14. "Buenas Noches, ángel"

828 17 0
                                    

Continuamos hablando de cosas sin sentido. Me preguntaba si alguna vez alguien había logrado estar con Jai de esta manera ¿sería yo la única que logro lo que miles de chicas en el instituto deseaban? No debería importarme, yo estaba haciendo lo que a mi me hacía bien y al parecer eso significaba estar con el... obviamente estar con él en el sentido de ser amigos.

A eso de las siete me llevo a casa, sus padres ya se habían ido ya que no habían autos estacionados en la calle. Me despedí como siempre y entre a casa. Mi madre se encontraba en el sillón cruzada de brazos. Sí, estaba en problemas.

- No saludaste, me dijiste que volvías en dos horas y te fuiste cinco, no me pediste permiso para salir- enumero cada cosa que hice y se levanto del sillón-. ¿Alguna explicación?

- Creo que ya sabes la razón. ¿Cuántas veces te he dicho que ese hombre no me cae bien? ¿Cuántas?- repetí al ver que no me contestaba-. Puedes pedirme de todo, de todo menos ser amable con ese tipo.

- Es mi jefe- repuso.

- No me importa que sea tu jefe, eso no lo hace una persona más importante para mi. Sigue siendo la misma basura- contesté-, y no me importa cuantas razones para tratarlo bien me des, no cambiaré.

Mi madre asintió frustrada, cuando me ponía algo en la cabeza no me lo sacaba y era completamente insoportable. Ahora me cambiaría de tema, ya no había más que hablar sobre esto.

-Jenna llamó- me avisó con tranquilidad mientras se volvía a sentar-, le conté que estabas con Daniel. ¿Quién es ese chico?

- Un amigo, simplemente tenía que devolverle su chaqueta.

- ¿Están en algo? ¿Se gustan?- pregunto-. Sabes que puedes contarme si quieres.

- No estamos en nada más que en una buena amistad y no, no me gusta- contesté-, además teníamos que terminar un trabajo.

- La misma excusa que le dije a mi madre la primera vez que me encontré con tu padre- me echo en cara riendo. Suspiró angustiada al acordarse de eso-, me gustaría conocerlo algún día podrías traerlo a casa.

- No creo que sea posible, somos amigos nada más- repetí. Antes de que pudiera seguir preguntándome sobre Daniel subí a mi cuarto. Intenté abrir la puerta pero luego recordé que estaba cerrada. Busqué la llave en el bolsillo de mi pantalón y la abrí. El corazón se me acelero al ver que mi armario se encontraba abierto por lo que yo recordaba lo había cerrado antes de salir. Alguien había entrado. Debajo de mi cama había un papel bastante grande, me temblaban las manos. Sabía de que se trataba pero no podía creer que alguien haya podido entrar a mi cuarto cuando la habitación estuvo cerrada con llave.

Estaba en mis sospechas, no pudo haber sido Jack. El estaba en el pasillo cuando yo salí de mi habitación. El vio como cerré la puerta y como me quedaba con la llave, estuvo todo el tiempo con mi madre y su esposa almorzando. Mi madre hubiera sospechado y de la nada se salía de la casa. Suspiré, no quería abrir el papel pero tenía que hacerlo.

-Ambar, ¿que quieres cenar?- pregunto mi madre haciendo que me sobresalte. Arrugue el papel y lo guarde bajo la almohada-, ¿que tienes ahí?

- Nada- respondí débilmente-, solo... una hoja de mi diario.

- Ya veo... bien ¿quieres que pida una pizza?- asentí, quería que salga de aquí lo más rápido posible.

Cuando mi mamá salió del cuarto volví a sacar el papel de debajo de la almohada. Casi me descubría ¿que pasaría si ella encontrara los papeles en mi cuarto? creo que no estaría en un problema, estaría muerta. A mi mamá no le gusta que le oculte las cosas y tarde o temprano se termina enterando de todo. Solo que si de esto no digo nada, no tendría porque darse cuenta. Abrí el papel y cerré los ojos, quería hacerlo cuando este segura de que ahora no me pasaría nada. Recordé las palabras que Jai me había dicho hoy por la tarde "Tu madre esta a salvo y tu también por ahora" eso querría decir que nada podría pasarme.

Caring From Heaven. [Jai Brooks]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora