El comienzo.

Capítulo 3.

Nota de Autora: Originalmente planeaba subir un capítulo cada semana, pero entonces la vida se interpuso. Prometo que haré lo posible por actualizar por lo menos una vez al mes y capítulos más largos, así que por favor no pierdan la paciencia. ^^

Alternando su atención entre la importante decisión a la que se enfrentaba, y dar seguimiento y resolución a algunos asuntos relacionados a sus tierras y alianzas, Sesshoumaru mantuvo su mente ocupada por más tiempo del que debería, pasando casi dos días en su estudio, saliendo únicamente para cosas necesarias como dormir o tomar un baño. Esto, por su puesto, causó que rumores comenzaran entre los sirvientes acerca de qué podría tener tan ocupado a su señor y si estaría relacionado con el mensaje que había recibido y que lo había enfadado lo suficiente como para cortarle el brazo a Sokitsu.

Dos días el joven señor del Oeste reflexionó si debía o no actuar respecto a la fortuna del pequeño hanyou. Estaba perfectamente consciente que era su hermano menor, y que, por tanto, tenía una responsabilidad como el mayor, sin embargo, Sesshoumaru no sabía nada sobre criar cachorros, mucho menos hanyou, y sinceramente no tenía gran interés en siquiera intentarlo.

No sabía siquiera cómo lucía, y su aroma apenas lo había logrado discernir entre el aroma a humanos, humo y alimento que había en la mansión donde Inuyasha y su madre habían sido acogidos.

Enun inicio decidió que no era su problema, pero en esos dos días no dejó depensarlo, hasta que, al segundo día, ganó su sentido de deber y compromiso quetenía con su difunto padre. Seguramente él habría deseado que cuidase de su hermanomenor... además, suficiente problema causaba que el cachorro tuviera sangrehíbrida. No había forma en que a esto se sumara una vergonzosa muerte tempranacausada por algo ridículo como hambre o seres inferiores. Con esto en mente fueque, finalmente, el joven señor del Oeste partió en busca del muchacho.