Acto 34 "Final Seiya"

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Presente. Planeta Kinmoku

En la noche sólo había espacio para ellos dos, nadie más existía. Ella sonreía sin poder dejar de mirarlo, mientras que él no dejaba de acariciarle, pues para él, ya era un ritual hacerlo...

--¡¡Conté los minutos, para estar contigo bajo las estrellas como en este instante!!... Los segundos fueron insoportables tan sólo de creer que nunca llegaría una noche como esta, en la que pudiera besarte y decirte  CUÁNTO TE AMO SERENA>>

El panorama entre ellos era mágico, estaban bajo la cúpula de estrellas, donde las 4 Lunas de Kinmoku quedaban de fondo. En el cuerpo de ella se siente la excitación en su respiración, tan sólo por tenerlo cerca, pues había esperado tanto este momento. La felicidad tiene un nombre, y siempre lo había tenido y es "Seiya". Serena se promete en ese lugar y en ese momento, que jamás volverá aplazar, por nadie, su felicidad... Ni siquiera paso por su mente el nombre de aquella intrusa, que con mentiras intento despojarla de algo que le pertenecía a ella, así como ella, le pertenece a Seiya.

Ambos están aún sobre el césped, de los Jardines de Tankei. Serena cierra sus ojos entre cada beso, abrazando el instante, sientiendo esa vibración que se va trasladando por todo su ser. Todo se siente como aquella primera vez en que empezó todo. El aroma tan sutil y delicioso de Seiya, le hace recordar la emoción de aquella noche en su balcón, donde quedó felizmente dormida en su cama, abrazada a sus prendas, porque habían quedado impregnadas con el perfume de él. Y pensar que ahora pudiera dormir pegada a su pecho, escuchando el latir su corazón... Tan sólo imaginarlo, ella pronto comienza a desear más de él.

Seiya sabe, que el cuerpo de ella lo desea tanto como él anhela el de ella

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Seiya sabe, que el cuerpo de ella lo desea tanto como él anhela el de ella... Tienen el apetito de undirse en uno sólo, como lo dicta la ambición de dos cuerpos ardientes por placer.

Él se sienta, para atraer el cuerpo de ella hacia él, hay mil emociones que se disparan por todas direcciones. Tanto han pasado en esos últimos meses, que es inevitable no sentir como la llama arde desde sus entrañas, y se ve reflejada en el brillo de sus miradas. Serena se levanta y le estira la mano, tiene un brillo especial en sus ojos, puestos sobre él... Como una invitación para ir a un lugar más especial. Y él, ya sabe cuál es el lugar indicado, donde después de caminar todo una vida solo, ahora podrá recostar su alma junto al de ella.

 Y él, ya sabe cuál es el lugar indicado, donde después de caminar todo una vida solo, ahora podrá recostar su alma junto al de ella

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RESURRECCION              S.M. CosmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora