C15: Te Quiero

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POV BRADLEY

Llevaba todo el día evitando a todo ser viviente. Iba de un lado para el otro como un cachorillo perdido hasta que me llegó un mensaje de Tris.

"Brad, estamos todos en el lugar de ensayo, ¿dónde carajos estás?"

JÁ, no. No pensaba ir. Pero habéis trabajado mucho, ¿lo vas a estropear todo como siempre? Déjame conciencia del demonio... Sabes que tengo razón. Por mucho que lo de Sam te afecte con James no puedes dejar que eso afecte a todo lo que supone tu sueño por haber sido tan gilipollas.

Resoplé y me resigné a ir al lugar de ensayo.

Cuando llegué estaban todos hablando y se callaron de golpe. Genial.

Yo: ¿Empezamos?

Tristan: Claro.

Yo: Oh, pero no os calléis, hacer como si no hubiera venido.- me puse a conectar los cables en la guitarra y en el micro.

Connor: No. Hablábamos de las flores.

Yo: ¿Flores? ¿Qué flores?

James: Las del baile. -cruzamos la mirada y se hizo un silencio horrible- vamos las que tenemos que elegir por la tarde.

Me giré y seguí colocando cables y cosas.

Connor: Pues yo voy a elegir margaritas naranjas.

Yo tirarme por un puente Connor, por uno muy alto.

Tris: Yo creo que tulipanes amarillos pequeños.

O quizás me tiraría mejor desde un avión sin paracaídas.

James: Ummm yo no sé. Creo que seguiré tu consejo Connor y cogeré rosas rosas.

Qué carajos, mejor conduzco yo el avión, acabamos antes.

Connor: ¿Y tu Brad?

Yo: ¿Eh? No estaba atento.

Tristan: ¿Qué flores vas a coger?

Yo: Ninguna.

Connor: Ya sabes que tenemos que elegir una porqu...

Yo: Connor es un absurdo.Una gilipollez como una casa eso del maldito baile.

Se hizo el silencio de nuevo.

Yo: Bueno, ¿ensayamos?

Connor: Mmm sí.

Ensayamos toda la mañana hasta la hora de comer que comimos en el comedor prácticamente en silencio. Cuando llegó la tarde fuimos a la cabaña para recoger unas cosas para ir al pueblo y a cambiarnos

Tristan: Tío, estás demasiado callado.

Yo: Sí.

Tristan: ¿Quieres que te ayude con lo de las flores?

Yo: No, gracias.

Tristan: ¿Es por Sam?

Le miré. No acababa de decir eso. Metí a saco las cosas que me quedaban y me fui dando un portazo.

No tenía humor para eso.

Llegué a la plaza donde cogeríamos el autobús y vi que no había nadie. Miré el reloj, claro, faltaban tres cuartos de hora para irse.

Escuché pasos y me giré. Oh, genial. Sam. Me miró y se fue a sentar al lado de los árboles arrancando la hierba del suelo.

Resoplé, odiaba verla así. Me acerqué y me senté a su lado. Ni me miró.

Yo: Lo siento, lo siento de verdad.- escupí, lo necesitaba.

Sam: Bradley, estoy cansada de escucharte eso. Pero... ehm, te perdono.

¿CÓMO? A ver, bien, pero, ¿tan fácil?

Yo: ¿Qué?

Sam: Que te perdono.

Yo: Creo que no me he explicado, ¿por qué?

Sam: Uhm porque creo que en el fondo te entiendo.

Yo: Yo a ti no.

Sam: Bueno por eso y porque... uhm... Me... Me gusta... Me gusta James.

¿¿¿¿¿¿¿QUÉ???????

Yo: Pero...

Sam: Esto no es justo. No podéis gustarme los dos. Creo que eso es que en realidad no me gustáis ninguno.

Yo: Sam, eso no tiene lógica.

Sam: Sé que no me pueden gustar dos per...

Yo: No me refiero a eso. Me refiero a lo de que "entonces no te gustamos ninguno". Te pueden gustar dos personas. Lo que pasa es que supongo que no las quieres igual. Hay una a la que quieres más o de una determinada manera que a la otra no. Sólo... Sólo tomate tu tiempo.

Sam: ¿Y en serio no te parece que ya nos hemos jodido bastante tu y yo?

La miré a los ojos azul y miel. No. Nunca. Sonreí de lado y la aparté un mechón del pelo rubio dorado. No, no me pienso rendir tan fácil como eso, Sam.

Yo: Quizás...

Sam: Brad, lo digo de verdad, antes tu y yo hablábamos hasta que nos dormíamos en el sillón, reíamos hasta que nos dolía la barriga, conectábamos pensamientos, animábamos a cualquiera, nos hacíamos bromas, nos solíamos contar todo y no importaba nada más que tenernos el uno al otro cerca. Y mira ahora, apenas podemos dirigirnos una palabra sin herirnos, apenas podemos estar cerca sin sentir que se desmorona todo y no podemos ni rozarnos, ni reír, ni siquiera decir buenos días sin que todo tenga un doble sentido, pero sobre todo, estamos rotos. Siempre sonreíamos y ahora no lo hacemos. Y no me hace falta tenerte al lado para saber eso. Te hago daño y no lo soporto.

Yo: Sam, creo que yo te hago millones de veces más daño que tu a mí. Y me duele, me duele lo que no puedes imaginar. De verdad.

La plaza estaba casi llena ya pero nadie parecía prestarnos atención.

Yo: Sam...

Sam: ¿Qué?

Yo: Te quiero. Te quiero mucho.

Sam: Yo también te quiero, Bradlybear.

Abrí la boca para decir algo pero los monitores nos llamaron a subir al autobús.

Connor: Estáis aquí. Os hemos buscado...

Yo: Bueno pues vamos.

Risk It AllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora