Madre Sabe bien

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Estabamos llegando a casa y vimos a matias en el umbral de la casa besarse con un muchacho un poco mas alto que el, la escena era preciosa a la vista y te llenaba de un no se que, jeronimo pego un bocinazo lo que hizo que matias se asustara y quisiera romper el beso.

Yo: jeronimo ¡no hagas eso!
Jeronimo: amor ¿ves lo que yo?
Yo: ¡por favor! Ambos ya lo sabiamos.
Jeronimo: eso no, yo hablo del hombre que esta sobre nuestro bebé
Yo: ¿ahora si es un bebé?

Me molestaba un poco la actitud de jeronimo, asi que sin romper el encanto del beso estacionamos es auto y nos metimos a la casa.

Jeronimo: voy a la ventana
Yo: ¡disimula!

Le dije susurrando y el se fue a la ventana de la entrada y yo por la de la cocina observe. Ese rostro lo habia visto en algun lado pero ¿donde?
Ellos se sonreian y se despedian, hasta que note al muchacho mayor decit amigo y hacer comillas al aire, ese rostro sin duda alguna me era familiar. Jeronimo entro corriendo a la cocina y me miro con la ceja alzada mientras cruzaba los brazos y yo aun veia por la ventana.

Yo: ¡admitelo! Es divetido.

Dije sin quitar la vista de la ventana.

Jeronimo: alicia ¿que opinas de ese viejo?
Yo: no es viejo, seguro es solo unos pocos años mayor.
Jeronimo: ¡me indigna que tu dejes a ese depravado con nuestro bebé! ¿Y si lo lastima?
Yo: lo mismo hablaban mi mamá y mi papá de ti.

Dije yo apartandome de la ventana y volviendo a guardar la comida que se compro en el super. Ya entendia porque mamá siempre me dejaba libre y papá no dejaba su estres nunca que estaba con jeronimo y una sonrisa se dibujo en su rostro.

Jeronimo: prometo no actuar como tú padre.

Dijo el y levanto las manos en señal de rendición, a lo que yo me rei.

Yo: eso espero ¡viejo verde!

Dije poniendo una mano sobre su pecho y me rei. Divise a Matias entrar y lo llame.

Yo: hijo ¡ven aqui!

Sus ojos se abrieron y su cara se puso roja, el sabia que fuimos nosotros los que tocamos la bocina pero prefiero quedarme callada y esperar a que el mismo me lo diga. Se acerco a la cocina y dijo.

Matias: ¿si mami?

Yo lo miraba con dulzura, antes de hacer nada debia primero saber quien era ese muchacho espantozamente conocido. Solte al fin.

Yo: ¿como te fué hoy?

Matias se relajo y solto la mochila. Se sento en la mesa de la cocina mientras jeronimo lavaba los trastes.

Matias: bien mami ¿y a ustedes?
Yo: bien mi amor ¿quieres algo de comer?
Matias: ¡si tengo mucha hambre!

Le prepare un sandwich, era lo más ligero para que aguantara hasta el almuerzo que ya me disponia a hacerlo, lo mire de reojo y sus ojos brillaban cual ojos de quinceañera emocionada y me recordo cuando conoci a jeronimo, cuando me pidio ser su novia, nuestra primera cita, cuando me propuso matrimonio, cuando le dije que estaba embarazada y mucho más. Matias era identico a mi y Stella era identica a Jeronimo, hablo de las actitudes todas siempre diferentes.
Le di el sandwich y me gire para empezar a preparar la comida.

Matias: ¡gracias ma!

Dijo el con la boca llena.

Jeronimo: hijo, hacer eso es de mala educación.
Yo: perdona pa.

Dijo el con un tono de voz bajito, despues de terminar su sandwich se levanto, tomo su mochila y yo le mire con atención.

Matias: ire a cambiarme ma, Gracias por el sandwich.

LimerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora