Capítulo 7

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Note como un rayo del sol me estaba dando en la cara, cosa que hizo que me despertara. Miré mi reloj y vi que ya eran más de las once. Así que me levante cogí ropa para cambiarme y me fui a la ducha. Cuando salí de la ducha ya cambiada me bajé a la cocina a prepararme algo de desayuna, no era una gran cocinera por las mañanas así que simplemente me hice un tazón de cereales. Mientras me los comía mire los mensajes de mi móvil y vi uno que se llevó toda mi atención.

Espero que cuando hayas descansado y también pasado tiempo con tu familia, te dignes a ver a tu antigua mejor amiga. Y si te preguntas como sé que estas aquí, me lo ha dicho tu hermana. A diferencia de tu, ella me manda más a menudo mensajes. No seas gandula y ven a verme, por cierto, los chicos y yo hemos quedado esta noche para cenar, espero verte. Camila

El mensaje de Camila me había sorprendido, con todo lo sucedido estos días me había olvidado completamente de mis amigos, pero supongo que no tiene escusa no hablar casi con ellos estos últimos trece años.

Por supuesto, me acerco ahora a tu casa. Desde luego que me encantaría ir a la cena, siento no haber hablado con vosotros más a menudo sobre todo contigo mejor amiga, nada de antigua mejor amiga, aunque no hayamos hablado te sigo considerando mi mejor amiga. Enseguida nos vemos.

Mandado el mensaje me dirigí al garaje a desempolvar a mi vieja preciosidad, como la había echado de menos. Le pasé rápidamente un trapo y acto seguido puse rumbo a la casa de Camila.

Pase toda la mañana allí con ella, entre muchas risas, escusas de por qué no había hablado más con ella e historias de todo lo que me había pasado allí, eran ya las seis había comido en su casa ya que en la mía no había nadie. A las seis y media había quedado con mi tío así que me despedí de ella, llorando claramente, y me fui a la casa de mis tíos donde me esperaba mi tío para pasar lo que quedaba de tarde juntos. Cuando llegue aparque la moto, me baje y con la llave que me habían dado el día anterior abrí la puerta.

-Tio!!!!!- grité llamándolo y vi como salía de la cocina.

-Kate ya has llegado, que alegría. Ven vamos a sentarnos en el jardín, bueno mejor dicho vas a sentarte ya que yo ya lo estoy- y así era mi tío, aunque estuviera muriéndose su humor nunca decaía, sonreí y asintiéndole lo seguí hasta el jardín donde tome asiento en un sillón y él se quedaba en frente de mí.

Mi tío para mi había sido como un padre, lo consideraba como tal, cuando era pequeña y tenía los típicos problemas de adolescentes venia y hablaba con él, era un hombre muy sabio, sabía lo que tenía que decir en todo momento. Cuando le dije que era lesbiana, el me respondió: cariño, una persona no se puede juzgar por quien ame, tienes que amar a quien a ti te dé la gana, no puedes esconderte solo porque temas que te van a hacer daño o por el que dirán, ya que entonces te estarías haciendo daño a ti misma. Sé que es una cosa muy "cliché", vamos creo que así le decís los jóvenes, el caso es que el amor no entiende de géneros, no eres un monstruo por ser homosexual, tienes que ser valiente, no te voy a mentir las cosas no van a ser fáciles para ti, la mayoría de la gente sigue sin entender lo importante que es amar ya sea a un hombre o a una mujer, por lo que cuando puedan hacerte daño te lo harán, así que tendrás que dar lo mejor de para que esas cosas no te afecten y si lo hacen, entonces en ese caso plantarle cara.- Ese día acabe llorando a mares, y esa conversación es la que me ayudo a ser lo que soy hoy en día, le debía mucho a mi tío, tanto que ni en mil vidas se lo recompensaría.

-en que piensas tanto- preguntó el.

-en el día que te conté que era lesbiana, sabes todavía no te he agradecido todo lo que has hecho por mí, todos esos consejos que me has dado. Así que, muchas gracias y te lo digo desde el corazón. Así que, muchas gracias y te lo digo desde el corazón. Lo que soy, gran parte te lo debo a ti y otra gran parte a mis padres y hermana, sois lo más importante para mí, no que voy a hacer en cuanto pierda a alguno de vosotros.

-pues vas a tener que ir pensando que vas a hacer... a mí me queda poco Kathering, lo noto. Noto como cada vez mi corazón le cuesta más bombear la sangre, noto como mis piernas están muy débiles, y gracias a los medicamentos que tomo, si no también notaria el insoportable dolor que produce este maldito tumor y aun así hay veces que los medicamentos no me funcionan ya que el tumor se está haciendo invulnerable y no aguanto el dolor.

-tío... no digas eso por favor- digo limpiándome las lágrimas que no he podido aguantar mientras él hablaba- tu siempre has sido un hombre fuerte no puedes dejar que esa cosa te amargue.

-como no hacerlo Kate, intento ser fuerte como tú dices delante de tus primos o de tu tía, pero no puedo aguantarlo más, me está consumiendo en cada visita que hago al hospital para darme las sesiones de quimio, salgo de ella que no se ni dónde estoy, salgo casi inconsciente. El doctor me ha dicho que no cree que aguante una sesión más, por lo que me ha mandado a casa a pasar posiblemente mis últimos tres o cuatro días aquí.

- y por qué no te operas e intentas reducir el tamaño del tumor.

-se lo pregunte al doctor, pero él me dijo que era demasiado grande y que la operación sería muy larga y al estar tan débil, piensa que no podré soportar la operación. Total, eso me daría un año más de vida o ni eso, así que decidí pasar mis últimos momentos con los míos, lejos de hospitales, operaciones, quimioterapias, anestesias... todo lejos de todo eso, solamente con los que más quiero. - en esos momentos mis ojos parecían cataratas y los de mi tío igual, supongo que me había dado cuenta por fin de la realidad.

-lo siento no sé qué decir- digo mientras me limpiaba las lágrimas que no dejaban de salir.

-Kate no tienes que sentir nada, son cosas que pasan, a veces tienen que pasar este tipo de cosas para que te recompensen con otras buenas. Pero dejemos de hablar de esto, nos pone a ambos muy tristes, y no es así como quiero pasar mis últimos días. Venga dime como te ha ido allí en Miami. - me reí al ver ese cambio de tema tan repentino, me limpié las lágrimas cogí aire y me dispuse a contestarle.

-muy bien, ya sabes a veces bien otras no...

- ¿algo relacionado con el amor?, ¿tienes novia? -

- ¿Qué?, no, claro que no y bueno supongo que no solamente es el amor lo que no me ha ido muy bien. - digo agachando la cabeza.

- sabes Kate te voy a decir una cosa, todos estamos destinados a alguien. Algún día llegara esa persona que se enamorara de tus desastres y tú de su caos, y entonces en ese momento seréis el cosmos perfecto.

-supongo que sí, es que nunca se te acaban las frases filosóficas.

-que te voy a decir, tengo un gran repertorio- dice él y nos reímos los dos. - me podrías traer un vaso de agua de la cocina estoy un poco sediento. 

Razones por las que nunca te olvidéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora