Mentiras que duelen {Yoonmin}

CAP9;

_Pro Suga_

Ya habían pasado las tres horas, desde que le mandé aquel recado a Jimin, en verdad sentía pena por él, por leerse aquellos libros que eran más grandes que su cabecita. Como yo ya había acabado mis asuntos y reuniones que tenía que hacer, decidí ir a visitar a aquel chico de cabellera rubia.

Mientras iba de camino hacia la oficina de Jimin, me mordía el labio inferior por el nerviosismo, (¿De verdad había superado aquel chico, que de una forma o otra me daban ganas de besarlo??). Agite la cabeza y luego me puse mejor mi camisa, que ya estaba demasiado arrugada por haber dormido la noche anterior con ella.

Toque la puerta de su pequeña oficina, pero nadie contesto a mi llamada. Yo al ver que nadie respondía, entré. Y por mí asombro vi a Jimin durmiendo encima de uno de los libros, ya cerrado, (¿Enserio se los leyó ya?). Yo me acerqué a especionarlo, y vi como su mejillas rosadas le daban un toque infantil a su rostro, y por solo mirarlo se podía apreciar su belleza y encantó como si fuera un ángel. Lo malo de eso, es que cuando yo lo conocí no tenía ese aire, tenía los ojos perdidos, era un niño perdido, sin sueños, y sobre toda las cosas, se notaba que él desde pequeño no era muy amado, por eso yo me enamoré de él, para poder salvarlo de aquel abismo, pero sin darme cuenta yo remplace su sitio, odiando todo relacionado con el amor...

Con un suspiro pesado, me acerqué a un pequeño armario azul celeste y saqué una manta que había comprado para él, con unos puntitos chiquititos blancos. Se la puse por encima de sus hombros cubriendo toda su espalda, en ese momento Jimin hablo en sueños, -Min...Y-Yoongi...- yo me sorprendí, al oír mi nombre verdadero y no aquel apodo por el que ahora me llamaban, para "cubrir" mi identidad de Jimin. Lo miré con un poco de trsiteza, al recordar mi pasado, algo que me dolía en el pecho y a veces dejándome con una respiración agitada por el miedo de repetir ese recuerdo. Me acerqué a su cabecita y la besé con cuidado, luego pase mi mano  con cautela sobre su cabellera... Cuando iba a salir de su oficina, yo susurre- Ya no, Park Jimin...- luego me fui, pero con un sentimiento amargo en mi corazón.

_Prov Jimin_

(Unas horas antes de que Suga fuese a su despacho...)

Yo apresurado me leí aquellos libros que me habían dejado como una "lección" por parte de Suga. Al acabar los libros, tenía la vista cansada, así que pensé que el mejor remedio para esto, sería echarme una pequeña siesta...

Al despertarme, sentí algo que me calentaba por la parte trasera de mi cuerpo, miré y pude observar una pequeña manta, de unos colores que me parecían muy bonitos y agradables. Me incorporé de mi asiento y me estire un poco con mis brazos, cogí la manta y la doble poniéndola encima de la mesa. Como ya me había acabado aquellos libros, decidí por ir, a visitar a Suga y decírselo. Fui andando por la empresa hasta que finalmente llegué a la puerta de su despacho, entre después de tocar, asomando mi cabeza por esta. Él levantó su mirada, ya que estaba leyendo algunos papeles que él sostenía entre sus manos, "aquellas manos que me volvían loco"...  Me acerqué a él y él me dijo que me sentase en una de aquellas sillas que estaban enfrente suya. Yo le hice caso y me senté, acomodandome en mi sitio.
Suga: ¿Te has leído los libros? -pregunto el, enlazando sus manos.
Jimin: Si, claro que pensabas(? -acabando en tono de pregunta.
Suga: okey, ¿quieres dar un paseo y así descansamos los dos?- mirándome.
Jimin: me parece...bien -nervioso por salir con él.
Suga: ¿Pasa algo? -pregunto el, al verme un poco sudoroso, yo negué y desvíe mi mirada. Vi que él se levantaba y se acercaba a mí hasta ponerse delante mía y mirándome a los ojos, me encantaba sus ojos, esos ojos que eran un color tan intenso y tan negro como la noche. Yo me levanté para que quedásemos a la misma estatura, pero no fue así ya que él me sacaba media cabeza.

Lo miré y sin darme cuenta mis ojos se fueron hasta sus labios, (mierda...). Él al ver como miraba sus labios río y luego se acercó un poco más, haciendo que quedase atrapado con la mesa y con él acordándome.
Suga: ¿Pasa algo, Park?- me miró travieso y yo mordiéndome el labio inferior.
Jimin: N-no... ¿P-por que? -(joder deseo besarlo...). Como no podía resistir más, estaba por besarlo, pero de repente él se apartó, dejándome con unas ganas tremendas de saborear aquellos labios de tonos rosados. Vi que el cogía su chaqueta y de esta saco unas llaves de coche.
Suga: vámonos...- sentía su voz apagada y extrañamente triste.
Yo no le negué, así que le seguí, pero ambos estábamos en silencio, un silencio demasiado incómodo para los dos. Hasta que yo hable,
Jimin: emmm...¿A dónde nos dirigimos? -dudoso.
Suga: A un parque para relajarnos... -respondio un poco frío y distante.
Jimin: vale, me parece bien -conteste con una pequeña sonrisa en el rostro, aunque un poco triste.
Nos subimos en su coche y él al rato puso la radio, pudiéndose oír una melodía pero sin letra. Yo como no sabía de qué hablar con Suga, me puse a cantar, mientras él conducía con tranquilidad por aquellas calles de Seul que transmitían un ambiente acogedor.
Mientras tanto, yo cantaba una canción relajante acordé a la música.

이 모든건 우연이 아냐
그냥 그냥 나의 느낌으로
온 세상이 어제완 달라
그냥 그냥 너의 기쁨으로
네가 날 불렀을 때 나는 너의 꽃으로
기다렸던 것 처럼 우리 시리도록 펴
어쩌면 우주의 섭리 그냥 그랬던 거야
You know, I know
너는 나, 나는 너

설레는 만큼 많이 두려워 
운명이 우릴 자꾸 질투해서
너만큼 나도 많이 무서워
When you see me
When you touch me
우주가 우릴 위해 움직였어
조금의 어긋남 조차 없었어
너와 내 행복은 예정됐던 걸
'Cause you love me and I love you

넌 내 푸른 곰팡이
날 구원해준 나의 천사 나의 세상
난 네 삼색 고양이 널 만나러 온
Love me now
Touch me now

Just let me love you (let me love, let me love you)
Just let me love you (let me love, let me love you)
우주가 처음 생겨났을 때부터 모든 건 정해진 거였어
Just let me love you (let me love, let me love you)

Let me love, let me love you
Let me love, let me love you

Al acabar yo de cantar me di cuenta que Suga ya estaba aparcando en un parking público. Él bajó del coche y seguidamente bajé yo. Me puse mi cubrebocas negro de siempre y una gorra con dos anillas colgando, y mientras Suga se puso unas gafas de sol en tonos plateados y negros.
Suga: ¿Nos vamos? - me miró él con su chaqueta en su brazo derecho.
Yo asentí, y me puse a su lado izquierdo, como un niño pequeño con su madre....