Pero ya veo que tiene demasiadas asistentas.

-Si pero la señora a la que vas a ocupar el puesto se a partido la cadera y ya no me sirve. -El señor se dio la vuelta tenia un aire carismatico pero en cara de pervertido y viejo verde, pero la peli-azul no se dio cuenta. El hombre tenia una mirada penetrante y era atractivo.- Chica el trabajo es tuyo, tendras un pequeño cuarto como todas donde podras vivir y traer tus cosas y reciviras un salario superior al de las demas.- le tendio un uniforme como el que tenian todas las demas asistentas.

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Despues de una semana ya tenia su cuarto listo y empezo a trabajar solo que no se esperaba lo que aquel dia vendria.

Un hermoso rubio abrio la puerta entrando con muchas maletas, que claramente no era el quien las estaba colocando en la entrada. Justamente pasaba la peli-azul por la entrada con su uniforme de asistenta que mas parecia de asistenta porno. La peli-azul cargaba con una torre de sabanas limpias para hacer las camas. El rubio se le quedo mirando, y aunque no le habia visto la cara sabia que tenia un culo impresionante.

La peli-azul subió arriba e hizo cada una de las camas.

-Chica - Llamo el rubio y ella se apresuro a ir.

-¿Que quiere señorito?

- Mi padre me a dicho que seras mi criada particular, asi que coloca toda la ropa en el vestidor. - El rubio se acosto en la cama con los brazos detras de la cabeza y cerro los ojos aunque cuando la peli-azul se agachaba a meter la ropa en los cajones la miraba porque se le veian las braguitas rosas de ositos y se reia bajito. El tenia razon, tenia un trasero explendido.

Cuando termino el le pidio que le hiciese algo de comer y ella, haciendo una reverencia antes de salir, camino a la cocina pensando en que le haria de comer. Hinata empezo a cocinar su pasta especial que le encantaba a todo el mundo y empezo a preparar la mesa y abrió el vino para airearlo. Metió la pasta en el agua y empezó ha hacer su salsa secreta. Cuando la pasta termino de hacerse la escurrio y la puso en un plato hondo hechandole la salsa por encima y un poquito de queso, cogió la bandeja saliendo de la cocina y camiando por el pasillo, empezo a subir las escaleras y una de las señoras le hizo la zancadilla tirandolo todo y cuando intento levantarse vio al chico al final de la escalera.

- Clara esta despedida ya puede recoger sus cosas y marcharse.

La señora se fue enfadada pero el rubio bajo y la ayudo a levantarse del tramo de las escaleras.

-¿Estas bien?- pregunto con un ligero deje de preocupacion. Hinata asintio y empezo a limpiar lo que habia en el suelo.- Ahora preparas la mesa criada cenare con mi padre.

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