Sempiterno

φιλος

«a m a n t e»
Capítulo 8: El clan "desobediente" está junto otra vez.

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Pronto la noche cayó, y el cuarteto se encontraba en el bar disfrutando de una merecida cerveza cada uno. La música era ideal para el ambiente, todo eran perfecto a ojos de todos, el lugar comenzaba a llenarse pero no de mala forma, esta era la noche adecuada.

—Se los juro, el profesor estuvo frente a mí todo el exámen. Creía que haría trampa. —dijo Roger, en la plática.

—Era muy seguro que copiarías. —le respondió Freddie.

—Ya eres la segunda persona que me dice esto. —Roger fingió un llanto—. Nadie confía en mí.

—Yo sí, amor. —y Brian le dió un pequeño beso en la mejilla que hizo reír a Stolas y Freddie.

—Por favor, si van a demostrarse amor allá está el baño. —señaló la castaña hacia el fondo.

Así el tiempo transcurrió, no quisieron irse pronto puesto que estaban escuchando los rumores de que una banda se presentaría esa noche y, que mejor, Brian y Roger llevaban tiempo tocando y no viendo tocar, sería una gran noche, así la sentían todos.
Excepto Freddie quién llevaba una carga pesada en sus hombros, ¿Cómo decirle a su hermano que estaba aquí por órdenes de su padre? Porque él era el famoso Astaroth, el gran duque del infierno, hijo no directo de Lucifer pero aún así adorado por el mismo, el Dios de la vanidad, el tentador. Era claro que él no deseaba separar aquella unión que tenía frente a él pero debía hacerlo, ya se lo habían mandado y no quería recibir el mismo castigo que recibió hace tiempo por desobedecer las órdenes de su progenitor. Se sentía el peor ser en la vida y, aunque así lo fuese, no podía negar que esta ocasión hacer esto lo estaba matando internamente. Esto era o ra de los tontos sentimientos humanos.
Todos en la música y las cervezas, jamás se dieron cuenta que una chica estaba poniéndoles mucha atención, esa chica junto a otro chico castaño.

—Oigan, ¿Conocen a esos chicos? —preguntó Stolas, señalando con su barbilla la mesa contra de ellos.

Y en ese instante que todos voltearon, o al menos Freddie, sintió que todo su mundo se derrumbó. No pudo evitar levantarse e ir hacia esa mesa específico. Esa mesa tenía todo lo que siempre quiso alguna vez, lo que siempre ha anhelado ver de nuevo y que ahora lo estaba haciendo. Estaba el amor de su vida. Brian no lo dejó pasar, conocía ese rostro angélical que los miraba hace rato, y la actitud de su nuevo vocalista era extraña, sólo una persona se ha enamorado tan perdídamente de ese ángel y ese alguien era específicamente si hermano, Astaroth. No había duda alguna y, menos cuando incluso Stolas también lo vió.

—Bri... No conocía esa forma de tu hermano... —dijo la castaña, tomando de su cerveza.

—Ni yo... —contestó el rizado viendo aquél espectáculo que se montaba.