Melifluo × wos

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« Estoy cayendo en todos los buenos momentos»

Nix.

Río por las cosas que cuenta Manuel.

- Sos un boludo - comento a carcajadas.

- Pero me querés así - exclama riendo.

- Eso es verdad - afirmó señalandolo.

Sonreímos mirándonos y cuando siento calor en mis mejillas, desvío la mirada.

Tomo otro trago de cerveza y volteo a mirar a Valentín.

- Con vos no tuvimos tantos recuerdos pero fuiste importante para los dos - cuento mirando al ojiazul - Nos hiciste más unidos a todos aparte de tus dotes para cantar y superarme a mí en la bomba.

- ¿Vos también estuviste en la bomba de tiempo? - pregunta con asombro.

Asiento.

- Estuve hasta los cinco, mi mamá nos mandaba a mi hermano y a mi, yo tenía dos años y puedo presumir que tenía buena percusión por lo que me contaron - relato acordándome de aquellos tiempos - a los cuatro seguí pero vos empezaste a aparecer más en el taller y ya cuando tuviste tres, yo me fui. El único que seguía era mi hermano hasta que pasó lo inesperado y nos mudamos, nos traía malos recuerdos seguir ahí.

Maia se larga a llorar y al instante Valentín la abraza.

- Es que yo prácticamente viví con ustedes dos y tú madre, eran todo lo que estaba bien en la cuadra, suena egoísta por qué hay mucha gente buena pero tu mamá estuvo más presente que Alejandro en el embarazo de Manuel.

- Tenemos que organizar y que te reencuentres con mi mamá, ella va a estar feliz de volver a juntarse con vos - posó mi mano arriba de la suya y la acarició, tratando de reconfortarla.

- Espero que si - susurra y mira su reloj - es tarde, tendríamos que volver ya.

Los chicos están de acuerdo, pido la cuenta y pago, omitiendo las quejas de los oliva.

Salimos del restaurante y abrazo a los tres.

- Gracias por aceptar comer conmigo, cuando esté devuelta en buenos aires, busco a mi mamá y vamos a visitarlos, ¿Viven donde siempre? - pregunto.

- Si, pero la remodelamos toda - comenta feliz Manuel.

Asiento y vuelvo a abrazarlos.