Capítulo 14

6 0 0
                                    


Había perdido completamente la cuenta de las vueltas que había dado en la cama, una...tres...veinte...cincuenta, ni yo misma lo sabía ya, lo que si sabía es que no podía sacarme de la cabeza las palabras de mi tío, "Te dio miedo enamorarte y amar a Danielle." Esas palabras se repetían constantemente en mi cabeza, me negaba a creer que era por eso, si es verdad que yo quería más de lo que podría describir a Danielle, pero de ahí a amar hay un gran paso. Y si, estaba enamorada de ella, pero no tanto como para decir que la amaba, y si en algún momento se lo dije no creo que fuera sincero al cien por cien.

Al final ayer me negué rotundamente a ir a entregarle la carta, de ello dependía mi salud mental.

Noto como mi teléfono empieza a sonar, me giro en la cama para alcanzarlo con mi brazo el cual reposaba en la mesilla, cuando lo cojo leo el nombre de mi directora en la pantalla.

-Dime Emma, me sorprende que estés llamando, las llamadas internaciones son muy caras.

-Hola vieja amiga, la verdad es que si, esta llamada va a salir algo cara, pero es por una buena causa. Espero no haberte despertado.

-no que va, no he podido dormir en toda la noche- digo pasándome la mano por la cara. - pero dime porque llamabas

-bueno, lo hacía porque hace tiempo que no recibo ningún email o mensaje de tu parte y quería saber si las cosas van bien por ahí.

-en realidad no, mi tío murió hace dos días, fue...fue muy duro para mí, lo estoy pasando realmente mal.

-dios mío, lo lamento tanto Kate, no lo sé, creo que me quedare hasta a mediados de la semana que viene, ya sabes para estar con mi familia, pero luego me iré para allá.

-de eso nada, olvídate esas estúpidas ideas, tú te quedas allí, tu familia te necesita y tú a ellos.

-pero aquí ya no pinto mucho, voy vagando por las esquinas lamiéndome las heridas como un lobo solitario. De verdad te lo agradezco mucho, pero no es necesario que te preocupes por mi tanto.

-como que no Kate, acabas de perder a un ser querido muy importante en tu vida, no es momento de huir. Y si te tienes que lamer las heridas, no tienes por qué hacerlo sola, te recuerdo que los lobos tienen una manada.

-no sé cómo agradecerte todo lo que haces por mí, gracias Emma.

-no tienes que hacerlo, de hecho, me estoy replanteando echarte del hospital.

-que graciosa que estas esta mañana, bueno ahí supongo que será de noche.

-en realidad no es broma, necesitas estar con tu familia. Ya te dije que hay un par de hospitales que necesitan a un cirujano, creo que es el momento para quedarte definitivamente con tu familia.

-enserio me vas a echar, y yo que te consideraba mi amiga, traidora.

-Kate, mira no te voy a echar ¿vale?, tómatelo como un periodo de prácticas, prueba un mes en un hospital, el que más te guste, y si luego deseas volver te recibiré con un par de copas, y en el caso de que no quieras volver, vienes hacerme una visita para recoger tus cosas y te esperare con un par de copas, venga que me dices, así todos ganamos. - aseguro ella, muy convencida de su plan, del cual yo no lo estaba tanto.

-el periodo de prácticas ya lo pasé, por si no te acuerdas.

-Kate venga...

-tengo alguna otra opción- dije resignada.

-no, ninguna. Bueno si, también puedes no hacerme caso te despido y te quedas sin carta de recomendación, por lo que te irías a un hospital lejos de tu casa el cual no te gustaría tanto.

-eso se considera chantaje emocional, aparte como sabes que no me gustaría.

-bueno porque lo sé y punto. Ahora antes de acostarme mandare la carta de recomendación a ambos hospitales, pero vamos que estoy convencida de que no te hará mucha falta. Ya cuando tú te veas capacitada de empezar a trabajar lo haces, ya sabes un mes, solo un mes te pido.

-ahg... de acuerdo. Aunque no me haga mucha gracia la idea, gracias por todo.

-ya sabes que no tienes nada que agradecer, te dejo que todavía me queda noche por delante, y esta llamada me va a costar un riñón.

Después de eso me levante de la cama, me duche y baje a desayunar.

-buenos días mama- dije cuando llegué a la mesa, le di un beso en la mejilla y me eché café en una taza, que ponía "I love Mondays". - ¿es que no vas a trabajar que estas en pijama?

-Buenos días hija, donde quieres que vaya a trabajar un sábado. - seguramente lo dijo ya que me veía vestida, mientras que ella seguía en pijama. - ¿a dónde te vas tú?

-pues tenía pensado ir a entregarle su carta a Danielle. Pero ahora no se si estará trabajando.

-no lo está, tu hermana está arriba durmiendo, hoy era el día libre de ambas, lo sé por qué esta semana llevaban el mismo horario.

-vaya, pues me gustaría llevársela hoy, ya sabes merece tener su carta y yo liberarme de esta presión. ¿No sabrás por casualidad su dirección verdad?

-pues sí, vive a un par de manzanas de aquí, la casa azul que está enfrente de la laguna que tiene el parque, es una que tiene un gnomo rosa al lado del buzón.

-de acuerdo, gracias mama. - me termine de un sorbo el café, me disponía a levantarme cuando un tema me cruzo por la mente- oye mama, a ti que te parecería que me quedara, es decir, que empiece a trabajar en un hospital y quede aquí a vivir a partir de ahora.

-hija que cosas tienes, pues como me va a parecer. Muy bien, fantástico, me encanta la idea y estoy segura de que al resto de la familia les agradara tenerte aquí, te habíamos echado mucho de menos.

-ya bueno, lo siento por eso... no debí de alejarme tanto de vosotros, hice las cosas mal e intento arreglarlas, pero no sé cómo.

-creo que para arreglar las cosas tienes que empezar por arreglarte a ti no crees, tienes cosas que pensar y un par de conversaciones pendientes. - agache la cabeza, tenía razón- no sé qué haces que sigues aquí, ve a entregarle la carta a su dueña y si puedes ten esa conversación.

-sí, voy ya, pero no tendré hoy la conversación, comohas dicho tengo cosas que pensar antes de poder hablar con ella.

Razones por las que nunca te olvidéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora