epilogo

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(Narra Scarlett)

-¡No puedo creer que no sepas andar en bicicleta! –decía Logan mientras me sostenía riéndose.

-Deja de burlarte o bajaré de esta y te patearé en la entrepierna –amenacé y él con media sonrisa se me acercó y besó mis labios dulcemente.

-Te amo demasiado como para humillarte pero… ¡NO sabes andar en bicicleta! –gritó riendo. Bajé de ésta y corrí detrás de él-. ¡Andas en Skate, sabes correr autos pero no sabes andar en bicicleta! –decía Logan mientras corría. 

-¡Con un demonio Logan! –corrí detrás de él en el parque Riverside. Vi a un chico con un guante de baseball. Se lo quité y como era pitcher en la escuela, sonreí-. Lo siento cariño. Logan seguía corriendo y apunté directo a su trasero. Lancé y le di justo en la cadera haciéndolo caer.

-¡Ah! –gritó-. ¡Scarlett! 

- ¡Tú empezaste! –grité y él corrió hacia mí-. ¡No! –grité dramáticamente, él me tomó de la cintura y juntos nos aventó al lago con patos. 

(…)

-¡Quiero una dona de chocolate! –grité en medio de la noche, mi panza tenía a penas cuatro meses y Logan se tapaba con las cobijas.

-No hay Scar –gruñó bajito. 

- ¡Anda! –dije moviéndolo-. Nuestra niña saldrá con cara de dona glaseada. 

- Pero no con cara de cualquier dona, saldrá con cara de dona glaseada de chocolate blanco, con chispas de chocolate, de colores –dijo él detalladamente-. Rellena de vainilla. 

- Soy una embarazada obesa y antojada –susurré recostándome y dándole la espalda. Logan rió y se acercó a mí abrazándome por detrás.

- Yo adoro tu pancita eres como… un barril –rió y yo le di un codazo que le sacó el aire-. Un barril bastante violento –se quejó haciéndome reír-. ¿Tienes las llaves? –se las entregué-. En un rato vuelvo, voy por tu dona.

- Sabes cómo me gustan –sonreí y él besó mi frente.

- Barrilito violento y antojado –susurró besándome dulcemente. 

(…)

-¡Tócame! –grité y él se negaba poniendo sus manos hacia atrás. Gruñí bajito e hice un puchero, él se negó y yo me acerqué a él coquetamente. Puse mis manos en su vientre por debajo de su camisa y fui subiendo hasta subirla lo suficiente para verlo-. No me hagas seducirte –susurré frente a sus labios. 

- El doctor dijo que no debíamos tener relaciones porque tienes riesgo…

- Dijo que no tuviéramos relaciones, no que no me tocaras en lo absoluto –dije aún molesta. Logan rodó los ojos y yo me senté en el sillón aún incómoda por no poder recibir ni siquiera un beso de su parte en una semana. 

- Ten, ponte esto –mencionó entregándome una chaqueta y las botas. 

- ¿Por qué, a dónde me llevas? –pregunté curiosa mientras las usaba. Él se inclinó y me ayudó a subir el cierre de las botas, besó mi rodilla y luego estiró mi mano para levantarme. 

Tomó las llaves y caminó hacia la puerta-. Te voy a llevar al cine –respondió y yo entrecerré los ojos-. Anda…

-¿Al cine? –pregunté- No quiero ir.

- Te meteré mano durante la función… -adviritió. 

- ¡Logan! –dije sonrojada y él se encogió de hombros.

- ¿Vas o no? –preguntó y yo me abroché el abrigo.

- Andando. 

(…)

Desearía Estar Siempre A Tu Lado II ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora