Sueño compartido

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Días después.

Media noche.

La suave luz del reloj era la único iluminando aquella oscura habitación, ambos robots se encontraban en recarga. Aunque la luz en realidad no afectaba su patrón de recarga, aun querían mantener la costumbre humana de descansar en plena oscuridad.

Una patada repentina sacudió los sistemas de Guy, zumbó en protesta y se masajeó la espalda, después, otra patada lo empujó hacia enfrente, casi lo sacaba de la cama.

—¡Thomas! —Guy dijo con molestia, se giró al ver a su compañero, quien estaba en plena recarga.

No parecía estar consciente de lo que estaba haciendo, pero se estaba moviendo como si estuviese despierto, lo que sólo significaba una cosa. Estaba soñando, otra vez. Una cualidad que mantuvieron aun siendo más máquina que otra cosa. Sin embargo, los sueños de Guy eran lucidos, era como jugar a ser dios, podía hacer y deshacer a su antojo, podía hasta revivir memorias si así lo quería.

El caso de Thomas era diferente, su cerebro estaba funcional en su mayoría, así que los suyos no eran más que una mezcla de experiencias, miedos y deseos, lo normal para un orgánico. Combinando eso con implantes de procesamiento del pensamiento y como resultado. Los sueños de Thomas eran como estar en realidad virtual, hasta el punto en el que su propio subconsciente no podía definir si estaba despierto o dormido. Lo que causaba un fallo de la parálisis del suelo, y con ello surgían los movimientos involuntarios.

Cuando Guy comenzó a darse cuenta de ello, lo primero que hizo fue contactar a Richard sin que Thomas se diese cuenta. La verdad, no era una condición riesgosa como para decirle a Thomas. Richard no fue muy explícito con la explicación, Guy sólo recordaba que habían tratado un implante de monitoreo, pero este fallaba constantemente y a veces Thomas era paralizado por el dispositivo aun estando despierto. Por lo que, la tarea, pasó a ser de Guy.

De acuerdo con el bioingeniero, Guy tenía dos opciones, despertar a Thomas, o paralizarlo manualmente ingresando a sus sistemas, él fungía como ese monitor que nunca funcionó. Jamás tomaba la primera opción, no tenía caso incomodarlo con algo del cual no podía controlar. Guy zumbó de manera torpe, simulando un bostezo. Tomó uno de sus cables de su nuca y buscó el puerto de Thomas que estaba también en la base de la nuca. Estaba tan adormilado que ni si quiera prestó mucha atención en que puerto precisamente se conectó, en su mente estaba el nublado pensamiento de paralizar a Thomas y regresar a recargar.

Pero un reinicio repentino alteró sus sistemas. Al recuperar la vista, estaba en un lugar diferente, parecía estar en un estudio profesional, pero este no era su estudio, o por lo menos, no el que estaban construyendo.

Guy corrió un diagnostico preliminar, sus sistemas le decían que era un sueño, pero no el suyo, no tenía el control.

—¿Qué demonios hice? —Guy se preguntó en pánico. Estaba encerrado en un sueño orgánico ajeno. ¡Todo podía pasar! Para hacerlo peor, no tenía idea de cómo salir. ¿Cómo hacer que su consciencia regresara a su propio cuerpo?

Al preguntarse eso, se empezó a dar cuenta que sentía el vaivén del aire en su cuerpo, el acto de respirar, aun siendo un robot, la realidad de este sueños empezaba a afectarlo. Más aun cuando empezó a limpiarse el sudor del casco.

—Ok... ok...—se dijo así mismo intentando calmarse—. Debo encontrar a Thomas.

Si mal no recordaba, los humanos tendían a despertar una vez que eran conscientes de que estaban soñando, quizá esa era la solución a su problema, hacer entrar en razón a Thomas y que su despertar terminara la conexión.

Resistir, ser, actuar, amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora