Enero 15 de 2017
Querido Tao:
No deberías confiar mucho en mis palabras, confía en mis acciones, en mis expresiones, en la manera en la que me comporto cuando estoy junto a ti porque en esos momentos no puedo mentir, o fingir. En esos momentos soy yo en toda mi extensión.
Te dije que te daría una oportunidad y no es lo que estoy haciendo, yo, me estoy cerrando, pero no puedo evitarlo, me da miedo todo esto, sentirse querida es una experiencia nueva para mí y se me hace difícil de aceptar.
Además, tú me das miedo, porque todo lo quieres hacer tan rápido. Y no lo digo porque me hayas pedido que tenga sexo contigo (si lo hubieras hecho no estaría en este estado, te habría mandado al diablo con facilidad), me refiero a tus actitudes hacia mí. Por ejemplo, la semana en la que decidiste venir todos los días en la noche a mi casa para hablar conmigo y tuve que decirte que dejaras de hacerlo porque no me sentía cómoda con ello.
Me dijiste que lo hacías porque querías aprovechar mi internet para hacer cosas en tu Tablet, pero ambos sabemos que lo hacías porque querías pasar tiempo cerca de mi o conmigo. Lo cual no está mal, me gusta pasar tiempo contigo, pero solo el que yo decida dedicarte y cuando decida hacerlo, no me gusto que me quitaras el poder de esa decisión.
Además, yo no estoy acostumbrada a recibir chicos en casa y mi familia tampoco, así que cuando empezaron a verte llegar tan seguido asumieron que ya éramos pareja y empezaron a presionarme sobre el tema. Y lo cierto es que me negué a pasar por presiones de este tipo sin ser necesarias.
Por eso y porque no me sentía preparada con todo el tema en general, te pedí que dejaras de visitarme. Aunque fue de la forma más brusca y descortés, por lo cual te ofrezco una disculpa, pero como te dije en otra ocasión, si en verdad quieres tener algo conmigo, debes conocerme primero y tenerme paciencia.
Lo que me da un poco de risa es que pareces gustarle más a mi mamá que a mí.
Cuando mi hermana era visitada por mí cuñado, mi mamá lo echaba cada día muy puntual a las nueve de la noche, pero contigo no fue así.
Eran las diez de la noche y nosotros a pesar de tener la puerta cerrada como clara señal de que era hora de dormir, estábamos sentados en la sala charlando. Lo peor de todo es que mi mamá estaba ahí con nosotros metiéndote de cuanto tema de conversación y yo toda nerviosa por tu presencia y la de mi madre. No sabía a donde mirar, como sentarme, de que hablarte, o como decirte que te fueras.
Lo cierto es que nunca antes había tenido que pasar por esta situación porque nunca he tenido novio, y hasta ti, a todos los chicos que se interesaban en mi los rechazaba.
Es más, recuerdo cuando Chart Miora trato de conquistarme por meses, y como era tan intenso, una tarde me vio sentada en la terraza de la casa y al notar una silla junto a mí, se auto invito a sentarse y se dedicó a hablar conmigo.
Yo estaba leyendo un libro de lo más interesante en mi celular y tuve que detener mi lectura para no ser grosera con él, pero sus temas de conversación eran tan vagos, me repitió la misma frase seis veces en menos de tres minutos:
− ¿Qué más? ¿Qué me cuentas?
Y yo con mi cara de puño, porque no se largaba, no me dejaba leer y encima no sabía mantener conversaciones de mi interés.
Afortunadamente mi mamá se dio cuenta de la visita no deseada y me llamó a comer, por lo que entré a la casa dejándolo solo donde estaba por casi una hora, pero aun así no se fue. Al final me harté y le dije que me pondría a hacer tareas y me quité de su vista. Me encerré en mi habitación y no salí hasta que mamá me aviso que Chart ya se había ido. Uf.
Sé que fue muy cruel de mi parte, pero de verdad que ya había intentado hacerle entender por todos los medios que no me gustaba, por tres razones: Primero, no me parecía atractivo, segundo, era un vago porque no estudiaba ni trabajaba y tercero, era demasiado intenso.
Sin embargo, el parecía no entenderlo, por muy grosera o cortante que yo fuera con él. Tuve que dejarlo en visto en redes y huir de él en persona por meses hasta que finalmente desistió.
Supongo que a ti no te fue tan mal aquel día, ahora que sabes mi precedente. Ahora bien, contigo me pasa que no sé cómo hacerte entender que apenas nos estamos conociendo, es decir, me di cuenta que te has hecho una idea de mí un poco diferente de como soy en realidad, y a pesar de todo eso, me escribes cosas como "eres todo lo que quiero en mi vida", "Te amo", o que te ves casado conmigo y formando una familia.
Estas cosas solo me hacen tener dos reacciones: estupefacción y molestia. Diablos Tao, ni siquiera nos hemos besado, para decir que tus hormonas te hacen decirme esas cosas.
Para empezar si me preguntaras, sabrías que casarme no está dentro de mis planes por ahora. Además, podría tener sida, ser hermafrodita, transgénero, sufrir de esquizofrenia, ser cleptómana, o muchas cosas igual de importantes que no me has dado la oportunidad de contarte y que te podrían hacer rechazarme o incluso odiarme como para que ya me estás diciendo que te ves casado conmigo.
¡Ni siquiera hemos tenido nuestra primera cita!
Yo podría pertenecer a una secta y tú eres cristiano, o ser estéril y tu hablándome de hijos. Podría consumir y vender droga, o ser una persona terrible en muchos sentidos, el mundo y las personas estamos tan dañadas en estos tiempos, que no entiendo cómo es que puedes enamorarte tan rápido de una persona sin conocerla bien. Incluso podría estar vendiéndome por dinero de manera clandestina y tu hablándome de matrimonio.
Entiendo que es algo que no ves suceder justo ahora, pero no es algo que se deba estar diciendo a las dos semanas de comenzar a hablar con alguien, aunque la conozcas desde hace mucho tiempo. A no ser que digas esas palabras tan deliberadamente como cuando le preguntas a alguien cómo está sin que te importe su respuesta, o porque hace parte del repertorio de "frases para decirle a una chica que intentas conquistar".
Entérate que me hacen sentir bastante desubicada esas palabras.
Por ejemplo, algo que debes saber de mí, es que nunca le diría a una persona "eres mi vida entera" salvo que fuera a mis hijos, y ni siquiera estoy segura de querer tener bebés, menos todavía se lo diría a mi pareja. Porque si mi relación con esa persona acaba, aunque probablemente rompería mi corazón, no significaría el fin de mi vida. ¿Entiendes a lo que me refiero?
A lo mejor no me supe explicar muy bien esta mañana cuando me enviaste aquella imagen por WhatsApp acompañada de esas palabras, pues me dejé llevar por el enojo y lo absurdo que me pareció la situación, pero es esto que intento explicarte ahora, lo que quise hacerte saber.
Es solo que... en el momento en que tenemos estos choques, yo mecánicamente te rechazo, atacó o enfurezco contigo, no soy capaz de expresar mis ideas claramente y solo puedo pensar en que somos tan distintos que no deberíamos estar juntos.
Tal vez yo sea la hormonal y estoy exagerando pero es que esta es la primera vez que salgo con alguien, la primera vez que me he abierto y expuesto ante un chico y no tengo ni idea de que hacer o como actuar, mucho menos como sentirme al respecto.
Todo esto es nuevo para mí y lo cierto es que probablemente me cierro tanto porque tengo miedo de salir lastimada. O porque así soy yo, no lo sé.
No obstante, en una de las ocasiones en la que me escribiste cosas de ese tipo, te escribí:
− Paciencia, pequeño saltamontes.
Una frase de mi libro favorito, Bajo la misma estrella, que a raíz de todo se me ocurrió que lo leyeras, porque siempre he pensado se puede saber mucho de una persona a través de sus más grandes gustos o pasiones y los míos son leer y escribir.
Veamos si aprendes algo de mí leyendo mi libro favorito. Veamos cómo te va.
Con amor,
Hayley.__________________________________________
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Nos leemos pronto✂️💛
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Con amor, Hayley.
Teen FictionEncontrar a la persona indicada a veces no es suficiente, ¿Qué sucede cuando descubres al amor de tu vida y aún asi no puedes estar con el? Hayley y Tao han tenido una particular historia de amor, nunca han sido novios, y ni siquiera se han dado su...