Semanas después.
Thomas tenía que admitir que Guy cumplió con su promesa al pie de la letra. Su hogar seguía impecable y la bola de pelos dejó de causar problemas a medida que fue madurando, este se volvió más calmado. A tal grado que nomás se movía para pedir comida o para pedir salir o entrar de casa. ¿Y para qué se engañaba? Ya le había cogido cariño a cierto punto de buscarlo para acariciarle la espalda y hacerlo ronronear.
—Nyaaar —Escuchó a pixel mientras se sentaba enfrente de la puerta. A lo que Thomas se la abrió.
—Ve a pasearte —. Tras cerrar la puerta, escuchó un timbre del tipo de notificación de dispositivo. Al principio lo ignoró, pero de nueva cuenta se escuchó ese timbre, como si estuviesen mandando múltiples mensajes. Al seguir el sonido, se dio cuenta de que provenía de la tableta que les había otorgado Richard cuando recién se mudaron.
—¿Qué es ese sonido? —Preguntó Guy bajando las escaleras.
—Es lo que voy a ver —dijo Thomas con la tableta en la mano—. Son mensajes de Richard.
"Buen día jóvenes.
En su buzón debe haber un sobre. Este debe contener una tarjeta, en ella están todos los fondos que necesitan para adquirir lo de la lista adjunta. También encontraran unas facturas, las necesitaran para recoger los pedidos correspondientes. Por último, les adjunto este mapa con lugares que le recomiendo visitar, puede que sean de su interés"
—¿Qué dice Thomas?
—Que vayamos de compras —Thomas comentó—. Revisa el buzón, según hay un sobre ahí para poder ir.
—Oh. Interesante
***
Los robots yacían caminando por la acera. De acuerdo a los recibos. Debían recoger unas cosas de una tienda llamada "Clave de Sol" Al llegar, al parecer no había alguien a la vista, hasta que detrás del mostrador salió una persona con varias cajas.
—¡Un momento! —dijo este colocando las cajas aun lado—. Listo ¿Qué se- ¿Thomas?
Thomas flasheó sus ópticos.
—¿Sabe quién soy?
El hombre carraspeó.
—Bueno, Richard me describió como se miraban ahora, me dijo que vendrían.
—Disculpe —Thomas dijo—. Usted parece recordarme pero no lo recuerdo.
—Oh cierto, también me dijo que tenían problemas con su memoria. Soy James. Ustedes solían venir aquí para surtir su estudio —James dijo.
Thomas le cedió las facturas.
—Y parece que volveremos a hacerlo. Richard nos dijo que recogiéramos estas cosas de aquí.
—Eso parece, es un gusto tenerlos de vuelta —James dijo sonriente mientras se retiraba por las cosas del listado.
En lo que esperaban. Ambos robots miraron a su alrededor, había tantos instrumentos en ese lugar, que sólo pasaba por sus mentes intentar a prender a tocarlos todos. Bueno, no todos. Los de sopló ya eran algo imposible. Aun así la idea de ver todo lo que estaba ahí los fascinaba. Thomas en particular, no podía esperar a tener el estudio montado debidamente y ver qué cosas nuevas lograba crear, le era hasta increíble pensar que tiempo atrás lo creyó imposible con su nuevo cuerpo, pero quizá, sólo quizás. Si lo intentaba, puede que su cerebro recuerde a la perfección aquellas notas y composiciones.
De regreso a casa. Thomas se aseguró de habían conseguido todo lo enlistado, al comprobar que no faltaban cosas. Vio que Guy se retiraba de manera sospechosa escalera arriba. El plateado dejó desempacar las cosas y lo siguió en dirección al cuarto de baño, se quedó recargado en el quicio de la puerta, viendo como el dorado se desvestía.
Aquella figura le hizo recordar sus primeros días de consciencia en el laboratorio. Cuando él y Manuel se aferraban uno al otro. Friccionando su piel de hule que le causaba una sensación agradable, esa seguridad de no estar sólo en un momento de estrés y confusión.
—¿Vas a quedarte a mirar? —Guy comentó con unos ópticos picaros—. Hay espacio para ambos.
—Ya que me estas invitando —Thomas dijo, se desvistió y se sentó en la banca junto a su compañero. Tomó la esponja húmeda y comenzó a tallar la espalda de Guy. El dorado arqueó un poco la espalda disfrutando aquel toque, poco después intercambio rol con Thomas.
El contacto los relajo del inevitable estrés que fue salir a la calle. Poco a poco, la fricción de esa esponja pasó a sensibilizar el hule de ambos robots. Creando unas sensación de placer en ambos cuerpos. Sin pensarlo mucho. Guy soltó un gemido leve, cosa que hizo a Thomas detenerse.
—¿Estás bien? —preguntó.
Guy se giró a encarar a Thomas. En silencio recorrió uno de sus dedos por la serie de puertos del cuello en lo apegaba más ambos cuerpos. Thomas entendió el mensaje de inmediato. Tenían tiempo sin intentar intimar, no es que nunca lo hubiesen intentado, pero como los robots que eran ahora. El concepto de fortalecer un lazo mediante el contacto físico tomaba un giro bastante interesante con ellos ¿Cómo hacerlo cuando eres más máquina que musculo?
—¿Quieres experimentar un poco? —Guy invitó ejerciendo más presión entre los cuerpos.
—¿Por qué no? —Thomas contestó.
Al terminar de asearse se fueron a su habitación. Guy empujó a Thomas hasta hacerlo caer sobre la cama. Guy se le encaramó en él y sin esperar, saco uno de sus cables de la nuca para conectarlo en uno de los puertos en el cuello de Thomas.
El plateado de estremeció ante semejante estimulo, recibiéndolo gustoso con un zumbido. Thomas no tuvo tiempo de reaccionar para cuando Guy le sacó un cable de su nuca para conectárselo en si su propio cuello. Haciendo que Guy zumbase al igual que él. Era lo más cercano que tenían. Durante su interfaz. Thomas sintió el latido del dorado como si fuese su propio latido, al mismo tiempo que Thomas le trasmitía a Guy los placeres de la dopamina de su cerebro. Se sentía tan bien, entre ellos se complementaban lo que faltaban y disfrutaban lo que aquello les daba, por poco convencional que esto fuera. Era mejor esto a quedarse con la idea, el deseo y la frustración. La necesidad de aumentar la intensidad del placer, los obligó a conectarse entre sí en los puertos del otro. Hasta que el sobrecalentamiento de sus sistemas a todo galope forzara a ambos a apagarse. Entre zumbidos, caricias y conexiones, basto que ambos tuviesen cinco conexiones en cada uno para alcanzar su límite. Con un largo sonido de estática, Guy de dejó caer en el cuerpo de Thomas y este le siguió de igual manera. Alcanzando el orgasmo más incomprendido que pudo haber existido.
El único cómplice de su aquello. El gato viéndolos fijamente desde su camilla, pues aquellos ruidos le hacían imposible concebir su siesta.
***
Tiempo después, fueron despertados al escuchar ruidos en la cocina. Al juzgar por su reloj interno. Ya era el día siguiente, vaya esa sobrecarga sí que los había noqueado duro.
—Iré a ver que es, espero que Pixel no se esté metiendo en problemas —dijo Guy.
—Más te vale, si rompió algo. A la calle —Thomas bromeó, aunque a Guy no le pareció gracioso tal comentario.
Bajó las escaleras para encontrarse a Pixel usando su rascador, pero seguía habiendo ruidos. Al seguir adelante. Notó que era Richard, quien se estaba preparando una taza de café.
—Ah, ya despertaron —dijo el ingeniero.
—¿Qué lo trae por aquí? —Guy preguntó.
—Su silencio, llamé para ver si habían conseguido todo y nunca respondieron. Al venir vi que estuvieron... Ocupados —dijo alzando una ceja.
Si Guy aun fuese orgánico. Estaría rojo como tomate.
—No soy nadie para decirles que hacer o no hacer, pero si se rompen algo. Tengan en claro que deben ser honestos conmigo —, Richard dijo.
Guy se encogió de hombros.
—Si señor...
—Bien, terminen de montar el estudio, practiquen y refinen su talento. Verán que pronto volverán a componer como si nada hubiese ocurrido —dicho esto, Richard se retiró con la taza de café en la mano.
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Resistir, ser, actuar, amar
FanfictionLos humanos dan muchas cosas por hecho, tantas, que de sólo tener que explicarlas resulta impensable. Pero para este duo robótico es toda una experiencia, buena o mala, cada una los acerca más a su humanidad. Daftpunk [Thomas/Guy][RobotLove][Yaoi] N...