Razones por las que nunca te olvidé

Capítulo 5

El resto del camino estuvimos en silencio y solo se escuchaba el ruidito que hacía Melody con un juguete que había cogido. Hasta que mi madre corto el silencio tan incómodo.

-Bueno cariño, pero cuéntanos un poco, ¿cómo te ha ido en el vuelo?

-bueno, mas o menos, al principio casi llego tarde al aeropuerto la azafata casi me cierra la puerta, luego nos conocimos mientras íbamos de camino al avión, después despegamos y me puse a ver una serie, pero me dormí hasta que la chica de la que te hablo, Taylor me llamo muy alterada porque decía que un hombre le dolía mucho el pecho y luego cayo inconsciente, como os podéis imaginar no era un simple desmayo al hombre le había dado un infarto y tuve que hacerle la RCP, después de eso me fui a mi asiento y me puse de nuevo a ver la serie hasta que llegamos.

-woow, eso no me lo esperaba, en serio tuviste que hacerle la RCP.

-Muy enserio, es más, ya se la había hecho tres veces y seguía sin respiración cosa que me asusto un montón ya que si el cerebro se queda mucho tiempo sin oxigeno puede sufrir daños muy graves, pero hubo suerte porque la cuarta vez cuando estaba a punto de inflar sus pulmones volvió a respirar, fue una escena como estas de la películas, fue impresionante.

Sin darnos cuenta llegamos a la casa, la casa de mis padres estaba a un par de casas de la de mis tíos, así que yo fui a dejar mi maleta en mi cuarto, y luego me dirigí a la casa de mis tíos. Y allí me encontraba, esperando a que alguien hubiera escuchado el timbre para abrirme la puerta, me abrió la puerta mi primo Tom.

-Madre mía primita cuanto tiempo hace que no nos vemos- dice abrazándome.

-la verdad que, si primo, tengo que felicitarte ya sabes por eso de que vas a ser padres, quien fue la maravillosa chica que logro que centrases la cabeza. - digo riéndome de él.

-JA, JA, notas el sarcasmo, aunque maravillosa sí que es, ven que te la presento. - asiento como respuesta todavía riéndome, siempre sería un crio. - llegamos hasta una chica, la verdad es que parecía muy maja, estaba allí hablando con mi prima Kristen. - Cariño, mira te presento a mi prima, Kate esta es mi esposa Emily, Emily ella es Kate mi prima, aunque podríamos decir que es como mi hermana ya que nos criamos juntos.

-encantada Emily- digo acercándome a darle dos besos. - tienes mucho valor al estar con este hombre, te tendríamos que hacer un altar, cuéntame el secreto de como le has hecho que centre la cabeza, por que desde que lo conozco yo no he podido hacerlo. - digo volviendo a meterme con mi primo y de su parte recibo un puñetazo en el hombro que para mi gusto iba demasiado fuerte ya que me quede sobándome el brazo- Auch!!! Que haces tonto, me has hecho daño.

-Esa era la función del puñetazo, hacer daño. Y ahora podrías dejar de ridiculizarme delante de mi esposa y hermana.

-Cariño no seas así con tu prima, solo intentaba ser amigable- dice ahora defendiéndome Emily, Tom pone mala cara y me mira a lo que yo le saco la lengua, iba a darme otro puñetazo, pero lo esquivo. - Tom!! Que te acabo de decir, deja ya a tu prima y no te comportes como un niño pequeño.

-Pero si ha sido ella, ella a empezado me ha sacado la lengua- dice renegando como un niño pequeño.

-Te he visto como le ibas a dar un golpe, ella no te ha hecho nada. Buenas chicas nos vamos a la cocina a ver si podemos ayudar a algo, Kate encantada de conocerte, luego a ver si podemos hablar un poco más, intentando comportarnos- dice eso ultimo mirando a Tom- el iba a quejarse, pero la mirada asesina que recibió por parte de su mujer lo hicieron callar al instante y con la cabeza agachada y como si fuera un perro con la cola entre las patas se fueron a la cocina.

Después de eso saludé a mi tía, le conté como me estaba yendo todo por allí en Miami, ella me felicito y me hablo un poco de la situación que había en casa, yo sabia que era delicada, pero no me podía imaginar cuanto, mi tío ahora mismo estaba durmiendo en su habitación bajaría para la comida, me conto que estaba tan débil que tenía que ir a los sitios con una silla de ruedas. El resto del día transcurrió normal, se acercaba la hora a la que salía mi hermana de su turno, eran las cinco y media de la tarde, mis padres se habían ido a descansar a casa, mi tíos estaban durmiendo arriba en la habitación y yo estaba con mis primos, Emily y Mel en el jardín, yo jugaba con Mel a la pelota mientras ellos estaban hablando. Mi hermana salía dentro de media hora e iría yo a por ella, ella sabía que yo había llegado, pero no se esperaba que fuera a ir a recogerla, ya que según me había dicho mi madre ella se volvía a casa andando y otras veces con una amiga, así que se me ocurrió la idea de sorprenderla recogiéndola.

-Kris- digo llamando a mi prima.

-dime

-quiero ir a recoger a Adriana al hospital, y no tengo coche. ¿Me podrías dejar el tuyo?

-claro sin problema, esta en la reserva así que le vas a tener que poner gasolina.

-vale muchas gracias, otra cosa, ¿puedo llevarme a Mel?

-No lo sé, ¿Melody a ti te gustaría irte con la tía Kate a recoger a la tía Adriana? - dice mirando a su hija, acto seguido veo como asiente con mucha alegría y se tira a abrazarme. Aprovecho esa acción y la cojo en peso. Iba a preguntarle donde estaban las llaves, pero ella se me adelantó. - las llaves están en la entrada en el cacharrito de las llaves. - le sonreí y me dirigí al coche para ir a recoger a mi hermana.