Capítulo 7

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-Gracias a Dios, me preocupe mucho cuando la enfermera me llamo, ¿qué fue lo que sucedió?, ¿estas bien?-. Becca esta muy alarmada, ya que me empieza a mirar por todas partes en busca de alguna herida o golpe.
Parece una madre preocupada que reacciona histericamente a algo tan insignificante.

-Tranquila-. Revisa los costados de mi cabeza y con sus manos la mueve de un lado a otro.- Becca, para. Estoy bien-. Me quejo.

-Lo siento, me diste un susto de muerte Cherry. No me vuelvas a dejar así ¿entiendes?-. Me regaña.

Genial, se esta tomando el papel de madre tan bien que la enfermera que esta a nuestro lado evita reír.

-Ella estará bien señorita-. Interviene la enfermera, por lo que estoy tan agradecida, así Becca dejará de actuar de esta manera.-Solo que ya le dije a Pepper que si llega a presentar malestares en los próximos días tendrá que hacerse unos estudios para descartar problemas graves. Pero solo si es necesario. Ella esta muy bien-. Me sonríe y le devuelvo la sonrisa, pero un poco más pequeña.
Y sin ganas.

-Perfecto, muchas gracias doctora. Yo me encargaré de ella ahora-. Me rodea por los hombros y me da un rápido abrazo.

-Becca-. Advierto.

-Si, perdón. Lo siento es solo que ughh. Ya esta bien-. Da una pequeña sonrisa nerviosa, seguido de esto pasa una de sus manos por su mejilla y limpia una lágrima que no había visto.

Becca es la persona más sensible que he conocido en toda mi vida. Comúnmente cuando alguien importante llega a tener algún problema ella siempre reacciona de una manera protectora que no puede controlar.
Es una de las personas que jamás llegue a pensar tener en mi vida y me siento afortunada de tenerla por más que me llegue a enojar.
Es como la hermana que nunca tuve y sin querer se comporta como tal siempre buscando mi bienestar y al pendiente de mi en todo momento.

-Necesito un baño, vamos-. La aliento.

-Si, si claro. Gracias señorita-. Nos despedimos de la enfermera y salimos por las puertas automáticas que se abren cuando detectan nuestra presencia. El cielo esta tan azul como nunca y el sol esta ya por lo alto, calculo pueden ser ya las cuatro de la tarde tal vez. Durante las últimas horas había pasado tanto que quería que la noche tomará el cielo y yo estuviera en mi cama tratando de olvidar lo desagradable que soy.
Pero lo único que ahora quería era tomar un lienzo, mis pinceles para dibujar sin parar. Sacar toda mi frustración en una pintura y esperar la compañía de la luna.

-Tanner no sabe nada. No hay regresado a casa tampoco. Y de verdad que ustedes dos me tenían al borde del colapso, ¿sabes dónde esta? Trate de llamarlo pero no me contesta-. Habla demasiado rápido por lo que se hace evidente de lo alterada que esta.

-Él esta bien Becca. Probablemente este por ahí con alguna tipa hechando un polvo o sabe Dios que-. No parece muy feliz con mi respuesta.

Si yo no me sintiera mal en este momento ya le habría preguntado que es lo que pasa entre Tanner y ella aunque la respuesta sería la de siempre "Nada, solo somos amigos". Pero mi mente sigue atrapada por unos hermosos ojos color avellana claros y no puedo deshacerme de mis emociones.
Nunca me había costado tanto tratar de olvidar a un hombre con el que ni siquiera me había acostado.
Su cara, su voz, su sonrisa, sus ojos.
Se que jamás los volvería a ver.
Pero de lo que estaba segura es que tardaría mucho tiempo para olvidarlo.

-El auto esta aquí. Por suerte Tanner dejo las llaves a la vista esta vez-. Rie con nerviosismo. Sus manos tiemblan mientras sostiene su celular. Por su aspecto diría que parece tener un ataque de pánico en cualquier momento.

-Becca, oye relajate ¿si? Todo esta bien. Mira estoy bien no me paso nada grave y Tanner esta bien, te lo aseguro-. Asiente repetidas veces mirando al suelo tratando de tomar lo que le digo.
Unas cuantas lágrimas salen de sus ojos y con mis manos las limpio.

Never Be AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora