Sempiterno

μαδρε

«madre»
Capitulo 10: Stolas.

♂

—No te atrevas.

Lilith estaba reteniendo con magia al amor de su vida, aunque la fuerza que estaba imponiendo era demasiada aún soportaba pues poco a poco comenzaba a zafarse.

—Deja a mis niños en paz. —le pidió Lilith a Lucifer.

Pronto Stolas y John estaban en la escena, llegaron casi al tiempo que Lilith y Astaroth. Todo era un total drama, nadie sabía que hacer para evitar que Lucifer atacara a su propio hijo.

—Debemos hacer algo para retenerlo de por vida, está aún más enojado que cuando fue echado del paraíso. —sugirió John pero nadie tenía idea de qué hacer, excepto Stolas, era quién miraba la escena con miedo, Brian la conocía bien y sabía de antemano que se tenía que hacer.

—L-lo más fuerte que se puede hacer para retenerlo es... Es retenerlo en un cuerpo, algo de carne y hueso, algo que creó el falso Dios.

Y todos sabían de que se trataba, ella era la única que tenía aquella forma naturalmente pero corría demasiado riesgo, si Lucifer entraba en el cuerpo el demonio dentro de la chica moriría; Belcebú había negado varias veces, Roger igual. Todos le pedían que no hiciera semejante cosa pero era su deber proteger a su compañero de vida, era su único deber.

—Puedo hacerlo, conozco el hechizo a la perfección.

—Pero no te dejaré hacerlo, estás equivocada. —le respondió Brian.

—¡Es la única forma! —le gritó, comenzando a preparar el hechizo.

—Stolas, espera... No lo hagas.... —le pidió Roger antes de que la chica comenzara a hablar—, no puedo permitirlo.

—Roger... —le dió una última mirada al ángel—, haz muy feliz a mi Belcebú, ¿De acuerdo? Y Astaroth, John, sean igual muy felices.

Stolas puso en posición sus manos, éstas temblaban al igual que su labio inferior, haría lo que sea por su compañero, de eso estaba segura, para eso estaba creada y no lo quería decepcionar aunque, ahora, lo estaba logrando.

—Carne tenecintur tunere tenebrasque... —y comenzó el hechizo, así atrayendo a Lucifer hasta ella—, p-palatium carcere...

Todos quedaron enismados esperando la respuesta de la chica, simplemente levantó la mirada y ya no estaban los mismos ojos de siempre, estos tenían una tonalidad roja con negro, ahí todos supieron que el hechizo se estaba cumpliendo y que, además, el espíritu de Stolas ya no estaba más en ese cuerpo puesto. Inmediatamente tuvo conciencia se lanzó contra Belcebú de nuevo.

—Tenebris somnum... —Astaroth había lanzado un hechizo de sueño hacia Stolas, consiguiendo así que cayera pérdida al suelo.