Han pasado trece años, creo que en todo ese tiempo solo viaje a casa dos veces o tres veces, trece años donde mi vida a dado miles de vueltas, había cumplido trece años más, todos mis cumpleaños los "celebre" y lo digo así por que realmente no celebre ninguno, los primeros años, sobre todo el primero fuero muy duro de pasar sola, pero me fui a un bar y me emborrache no se ni como llegue a mi casa, seguramente alguien se apiadaría de mí y me trajo a casa. El siguiente lo lleve mejor porque me compre esta tarde un par de botellas de alcohol, los siguientes fueron bien ya que tomaba como método esa noche emborracharme. El primer año que estuve aquí lo utilicé para adaptarme a Miami, era tan diferente a mi ciudad, amaba tener playa y poder ir a verla o bañarme cuando quisiera ya que el tiempo casi siempre era bueno, otra de las cosas que me gustaban de Miami, el tiempo. Este primer año hice las practicas lo mejor que puede, se quedaron asombrados ya que resolví varios casos de narcotráfico, mas tarde me dieron un puesto fijo.
A los tres años de estar trabajando como policía, tenia un amplio historial de detenciones a mi favor era una de las mejores de la comisaria, pero en una misión de infiltración en una mafia que traficaba chicas adolescentes para que se prostituyeran, en esa misión nos pillaron y mataron a mi compañero, murió en mis brazos, quede en shock por varias semanas, iba al psicólogo y fue en una sesión donde me di cuenta que ser policía no me llenaba como persona, yo quería salvar vidas, no meterlas entre rejas, así que empecé a estudiar medicina, se hizo algo duro ya que a veces era difícil cuadrar el horario de clases con el de la oficina así que estuve dos años mas en la comisaria, y ya llevaba dos años de carrera hecho, los dos últimos eran los mas difíciles, tenia que elegir una de las dos opciones, una opción que me garantizaba dinero seguro, un futuro ya hecho y otra opción que me garantizaba la satisfacción de saber que iba a trabajar en lo que realmente me gustaba, que iba a ser feliz. Como os podéis imaginar me quede con la opción que me hacía más feliz. La carrera de medicina en estado unidos no es barata, pero seguía viviendo en el mismo piso de 30 metros cuadrados que me alquile cuando se acabaron mis prácticas, no era muy caro el alquiler que pagaba y solo tenia que alimentarme a mi por lo que para mi suerte tenia una gran cantidad de dinero ahorrado como para poder estudiar la carrera de medicina sin preocuparme por el dinero ni el trabajo por un buen tiempo. Tres años después termine la carrera y me quede dos años más especializándome en cirugía. Después de terminar la carrera y la especialización, me contrataron en un hospital y desde entonces llevo ahí trabajando.
En cuanto a mi vida amorosa no hay tanto que decir, tuve varios rollos, pero no llegaron a pasar tres meses cuando ya se estaba acabando, me decían que de una noche loca no podía nacer una relación duradera, y la verdad es que tenían razón nunca hubiera salido nada bueno de esa mezcla, ahora somos buenas amigas, bueno no tanto hay una que como me vea se lanza a pegarme. Pero de las relaciones la que mas destaco es la ultima que he tenido, ella si que fue mi novia, estábamos muy enamoradas tanto que me dijo que me mudara a su piso que era mucho mas grande que el mío, la conocí en mi último año de especialización cuando estaba haciendo las practicas en el hospital en el que trabajo ahora, yo estaba de guardia en urgencias y ella entro con un trapo envuelto en la mano, tenia un corte que le cruzaba de punta a punta de la palma de la mano, se lo había hecho mientras cortaba un pollo, creo recordar que le di hasta sesenta puntos, tuvo que seguir viniendo todos los días durante dos semanas para que le curaran la herida, y quien dice el roce hace el cariño y eso paso durante esa semana empezamos a hablar mas y un día quedamos, luego otro y otro hasta que nos besamos, me gustaba, era guapa, amable, simpática y no me gustaba estar sola, ese sentimiento de soledad me deprimia, así que después de ese beso le dije si quería ser mi novia a lo que ella acepto sin dudar.
Esa magia duro dos años, durante esos dos años se fue apagando y llego un punto en el que solo había cenizas del fuego que fue en un principio. A mí el trabajo me quitaba mucho tiempo y más cuando me tocaban guardias de treinta y seis horas, no fuimos capaces de aguantar la presión y el hecho de no vernos de tan de seguido aun viviendo juntas, en defensa de ella tengo que decir que supongo que fue mi culpa, ya que ella tenia un trabajo mas normal con un horario en el que solamente trabajaba por la mañana, yo en cambio no tenia un horario fijo, tenia que hacer guardias, operaciones de horas y horas, consultas, etc.
Así que cuando lo dejamos tuve que comprarme un piso, ya que al hombre se lo alquilaba antes ahora decía que no estaba disponible. También aproveché y me lo compré cerca del hospital para poder ir andando y no estar siempre gastando gasolina en la moto.
Hoy era uno de esos días en los que yo salía después de hacer una guardia de treinta y seis horas, era viernes, seguramente si fuera un viernes tranquilo en el que salgo alrededor de las seis de la tarde pues podría haber salido, pero después de un turno de un día y medio solo me apetecía llegar a casa abrir una botella de vino, darme un baño mientras me bebía un par de copas, pedir sushi a domicilio, y ponerme a ver una película hasta quedarme dormida, pero el destino juega siempre en mi contra, ves esa es otra de las cosas que he aprendido en estos trece años, el destino se ríe de mí. Estaba saliendo por la puerta del hospital cuando veo que mi madre me está llamando, aquí eran las seis de la mañana y según tenia entendido por la diferencia horaria allí ahora mismo serian alrededor de las doce de la mañana.
-Dime mama, que necesitas. - digo poniéndome mi legendaria chupa de cuero y todo eso con una mano mientras que con otra sostenía el móvil.
-lo siento hija te he despertado, que cabeza la mía, nunca me acuerdo que hay diferencia horaria
-no mama, no me has despertado, no te preocupes. Justo ahora salgo de una guardia de treinta y seis horas, iba ahora hacia casa. - digo montándome y quedándome sentada en mi moto, una preciosa Kawasaki W800 negra he de aclarar. Me la compre creo que con el segundo sueldo que recibí, estaba muy bien de precio y era preciosa así que no tuve otra opción.
-no me gusta que trabajes tantas horas seguidas, es malo para la salud- me reí por sus ocurrencias.
-gracias Dra. Lena por su diagnóstico, veré como lo soluciono- digo riéndome- fuera de bromas, ha pasado algo porque me llamas.
-Si cariño si, ha pasado algo-
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Y aquí esta el primer capitulo de la segunda parte de Razones para aprender a amar . Espero que os guste este primer capítulo. No sé cuántos capítulos serán los que tengan. Espero actualizar pronto.
Un saludo vuestra escritora favorita 😊❤⭐❤
Comenten si lo desean.
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Razones por las que nunca te olvidé
Romance{COMPLETA}-Segunda parte de Razones para aprender a amar- No sabia el desafió que iba a suponer para mi volver a mi hogar después de trece años, se dicen rápido, pero son como una eternidad. Pensé que el tiempo lo curaría todo, como suelen decir en...