Capítulo 6: Recuerdos 2.
Después de un largo día laboral, a eso de las 6 de la tarde Naruto venía por fin llegando a su casa. En cuanto abrió la puerta, escuchó el sonido del televisor a todo volumen, fue hacia la sala y ahí se encontró a su hijo gritando mientras jugaba a la play station. Ya ni sabía si había sido una buena idea el comprarle ese estúpido aparatito y el darle dinero cada vez que Hiroshi le pedía para un nuevo juego. Pero como decía Kushina, aquel aparato servía para distraer a Hiroshi cuando no tenía tarea y así no pudiese fastidiarles a ellos.
— ¡Estúpidos zombis! —chilló Hiroshi de la nada y Naruto se acercó al televisor y lo apagó ante la cara expectante y de sorpresa que puso su hijo.
—He de suponer —empezó Naruto mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño— que no tienes ninguna tarea, ninguna prueba ni nada que repasar.
—Eh... bueno...
— ¿O me equivoco?
—Yo solo... quería distraerme un rato...
—Además —continuó Naruto ignorando lo dicho por Hiroshi—, ¿por qué demonios tienes así la nariz? Parece como si te hubieran dado un puñetazo.
—Oh, eso, me llegó una pelota en la cara —contestó con una sonrisa inocente. No quería tener que decir que fue porque prácticamente rogó (cosa que sí hizo) a Itachi-sensei para que le dejara jugar futbol aun cuando no le correspondía.
—Hay que ser idiota —dijo Naruto y Hiroshi no podía estar más de acuerdo, muy a su pesar— ¿ya te pusiste hielo?
—Sí, me pusieron en la enfermería y cuando llegué aquí también me puse.
—Bueno, volviendo al tema anterior —Hiroshi odiaba eso de su oto-chan, nunca se le pasaba una—, he de suponer que sí tenías tarea pero que decidiste jugar primero con el aparatito ese porque se te dio la gana aun cuando nuestro trato era que jugarías cuando no tuvieras tarea o ya la hayas hecho.
—Sí, pero...
—Sin peros —Naruto desenchufa la play del televisor y lo coge entre sus manos.
— ¿Qué haces? —preguntó asustado Hiroshi.
—Lo mismo que mi mamá, esta cosa se irá junto con la guitarra al garaje. Por lo menos hasta que te vuelvas alguien más responsable.
— ¡¿Qué?! Oto-chan, tú no me puedes hacer esto, por favor —se levanta del suelo y se dirige hacia Naruto agarrándole la manga de su polerón—. Ya me quitaron la guitarra, no me quites esto también —puso cara de cachorrito apaleado.
—Es para que aprendas a que tus deberes están primero y es mi última palabra. Ahora vete a hacer lo que tengas pendiente —Naruto ignoró la cara de súplica de Hiroshi y se soltó de él para llevarse la play directamente al garaje.
Hiroshi se resignó y se fue a su cuarto en cuanto vio a Naruto desaparecer. Su play iba a morir allá en el garaje y él no podría hacer nada para salvarla. A menos que hiciera méritos, ¡pero ya!
Naruto volvió a entrar a la casa luego de dejar la play en una caja en el garaje. Él solo quería lo mejor para Hiroshi, pero éste tal parece que no valoraba lo que tenía.
Ya mucho antes de terminar sus estudios de periodismo, Naruto se esforzó en poder darle lo mejor a su hijo para que nunca le faltara nada. Con tan solo 19 años y ya habiendo salido con honores graduado del Konoha High School, en donde entró gracias a una beca y también gracias a que su madrina, Tsunade, había asumido el cargo de directora, un día andando por la calle con Hiroshi de la mano, éste último chocó con un hombre de unos 40 años, quien no era cualquier persona, sino que era el dueño de una agencia de modelos que se quedó encantado con Naruto en cuanto lo vio.
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Amor en el tiempo (SasuNaru)
Fiksi PenggemarResumen: Cuando tenían 15 años Sasuke Uchiha y Naruto Namikaze fueron novios, pero... un día Naruto se entera que espera un hijo de su novio, se lo confiesa, pero éste lo desprecia revelándole una cruel verdad: él era uno más de sus amantes. 15 años...