Lacrimosa

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¡Hola!

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Muchísimas gracias por continuar aquí de verdad lamento mucho las largas pausas entre actualización 😥 y les agradezco toodos sus comentarios una enorme disculpa por no poder responderles, pero leo todos y cada uno de ellos, m motivan mucho DaianaVelazquez, MaryPlaza8, Mkijud, RebeFernandez5, JessyHdl, AngelicaArrazolaHern, MaraGilMartnez, JennyR-73, crisalecbloom, GladysElizabethGrego, kari890212, ElizabethHernande381, BiancaCarrillo1, Marialuli66, iAkasha, SamanthaAndy1807, AliceKaeru, VanyMa3, WeiYingGusuLan, montirroch, IlmrTolkien, alba830404, CiomyBane, SoledadReyes709, Vany5ita, akumaquee, GrisslyMarquez, Mara_pudin, user30239949, Malecmine99, YilingLaozuLan, Beautiful-die, no_ytumama, Emmasagre, yolixluz, kaliope98💜💛💜

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También a quienes continúan leyendo y dejando sus votos hasta ahora 💙💚💙

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Magnus nunca se dio cuenta hasta hace dos días de lo realmente horribles que eran las salas de espera en los hospitales. Filas de sillas vacías, servicio de telefonía de mierda y paredes beige estériles cubiertas con las citas inspiradoras más deprimentes que una persona pueda imaginar. El amargo olor a antiséptico mezclado con café rancio barato flotaba en el aire y las zumbantes luces fluorescentes en lo alto hacían que todo lo que iluminaban pareciera completamente sombrío. Magnus se preguntó si era así como se sentía el infierno, porque no podía imaginar nada peor.

En el extremo opuesto de la sala de espera, sentados uno al lado del otro, estaban Robert y Maryse Lightwood, ambos con sus computadoras portátiles, tecleando furiosamente. Parecía que estaban intentando hacer negocios como de costumbre, y Magnus imaginó que no había mucho que los alejara de su trabajo. Le hizo preguntarse cuánto tiempo se quedarían en la ciudad una vez que Alec estuviera fuera de peligro. ¿Unos cuantos días? ¿Una semana? Por supuesto, no le habían dicho una sola palabra a Magnus desde que Alec había ido a cirugía y, definitivamente, no iba a ser el primero en romper el silencio. Especialmente después de su turbulento primer encuentro de ayer.

Jace se había ido hace unas horas. Llevaba a Clary de regresoa Aspen, sintiendo que ella ya había estado lejos demasiado tiempo, pero había prometido regresar al hospital cuando Alec estuviera en recuperación. Magnus sabía que no tenía sentido quedarse con ellos, el Dr. Carson había dicho que la cirugía tomaría varias horas y que no había nada que hacer excepto sentarse y esperar. Pero una parte vulnerable de Magnus deseaba que hubieran estado allí con él. No porque tuviera algo en particular que decir, pero le hubiera gustado tener gente a su alrededor que no lo mirara como si fuera un intruso. Por mucho que Jace pudiera ser un verdadero dolor en el culo a veces, se había acostumbrado a su presencia en las últimas 48 horas. A decir verdad, Jace había encontrado de alguna manera su camino hacia la corta lista de personas en las que Magnus podía confiar. Aunque terco y a menudo arrogante, Jace tenía esta cualidad genuina en él. Era valiente, ferozmente leal, y alguien que haría cualquier cosa para proteger a las personas que le importaban. Incluso si eso significaba arriesgarlo todo. Magnus tenía que admitir que, por mucho que lo odiara, la felicidad de Alec era ahora su punto en común. La única forma de reparar el daño hecho por Sebastian era trabajar en equipo para mostrarle a Alec la verdad de lo que había sucedido. Entonces de alguna manera convencerlo de perdonarlos a ambos.

Sinfonía Agidulce - Bittersweet SymphonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora