Prólogo

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El desagradable sonido de la alarma a las 6 de la mañana me recuerda que hoy es mi primer día. Hace apenas una semana que me mudé aquí. Ciudad nueva, casa nueva, vida nueva, y sobre todo, trabajo nuevo. Creo que estoy llevando bastante bien lo de empezar de cero, de hecho podría decirse que estoy muy ilusionada, pero la idea del trabajo aún me da un poco de respeto.

No hace mucho que terminé la carrera, pero siempre he tenido muy claro que quería empezar a trabajar lo antes posible. Hasta ahora no había estado fuera de mi casa mas de 5 días seguidos y a veces sentía que me ahogaba. Adoraba a mi familia pero supongo que a todos nos llega un punto en la vida en el que necesitamos libertad y espacio para ser quienes queremos ser.

Es por eso que no tuve que pensarlo mucho cuando me ofrecieron hacer una entrevista para trabajar en otra ciudad. Bueno, más bien mi mejor amiga, que tiene una ligera tendencia al dramatismo y una gran pasión por tomar decisiones sin pensar, me arrastró a una reunión de una agencia de esas que encuentra personal para otras empresas. Yo, que normalmente lo pienso todo hasta que me sale humo del cerebro, no me fiaba de que todo esto no fuera una gran estafa digna de película, pero Marta estaba tan ilusionada por que demostrara "todo lo que valgo" que al final accedí. Obviamente todo fue mejor de lo que esperaba, el personal era muy profesional y todo parecía estar bastante en regla. El caso es que hice la entrevista, a los pocos días estaba firmando el contrato, y en menos de un mes estaba mudándome a la que ahora es mi nueva casa.

Mientras maldigo a quien algún día decidió que madrugar era una buena idea, pienso que probablemente ésta sea la única decisión precipitada que he tomado en todos mis 23 años de vida. Y tengo miedo, para que negarlo, pero también ganas de todo, de todo lo nuevo que viene, y esa sensación me gusta. Le mando un mensaje de buenos días a mis padres y a Marta, y salgo por fin de la cama.

Mi nueva casa es pequeña, pero me encanta. Está en un edificio antiguo, remodelado de tal manera que los pisos aún conservan su esencia, y eso le da un rollo moderno-vintage que me conquistó nada más verlo. Me lavo los dientes y me preparo un café para llevar, odio llegar tarde y, para que engañarnos, hay muchas posibilidades de que me pierda varias veces antes de llegar.

Me pongo por fin en marcha junto a mi nuevo amigo Google Maps, elijo una lista de reproducción aleatoria y dejo que mi mente se relaje un poco. No dura mucho tiempo porque recibo un par de mensajes de mi familia deseándome suerte, y de repente me pongo muy nerviosa. Empiezo a caminar muy deprisa, y gracias a la maravilla que es Google Maps, llego al trabajo mucho antes de lo esperado. Me quedo parada en la puerta, me sudan un montón las manos y no se si entrar, esperar, o qué hacer. Estoy casi empezando a hiperventilar cuando veo a alguien acercarse. Es una mujer de unos 40 años, vestida muy elegante, y que me enseña la mejor de las sonrisas en cuanto posa sus ojos en mi.

- Hola, ¿puedo ayudarte en algo?
- Eh.. si, hola, buenos días - tengo la boca tan seca que parece que voy a quedarme sin voz a mitad de la frase, por qué tendré que ponerme siempre tan nerviosa - eh.. esto.. es mi primer día, he llegado pronto y no sabía si entrar o esperar fuera.
- Oh claro, tú debes de ser Alba - la mujer me regala otra sonrisa de dientes blancos y perfectos, parece maja - soy Noemí, la directora de personal, hemos hablado por email.
- Sí claro, un placer conocerte, y muchas gracias por tu ayuda, ha sido todo un poco precipitado y he estado bastante agobiada.. - digo todo tan deprisa que dudo que la pobre Noemí se haya enterado de algo.
- El placer es mío, vamos para dentro y te enseño todo esto antes de que lleguen los demás.

Noemí abre la puerta y pasamos a lo que parece una recepción con un par de mostradores y unos cuantos sillones y mesitas. Está todo decorado con tan buen gusto, que sonrío automáticamente.

- Buenos días Julia - Noemí saluda a la chica que esta sentada detrás de uno de los mostradores, colocando unos papeles - Esta es Alba, es su primer día.
- Es un placer Alba - dice Julia mientras me saluda con la mano.
- Igualmente.

Sigo a Noemí por un pasillo hasta un despacho pequeño pero muy acogedor. Los muebles son blancos y negros, hay cuadros de arte moderno por las paredes, una enorme estantería con miles de libros, y de nuevo pienso en que todo aquí está decorado con muchísimo gusto.

- Siéntate Alba, por favor. Ya sé que has pasado la entrevista, pero hay algo que siempre pregunto a todos en su primer día - vaya, justo cuando me habían dejado de sudar las manos - Dime, ¿por qué quieres ser enfermera en nuestra clínica?

Allá vamos.



Holaaa! Bueno este es mi primer Fanfic, la verdad que lo escribo principalmente porque me gusta sacar las cosas que llevo dentro, pero me encantaría que me diérais opiniones y cualquier cosa que queráis decir.

Intentaré actualizar con bastante frecuencia :)

Gracias a todxs ❤️

New Beginnigs | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora