Grandes Esperanzas

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La vida de Peter no era fácil pero tampoco es algo del que se arrepintiera.

Cada día de su vida era monótona. Tenía un horario y un lugar para cada cosa de su vida. Por ejemplo los lunes se levanta más temprano para preparar el desayuno y servirlo para sus padres, luego tomaba el autobús escolar para ir a la escuela y poder ver a sus amigos. Después, al salir se dirigía a su casa y cenaba con su familia para así ir a su patrullaje nocturno siendo el amigable hombre araña.

Claro que la vida le había dicho que era una hija de perra que no le importaba nada.

Ahí se encontraba en su cuarto invadido por niños asdgardianos y acostado en una colchoneta y a la habitación de a lado se encontraba el.

Después de la llegada de Loki y compañía se distribuyó a cada asdgardiano en habitaciones para poder descansar y a el le había tocado a los niños, A Visión a Loki, Thor y Valkiria y sus padres a ancianos.

No había podido dormir anoche por las constantes patadas y risas de los mocosos y estaba seguro que así sería por el siguiente mes.

Sin más que hacer, con cuidado se levantó para no pisar a ningún niño se dispuso a usar su baño para alistarse para la escuela.

Se puso algo sencillo y cómodo, su camisa de cuadros y encima de esta tenía un suéter de un color azul, sus típicos jeans y por último unos  converse negros.

Ya listo se dispuso a bajar para encontrar la sala con algunos hombres durmiendo en la sala y con sigilo se sirvió un poco de jugo con una dona.

Le extrañaba que sus padres siguieran durmiendo ya que Stephen era alguien que madrugaba y Tony se levantaba gracias a las insistentes llamadas de su tía Pepper. Sin embargo podría comprender que ayer fue una noche activa y que por ende no se despertarán para despedirlo.

Vaya al parecer era el primer día que iba llegar temprano a la escuela.

–Pensé que seguirías durmiendo.

Esa voz...

–Si, bueno, tengo clases Laufeyson–Peter ni siquiera volteo a ver al dios, tal vez por cobardía o por nervios.

Por el contrario, Loki parecía afectado por la forma en la que el castaño le hablaba, pero sin duda no podía reclamarle algo. De alguna manera sabía que lo tenia más que merecido.

–¿Y esa frialdad de donde viene? Pensé que aquí era el único que era un ser de hielo.

–Si solo viniste para burlarte de mi te digo de una vez que es mejor que te retires.

–Peter... Yo quiero hablar conti...

–¿Estoy interrumpiendo algo?

–¡Tio Bruce!

El dios solo pudo suspirar con frustración al ver que su esperada plática se vio interrumpida por el monstruo verde que tanto odiaba.

Por parte del menor una de lo poco bueno que tuvo anoche fue recuperar a dos de sus tíos. Tanto Bruce como Thor se ausentaron de su vida por un tiempo, pero a diferencia de Bruce, Peter tenía visitas efímeras del dios del trueno y el científico se perdió sin dejar rastro por años.

Peter solo atino a dejar su jugo y una dona a medio comer en la isla de la gran cocina y esquivar a Loki para poder abrazar a su tío.

El científico solo pudo sonreír mientras devolvía el abrazo del primogénito de Stark. Le daba gusto volver a verlo. Sin duda lo había extrañado desde que se perdió y estuvo en ese extraño planeta el cual se mantuvo como Hulk y no tuvo oportunidad de despedirse.

El abrazo fue interrumpido por un carraspeo por parte del dios que sin duda miraba de mal forma al científico.

–Si, estaba en medio de una plática con Peter.

–Que se acabo–Recalcó el castaño ya separado de Bruce–Y si me disculpas tengo que irme.

Peter solo se dirijo a la salida de su casa y precedió a irse directo al bus escolar.

Sin duda se estaba exasperado ya del gigante de hielo y eso que solo lleva menos de un día ahí. Soltó un suspiro y decidió mandarle un mensaje a Harry diciéndole que lo esperaba enfrente de su casa.

Harry Osborn es su mejor amigo de la infancia. Desde que tuvo memoria siempre fue su confidente y el hermano que nunca tuvo.

Se encontraba caminando por las calles de New York con la música hasta el tope hacia la casa de su mejor amigo. Aunque Peter amaba la música no podía concentrarse del todo, todo lo que le había pasado era totalmente una locura que tenía que contársela de inmediato.

Loki no sólo era alguien que paso por su vida sin nada más, desde que se llegó su mente se inundó de el y de su extraña relación que desde el inicio tuvieron. Una media sonrisa apareció al recordar como se conocieron aunque se desvaneció al instante.

¿Cómo termino enamorándose de el y pensar en el como un amigo?

Bueno, siempre le gusto el hecho de que era un tipo misterioso, tétrico a veces pero divertido. Tal vez porque nunca lo trato como un niño indefenso, y eso a la edad de 15 años se le hacía mucho.

Sus pasos se hicieron más lentos al notar que las calles ya eran conocidas y por estar en sus pensamientos no se percató de que ya había llegado a la casa de Harry.

Con cuidado retiro sus audífonos y escaló las pequeñas escaleras para tocar el timbre y esperar a que su amigo saliera. Miro la hora de su celular para guardarlo de nuevo y en ese momento salio un castaño de ojos marrones y de una estatura igual a la del joven Stark.

–Nunca pensé que habría un día que vinieras por mi Peter–Dijo Osborn con burla.

Peter solo le dio un pequeño golpe.

–Oh vamos, no es cierto ¿No recuerdas ese día en el preescolar que fui por ti?

–¡Oh! ¿Como se me pudo olvidar?

Ambos rieron y se fueron caminando hacia la parada del autobús.

Aunque ambos eran niños "ricos" y podían ir directamente por sus propios medios, les gustaba algo de normalidad en sus vidas cómo el hecho de tomar un bus para ir a la escuela.

Peter y Harry hablaban como siempre, cosas de nerds.

A pesar de la amena charla, Peter quería contarle a Harry su problema, de que él había vuelto y que ahora quería hablar con el.

Y justo cuando el castaño iba a hablar  sintieron un golpe en sus cabezas, cómo un manotazo.

–Hola perdedores.–La morena se posiciono en medio de los chicos.

–¿Sabes MJ? Podrías ser más amable a veces–Agrego Harry siendo contestado por una entonación de ojos por parte de la chica—Así tendrías al menos un novio.

Peter solo atinó a suspirar y ver su oportunidad arruinada. Saludo a MJ acostumbrado por su trato rudo y los tres fueron caminando hacia su destino.

A pesar de que MJ era una gran amiga, de alguna manera nunca le pudo contar lo que le sucedió y se le olvido comentarle que se enamoro de un dios que solo lo utilizo para no aburrirse en la tierra.

Opss!... I did it again. [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora