ー𝐵𝒶𝒷𝓎~💕 1/2

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Va a ser largo, no me maten.

ーEstúpido, no sabe con quién se mete, soy superior a él, es un idiota.ーQuejaba, tirando cosas como papeles, o latas que estaban situadas en el suelo, dándole igual de quién sea. Una rabia invadía todo su ser; estaba bastante enojado. Por suerte no se desquitó con golpes, o insultos más "graves" si así se le podría decir. Luego de un rato, suspiró cansado de tanto estrés, de tanto pensar. ¿A qué punto llegaría por está situación? Nunca le había dedicado tanto odio a algo, o a alguien. Desde toda su caminata, quedó pensando. "Celoso". ¿Era cierto? Aquellas palabras lo hizo entrar en duda. O solamente... ¿era para protegerlo? Aún así, sea la opción que sea, frecuentemente estaba espiando al alemán, veía la mayoría de veces lo que éste hacía, lo observaba mucho. Por suerte para él ruso, jamás había notado eso, nunca lo agarró. No solía devolverle la mirada, o dirigirla. ¿Estaba... enojado? Eso último hizo que se acordará de algo; exacto, lo que llegó a tomar como una charla "seria". Su celular comenzó a vibrar en el bolsillo de su pantalón derecho, pero no le dio importancia, estaba ocupado pensando en qué haría, quizás aceptaría. "ーUna perraー". 

Bueno, sí. Por parte se paso, quizás, aún de no dar todo el odio que pudo haber tenido en ese momento, pero si sentía pena y tristeza por Alemania, por Canadá no, que se vaya a la caca. O bueno, eso pensaba. Desde varias semanas él alemán había invadido la mente del ruso, no dejaba de pensar en este, a veces quería tenerlo cerca, y pedirle perdón por todo lo que había sucedido, o sin más abrazarlo con delicadeza y acariciarlo hasta que los dos por fin quedasen dormidos. Un lindo cuento en su mente. Camino solo por varias partes, por varias horas. ¿Pensó la "oferta"? Sí. Lo tomó como una, ¿salida? O algo de paz, quizás. Tenía decidido en ir mañana; Sábado 3:30, o algo más tarde, o temprano, depende como le vaya a rendir el día. Suspiró bastante cansado, bajando la mirada y siguió caminando pero está vez en dirección a su casa, aún pensando en todo lo que había pasado en pocos días. Cuando llego tomo las llaves de su bolsillo izquierdo y abrió la puerta con cansancio. Al entrar pudo observar botellas de alcohol tiradas casi llenas; o otras rotas o vacías. También habían varios papeles, con cosas escritas; lapiceras y alguna que otra navaja tirada en el suelo. No le tomó importancia al desastre que había en la sala, y paso de largo a su cuarto. Estaba casi igual; sucio. Lo que había dicho Canadá si era algo cierto. Por suerte, está es una de las casas que tiene apartada a las demás, sin sus hermanos, eso le permitía que no hubieran quejas ni griteríos, solamente soledad. Muchas veces se desquitaba en ese lugar insultando o pateando las pocas cosas que se podían encontrar. 

Tomó una de las cartas que se encontraban en el suelo, estaba algo arrugada y sucia, se podía ver que era algo de semanas pasadas. Suspiró; y la comenzó a leer, pues le parecía raro el encontrar tantos papeles en el suelo. 

"Te quiero, pero seguramente no me correspondes como yo lo hago. Seguramente sí, o no. Soy un cobarde disculpa, mis sentimientos hacía ti no son los mejores, soy un asco. Me gustaría que vengas a mi casa, o puedo ir a buscarte. ¿Una salida? Como quieras. Solo espero algo de afecto por tú parte, quiero que sepas que te quiero mucho."

Soltó una risa; fue a la deducción que él lo había escrito, en sus momentos quizás de emborrachera, o... pudo haber sido de corazón. Ya había entendido por qué habían tantos papeles en el suelo, eran varios intentos de declararse al alemán, cuales todos habían fallado por su falta de seguridad en enviárselos, con el sentimiento de que lo iba a rechazar. Él no era el mejor en cosas melosas; o ser bueno, cariñoso y regalar flores, o cosas así. Por parte le costaba demostrar amor, pues siempre tuvo ese vacío en el cual pensaba que iban a tomarlo por estúpido, o sin más iban a tomar por una broma aquel pequeño afecto, por eso siempre se había negado ante todos los intentos. Unas pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos para luego deslizarse a sus mejillas; ya se había puesto melancólico, cosa que le fastidiaba pues pensaba que lo hacía ver débil. Comenzó a llorar desconsoladamente, rompiendo aquella carta para luego empezar a tirar todo lo que hubiera en su alrededor.

...

Al día siguiente se levantó con mala gana, un aura de malas emociones lo rodeaba, estaba triste y enojado. Al querer tomar pie para al menos dirigirse a la sala se clavo una botella rota por la parte inferior, en el codo derecho haciendo que soltara un quejido de dolor y tirará la botella contra la pared, rompiéndola en pedazos. Miro la escena con fastidio, y luego dirigió su mirada a la zona afectada, cual comenzaba a sangrar. No le dio importancia una vez más, y se fue a la sala con desánimo. Se sentó en una silla y quedó mirando la madera de la mesa; sucia y algo rota. "Que asco" pensó, no sabía como podía aguantar en ese lugar sin ya haberse muerto. Pero algo que si había entendido era que nunca nadie había preguntado sobre su desaparición, ya que él solía irse por semanas a esa casa, a hundir sus tristezas. Volvió a recordar lo de ayer; haciendo que abriera los ojos. Suspiró; no iba a negarse, sí quería ir. Miró nuevamente su codo con fastidio, y al final se levantó y salió de la casa para dirigirse a donde estaban sus hermanos, por parte con malhumor pues vería a Bielorussia, y no quería cruzarse con ella. Caminó varios minutos pues estaba lejos, y cuando llegó abrió la puerta y sin más se fue a su habitación, sin saludar ni nada, le dio igual. Tomó la ropa que encontró en su armario; unos jeans, una chaqueta color negra y una remera blanca con un estampado de una corona negra. Agarró todo entre sus brazos y fue a ducharse, una ducha bastante larga. Comenzó por quitarse las vendas que tapaban desde sus hombros hasta sus muñecas, mostrando todas las heridas que tenía, y con molestia las tiró a un lado y se metió abriendo la canilla sintiendo como las gotas de agua se deslizaban sobre su piel. Varios minutos después salió y se destinó a cambiarse, no sin antes tomar de una caja con nuevas vendas y volver a enrollarlas en sus brazos con cierto cuidado. 

Al fin cuando terminó solamente se puso sus zapatillas color rojo y bajo a la sala donde se encontraba Ucrania y Kazajistán. Él anterior mencionado dirigió la mirada al mayor, quien estaba desconectando su celular del cargador para luego ponerlo en su bolsillo derecho. Se atrevió a preguntar; ーA dónde irás?ーDijo, sin desviar la mirada del ruso. Le devolvió la mirada, para luego contestarle, arqueando una ceja. ーEm. ¿Para qué quieres saber eso?ーKazajistán quedó callado; obviamente era por su bienestar, pero se limitó a no decir nada al igual que Ucrania. A Rusia le dio igual si contestaba o no, no quería comenzar una discusión o algo por el estilo, así que nada más se retiró de la sala dejando a los otros dos confundidos. Por otra parte él ruso estaba tratando de recordar la dirección del alemán, y en ese mismo momento volvió a vibrar su celular. Bufó. Está vez sí lo tomó y pudo ver dos mensajes, abrió el contacto.

Ayer 11:23 P.M 

11:23ーQué tal, ¿Y lo pensaste?ー

Ahora 3:12 A.M

3:12ーNo me ignores, sé que lo leíste. ¿Tienes miedo? Mira que yo no muerdo. 

ー¿Qué mierda quieres? Ya estoy yendo, estúpido.ー3:13

3:13ーCuida esa boca, pequeño. Está bien, te espero :) ー

Él ruso sintió recorrer un escalofrió por toda su espalda, pero al final no le tomó importancia. Guardó el celular con notorio fastidio y siguió su camino, ya recordando dónde había quedado la dirección. Cuando llegó tocó la puerta tres veces en señal que ya había llegado, pero nadie respondió. Repitió la acción, y escucho como alguien sacaba el seguro a la puerta para luego abrir está, y mirar al ruso con una sonrisa amplia en sus labios.

ーPasa.ー

ー¿Intentarlo?⚘CH⚘RusGerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora