Nota de Autora: Nota de Autora: ¡No estoy muerta, lo juro! XD He tenido un tiempo difícil con mis horarios laborales, y realmente he extrañado continuar esta historia, pero No la voy a abandonar ^^ Disculpen la larga espera y espero que les guste este capítulo. Haré lo posible por seguir actualizando por lo menos una vez al mes, pero espero poder volver a hacerlo semanalmente. Gracias por su paciencia y apoyo! ^^
Al volver al palacio, Sesshoumaru ordenó que prepararan una habitación para el pequeño príncipe del Oeste, quien viviría en el Palacio a partir de hoy, así como una cena adecuada, el cuarto de baño y una muda de ropa para el pequeño. Ya con sus órdenes, los sirvientes se apresuraron a cumplir lo que su amo mandaba, y dicho amo llevó al cachorrito con él hacía una estancia que daba al jardín. Allí, a la luz de la luna y las velas, se dedicó a observarlo con cuidado.
Así que este era su hermano menor. Inuyasha vestía el traje que alguna vez había pertenecido a su gran padre, arreglado para que pudiese quedarle. Tenía una apariencia bastante humana, parecida a la que los youkai mantenían al sellar su verdadera apariencia en una forma pequeña, y eso, estaba seguro, era debido a la poderosa sangre que había heredado del general, ya que, si el youkai que tuviera un hanyou era débil, la cría posiblemente tendía una forma considerablemente menos humana. O eso había oído.
Con cuidado separó una de las manitas para que soltara su haori, examinándola ahora. Por lo que podía ver, podría usar esas garritas para pelear como los demás miembros de su familia. Era buena idea comenzar a fijarse en todo esto, pues estaría a cargo del entrenamiento del pequeño, y debía saber hasta qué punto debería modificar el entrenamiento, que él mismo había tenido, para entrenar ahora al cachorro. Le daría esta semana para reponerse y acostumbrarse al palacio al tiempo en que lo observaba y decidía qué hacer para comenzar a criarlo adecuadamente.
-¿Mi señor?- preguntó tímida y cordialmente una sirvienta del otro lado de la puerta -La cena está lista.- concluyó.
Ah. Estaba tan centrado en su hermano, que no había escuchado la lejana campanita con la que los cocineros señalaban a los sirvientes que la comida estaba lista. De ser así, se habría encaminado al comedor con el cachorro. -En seguida iremos.- fue su única respuesta, escuchando a la mujer murmurar una sumisa afirmación antes de retirarse.
Volvió a mirar al pequeñito en sus brazos -Inuyasha.- llamó, pero el pequeño estaba profundamente dormido. Elevó su mano libre y tocó el borde de una orejita triangular, viendo cómo se movía rápidamente, como si quisiera espantar una mosca. Sesshomaru sonrió ligeramente, entretenido por ello, repitiendo el contacto, y viendo al pequeño no sólo mover su orejita, sino comenzar a removerse en su sueño. Tocó una última vez, viendo cómo ahora hasta la manita del cachorrito se unía a tratar de espantar lo que tocaba su orejita, pero la mano de Sesshoumaru ya no estaba allí, y, en su lugar, lo movió ligeramente -Inuyasha.- repitió con un poco más de firmeza. Esta vez, las orejitas del cachorro se movieron y sus ojitos dorados lentamente se abrieron, y, al enfocarlo, se alarmó por un momento, pero poco después sus más recientes recuerdos volvieron a él y pareció tranquilizarse. Lo había reconocido. -Es hora de cenar.- le anunció, bajándolo y encaminándose a la puerta.
El muchachito lució ligeramente decepcionado de no poder seguir en brazos de su hermano, pero no se quejó, probablemente porque no quería molestarlo y provocar que se arrepintiera de acogerlo, pero la mención de la comida había provocado que sus orejitas se irguieran y orientaran al frente. -¿Cenar? ¿Qué hay de cenar, Se-...Shessh..uhmmm..Nii-ni?- preguntó el pequeño, en su inocencia. Su nombre aún le era difícil de pronunciar, así que llamarlo por su parentesco era lo siguiente mejor.
Sesshomaru se sintió ligeramente desorientado al ser llamado así, por lo que no respondió de inmediato, pero cuando finalmente lo hizo -Comida a la que no debes estar acostumbrado.- fue su respuesta, aunque casi comete el error de sobresaltarse en cuanto escuchó un pequeño quejido de miedo del cachorro, quien corrió a escudarse tras sus piernas, aferrando su hakkama. Sesshomaru lo miró y siguió su fija mirada hasta unos sirvientes que miraban con curiosidad pero intentando mantenerse discretos. ¿Qué podía haberlo asust-? Eran youkai.
Seguramente todo contacto que había tenido con youkai había acabado en miedo y dolor para el pequeño. -Ellos no te harán nada. Son sirvientes en este palacio. Ellos te servirán con la misma lealtad que a mí.- dijo, y estás palabras fueron tanto una explicación para el pequeño, como una orden para los sirvientes, quienes hicieron una profunda reverencia en señal de acatamiento a sus palabras.
Sesshomaru empezó a caminar de nuevo, ignorando la todavía insegura y asustada mirada del pequeño, quién, negándose a separarse de Sesshoumaru, se apresuró a su lado y, en un infantil impulso, tomó su mano. El mayor de los hermanos se detuvo y lo miró, notando su mirada y orejitas gachas. Sesshomaru se contuvo de suspirar "Compórtate como un principe." Había estado por decirle, pero justo entonces Inuyasha levantó sus ojitos hacia él, dedicándole una mirada tierna y suplicante. Esos ojos de cachorro.... Sesshomaru no encontró el coraje de apartar su mano y menos de decirle aquello, por lo que sencillamente siguió caminando con el pequeño aferrando su mano con esos pequeños deditos.
La cena fue otra completa novedad para Inuyasha, quien, al ver y oler los extraños platillos, casi crudos, que habían sido preparados para ellos, se quedó allí sin saber si eso realmente se comía, pues no se parecía en lo absoluto a la comida humana que hasta ahora había comido...afortunadamente su desconfianza no duró, pues el hambre y ver a su hermano mayor comenzar a comer, fueron suficiente estímulo para que el pequeño hanyou atacara el platillo que tenía enfrente, una parte pequeña pero poderosa de su instinto de supervivencia haciendo que comiera deprisa, temiendo en cierta forma que no pudiera volver a comer pronto...aunque tras el primer bocado de intenso y desconocido sabor, su joven boca se saturó y el cachorrito se congeló un momento. Sesshomaru había mirado el proceso completo del pequeño y estaba secretamente entretenido. Notó la miradita que el pequeño Inuyasha le dirigió, la cual era característica de su edad y parecía sugerir un puchero, pero no era muy sencillo de notar viéndolo con sus mejillas conteniendo el bocado todavía. El mayor estaba seguro que el pequeñito dejaría de lado la comida y ya estaba pensando en cómo responder si se quejaba, pensando en decirle que debía aprender a comer ese alimento también...pero el pequeño hanyou estaba lleno de sorpresas.
Lo que Sesshoumaru estaba seguro que lo vería escupir, el cachorro continuó masticando lentamente al principio, pero poco a poco comenzó a normalizar su velocidad, y no sólo eso, sino que lo tragó y tomó el siguiente bocado. Sesshoumaru no podía evitar mirarlo con cierto asombro a pesar de que no detenía su propia alimentación, y, tras un rato, se percató de algo más...los ojitos de Inuyasha lucían húmedos con lágrimas no derramadas, y ni siquiera así lloró. No parecía gustarle para nada el intenso sabor desconocido, pero estaba haciendo todo lo posible por complacer al mayor y también saciar su propia hambre...tenía valor para su edad...
Quizás no sería tan complicado criarlo...
Notas finales: "Nii-ni" es como he escuchado que los niños japoneses muy pequeños llaman a sus hermanos mayores, por si se lo preguntaban ^^
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El comienzo.
FanficInuyasha y Sesshoumaru se han conocido por mucho tiempo. ¿Pero cómo se conocieron? ¿Cuánto llegaron a conocerse y por cuánto tiempo tuvieron la oportunidad de hacerlo?