Caring From Heaven. [Jai Brooks]

9. "Cita doble"

Después de una larga noche ya me había levantado. Era de mañana todavía pero suponía que Jenna ya estaba despierta... bah eso creía porque ya la he llamado como cinco veces y no atiende. Seguramente me matará si estaba durmiendo, pero bueno, esto de la idea de la pijamada me tiene entusiasmada.

- ¡Jenn, al fin contestas! Soy Ambar.

Me senté en el sillón y acomodé mis pies arriba de la mesita. Mi mamá odiaba que haga eso pero ella no estaba, se había ido a comprar.

- Me acabo de dar cuenta que tenía ocho llamadas perdidas tuyas- rió-. ¿Qué pasa?

- Ayer por la noche se me ocurrió hacer una pijamada. ¿Qué dices? Tu, Amy y yo.

- ¡Estaría genial! Podría ser en mi casa, en mi habitación entraríamos sin problemas. Tengo unas cuantas cosas que contarles sobre ayer.

- Supongo que Amy también tendrá que contarnos.

- Y tu no te me hagas la tonta- hizo una pausa y comenzó a reír. ¿De que hablaba?-. Vi como te ibas ayer, Jai te siguió. ¿Pensabas decirnos que te escapabas con el?

- Sobre eso... ¡quédate con la duda!-exclamé riendo-. No mentira, les contaré a la noche.

- ¿Quién se encarga de avisarle a Amy? ¡Y más te vale que me cuentes todo, eh! eres la única chica a la cual es se ha acercado.

- Jenna cállate y supongo que tu, mi madre se enojara si uso mucho el teléfono. ¿A que hora nos juntamos?

- A las siete ¿te parece? trae algunas películas, de terror si puedes. Conociéndote podría pensar que ya se te ocurrió ir a alquilar toda la saga de Crepúsculo.

- Bueno, parece que me conoces bien. ¿No quieres que alquile esas?

- Ya las tengo en casa, tu alquila Actividad paranormal, alguna de esas.

- Mmm... okey, dudo mucho que las quiera ver y tu dile a Amy que lleve golosinas.

- Dale, entonces nos vemos a las siete. Adiós Amb.

- Adiós.

Bueno por lo menos ya tenía algo para poder pasar este domingo. Cuando mi mamá volviera de hacer las compras iría a alquilar las películas. Para mi gusto las de terror eran la mejor opción. Amaba el suspenso y esas cosas de 'miedo'. Me miré al espejo y por poco no me caigo. Mi pelo estaba horrible, bueno era mi culpa ¿quién fue la que se paso toda la noche dando vueltas porque no podía dormir? Sí yo. Creo que tendré que ponerme uno de mis gorritos de lana. Como mamá tardaba en llegar decidí darme una ducha. Para ese entonces ya se habían echo las seis de la tarde. Las compras ya estaban echas la única que había retrasados los planes de ir a alquilar la película era yo... y bueno, ya no tenía ganas de salir. Ahora estaba cansada y lo único que quería hacer era acostarme y dormir.

- Ambar, esta oscureciendo. Si vas a ir a ver eso de las películas hazlo ahora- aviso mi madre-. Si sales ponte abrigo que esta fresco.

Suspire, tenía que hacerlo. Ya había quedado con las chicas y no podía dejarlas plantadas. Me matarían. Me vestí y bajé a pedirle dinero a mi madre. No gastaría de mis ahorros para alquilar unas películas. Por suerte estaba de buen humor y me dio veinte dolares. ¿Donde quedaba el lugar al que tenía que ir? Bueno... supongo que en el centro del pueblo. Nunca había ido allí pero Jenna me dijo que era bastante grande.

Caminé y caminé, se me estaba haciendo tarde y para colmo no me alcanzaría para un taxi. El cielo ya estaba oscureciendo y todavía no encontraba el local de las películas. Seguí caminando un poco más hasta que me giré, sentía que alguien me estaba siguiendo hace ya unas cuadras pero no, era imaginación mía. No había nadie atrás mio. Cuando entre al local sonó la campanita que estaba arriba de la puerta. Una chica de mi edad se acerco al mostrador. No perdería tiempo eligiendo las películas, ya estaba lo suficientemente retrasada como para estar aquí y el colmo era que el sol ya ni se asomaba... me daba un poco de miedo caminar sola por el centro cuando hace un rato sentí que me seguían. Alquile Guerra de Novias y Dia de los Enamorados... lo hice solo porque Jenna me lo dijo, si hubiera sido por mi alquilaba alguna de terror.