Capítulo 3

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Me despierto cuando la alarma empieza a sonar. Bien Kate tu vuelo sale dentro de dos horas, así que levántate y prepárate para irte al aeropuerto. Le dije a mi subconsciente intentando darle ánimos, pero no sirvió de nada ya que me volví a dormir. Anteriormente cambié el tono de llamada que tenia ya que se parecía mucho al de la alarma, me volví a despertar ya que me estaban llamando al teléfono, lo contesto aun algo dormida.

-diga

-Kate cariño como vas, quería hablar contigo antes de que te subieras al avión y como me dijiste que salía a las siete y media y aunque aquí sea un poco tarde quería hablar contigo. - dice mi madre

-avión, que avión, mama no se dé... joder, mierda el avión.

-señorita que te he dicho de las palabrotas. - me levanto lo más rápido que puedo.

-eh si mama lo siento te dejo- miro el reloj y veo que son las siete menos cuarto, mínimo tardaría veinte minutos en llegar al aeropuerto eso si no pillo tráfico-¡¡QUE!! Joder son las siete menos cuarto no me da tiempo. Perdón, perdón, lo siento, las palabrotas, hasta luego mama mañana por la mañana estoy allí no te olvides de recogerme, adiós te quiero, mi vuelo llega a las 9:30 aproximadamente. Te quiero mucho adiós- dije colgando y cogiendo aire, había hablado tan rápido que me había hasta mareado.

Me levanto y a toda prisa me ducho, cuando salgo ya arreglada y preparada veo que solo faltan treinta minuto para que mi vuelo despegue. Me monto en taxi ya que ir en mi moto no era una opción, prefería dejarla en el garaje.

El taxista iba todo lo rápido que podía, pero eran las siete y veinte en Miami, que esperaba, habíamos pillado tráfico. Llegue ya al aeropuerto a falta de cinco minutos, me quedaba saber que puerta de embarque era y correr, correr mucho. Puerta 4C, perfecto en la otra punta del aeropuerto, como no la suerte nunca estaba conmigo, salí corriendo todo lo rápido que la mochila me dejaba, había pasado de traerme maleta, ya que para los días que iba a estar allí preferí echarme mi mochila de viaje, la cual era bastante grande le cabían incluso mas cosas que a una maleta de esas pequeñas y era más fácil de transportar o eso pensaba.

-no, no cierren- digo gritándole a la chica que supongo que sería una azafata por como iba vestida, ya que iba con el uniforme de la compañía. - lo siento... siento llegar tarde, tome el pasaje y el pasaporte. - digo entregándoselo todo y mientras ella lo comprobaba recupero aire, aunque no fuese policía, cuando me dan varios días seguidos de descanso aprovecho para ir a correr.

-ya está señorita Evans, que tenga un feliz vuelo. - le doy mi típica sonrisa de seducción.

-gracias a ti por dejarme subir...-leo la chapita que llevaba en la que ponía Taylor Thompson- señorita Thompson.

-no se preocupe es mi trabajo, bueno vamos que si no el vuelo se va sin las dos- dice y empezamos a andar hacia el avión. - me da curiosidad, es decir a miles de personas en todos los aeropuertos del planeta les ha pasado, pero por que ha llegado tarde.

-la verdad que la pregunta es curiosa, bueno es algo gracioso ya que me había puesto la alarma dos horas antes, pero la he apagado y si no llega a ser por mi madre, que me ha llamado porque quería hablar conmigo antes de que me subiera al avión, nunca habría llegado a tiempo. ¿Te puedo hacer yo ahora una pregunta? - veo como asiente sonriéndome- hace mucho que trabajas como azafata, es que me pareces muy joven como si tuvieras veintidós o veintitrés años.

-es un alago señorita Evans, y si, bueno mas o menos, la semana que viene hará un año. Me encanta este trabajo desde pequeña siempre soñé con él, poder viajar a cualquier sitio, ¿y tú en que trabajas? - pregunta parándonos en la puerta del avión.

Razones por las que nunca te olvidéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora