RESURRECCION S.M. Cosmos

Acto 33 "1ra parte FINAL SEIYA"

Pasado. Planeta Cetus. Enseguida de ya Reinar la paz por todo el Universo.

Christa, la Sailor Guardiana del planeta Cetus, era una hermosa rubia de cabello largo y ondulado, y hermosos ojos cristalinos. Y ahora se le ha concedido dejar su lugar de guardia, para ir al encuentro de aquel hombre que le ha robado el corazón. Aunque él no mostró realmente un interés por ella desde un inicio. La caballerosidad que tuvo él con ella, aquella vez que lo detuvo tomando su hombro y que él se dio vuelta tomándola de su mano, dándole un beso en la misma, sólo por generosidad... Y la mirada tan seductora que naturalmente tiene él, le ha cautivado por completo a ella.

Christa tan sólo de recordar su hermosa sonrisa, y ése agradable y peculiar aroma a lilas tan característico de él, la hace sentir un emocionante vuelco en el estómago. Piensa en innumerables situaciones que pudieran ocurrir a lado de él. Desde cómo se verían caminando tomados por la mano, hasta como sería en la intimidad, sintiendo todo ese corpulento y tan deseable cuerpo sobre ella.

Y es que ella quedo prendada de Seiya desde el mismo momento en que lo vio llegando al planeta Cetus, con su armadura de oro y con un temple serio, pero seductor. Que nuca lo hubiera podido pasar por alto, aunque ella lo hubiese intentado. Y es que tan embelesada quedó, que ni se percató de que posiblemente él tuviera algo sentimental con la Princesa y ahora Neo Reina de la Luna. Para ella ni siquiera figuraba en su cabeza la posibilidad de algo entre Seiya y Serenity, pues, es una leyenda por todos los Reinos del Universo," El presunto amor" que había entre ella y Endymion.

Christa ya tenía sus pertenencias bien guardadas para partir, todo ya estaba preparado, incluso antes de que se le fuera concedido el permiso de abandonar su posición como Guardiana. Su intención era fugarse aunque no se le fuera permitido.

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TOKIO, MOMENTO DE LA DESPEDIDA DE SEIYA Y SERENA.

Seiya se despide de aquella mujer que se ha clavado como una astilla en su corazón y parte rumbo a su planeta, sin saber ¿Con qué se va a encontrar, al regreso de su hogar? Lo único que pasa por su mente es que, es claro para él, que siempre habrá un sentimiento entrañable por ella y que esa despedida es algo que quema en su ser. Puede vivir con ello, pero nada será igual, ni el atardecer, ni el cielo estrellado podrán disfrutarse sin siquiera evitar, que su rostro aparezca entre todas esas cosas que se suponen que traen felicidad.

El Reino Tankei, por fortuna también fue restaurado en su totalidad, gracias a aquella fuerza de Seiya y Serenity que cimbró hasta el último rincón, y a la gallardía de aquellas Sailor Guardianas de Kinmoku, que con su poder elevado, pudieron resguardar desde su planeta a la mayoría de las personas.

La Princesa Kakyuu ya aguardaba junto con el resto de las Sailor Starlights, la llegada de su querido Caballero de armadura de fuego.

--¡Siento como la presencia de él, está próxima a nosotros! — Emocionada Kakyuu, alerta a las demás, pues ya sentía la energía de Seiya aproximándose al lugar.

Un aura luminosa comienza aparecer entre los jardines del Castillo, pero lo que los demás no sabían, es que Seiya dejó de vestir una armadura, y ahora, aparece frente a ellos con la apariencia de todo un Príncipe, con todo y la pomposidad que debe de tener uno.

Aun así con la sorpresa que les ha causado el verlo de esa manera, no impide que todas se apresuren a recibirlo con la calidez de la hermandad que siempre han tenido las 4.

Después de cruzar algunas palabras, Yaten se dirige a Seiya con tono pícaro <<Bueno, pues hay alguien que ya lleva rato aguardando tu llegada>>