41. "Te ha llegado la hora"

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- ¿Cuánto falta para llegar?-pregunté.

- Ya estamos.

Jai estacionó el coche frente al colegio. Las luces de los ventanales se encontraban apagados. Al igual que todo por dentro de la escuela, si alguien pasaba por enfrente no se darían cuenta de lo que estaba pasando allí dentro.

- Escucha-me pidió-, entrare yo. Quiero que te quedes aquí.

- ¡No, claro que no!-me quejé-, el me quiere a mi. Además no quiero que nada les pase ni a ti ni a Jenna.

- No me pasará nada-me aseguró.

- No, yo entraré.

- Bien-suspiró-, pero prométeme algo. Si yo te digo que vuelvas, vuelves. Si te digo que corras, corres. ¿Entendido? Si te digo que te tienes que ir te vas.

- Está bien-acepté.

Ambos bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada. Todas las luces estaban apagadas. El pasillo se encontraba tan oscuro que apenas podía ver por donde estaba caminando. Sabía que no estaría al lado de Jai todo el tiempo. En cualquier momento nos separaríamos y cada uno buscaría lo que tenía que buscar. Yo a Jenna y el... bueno, el iba a tratar de encontrar a Jack para pararlo.

- ¿Jai?-susurré al ver que ya no sentía pasos-. ¿Estás aquí?

Efectivamente no. Ahora estaba perdida y completamente sola. Pasaba mi mano por la pared tratando de darme cuenta cuando cambiaba el recorrido. Si bien había venido a esta escuela casi todo el año no conocía muy bien el plano. No tenía ni la menor idea de en donde me encontraba. Apoyé mi mano sobre una puerta entre abierta y la abrí. La luz estaba encendida. Los bancos estaban todos en un costado y había una silla en el centro.

- Hola Ambar-me saludó Jack alegremente-. ¿Cómo estás?

- Tu...-espeté con odio.

- Sí yo-afirmó-, al parecer te has dado cuenta de todo. Pensé que nunca lo harías pero bueno, aquí estás. Vamos, toma asiento. Te estuve esperando.

- ¡No!-me negué. El me tomó fuerte del brazo y me sentó en la silla. Me ató las manos con una soga.

- Bien, te diré una cosa antes que nada. Si tu no haces lo que te pido lo harás a la fuerza.

- Estúpido, viejo de mierda-le grité-. Suéltame.

- Primero me escucharas-dijo-. ¿No quieres quitarte un par de dudas?

- No, yo sólo quiero verlo muerto. Quiero que sufra por todo lo que le hizo a mi padre.

- Oh... tu padre un hombre de mucha confianza-confesó-. Lo maté yo. Al parecer también sabes eso. El... tenía todo lo que yo deseaba. ¿Tu madre nunca te contó lo que pasó entre nosotros?

- Está loco usted y mi madre nunca estuvieron en nada-dije mientras me tiraba para adelante tratando de soltar el agarre de las soga. Fue imposible pero de apoco se iba aflojando.

- Claro que sí-gritó-. Salimos durante dos años en los últimos cursos de la secundaria. Eramos felices pero luego apareció tu padre. No lo pude creer, me la había robado así como así. Entonces, seguí ese famoso dicho que dice 'Maten cerca a tus amigos, pero aún más cerca a los enemigos'. A medida que pasó el tiempo me había convertido en uno de sus mejores amigos, teníamos una empresa juntos...

- Farsante, estúpido, asesino...-grité-, suéltame. ¿Dónde está Jenna?- se acercó a mi y me pego en la mejilla.

- Me escucharás y luego me darás la razón-me ordenó-. Cuando me enteré que tu madre estaba embarazada fue cuando confirmé que tenía que matarlo. El plan me llevó más de dieciséis años pero un día me cansé y lo maté sin seguir ninguna regla. Le apunté y lo maté.

- ¿Para qué!?-pregunté exaltada y completamente furiosa-. Tú no amas a mi madre, solo quieres hacerle daño y verla sufrir!

- ¡Mentira!-me jaló del pelo y gemí de dolor-. Sé que todavía no se ha olvidado de el, tu se lo recuerdas todo los días. ¿Te han dicho que eres igual a ese estúpido viejo?

- No le digas así a mi padre-le ordené-. Y si vas a matarme solo para poder estar con mi madre sin que ella recuerde a mi padre no funcionará. Ella lo sigue amando, ella me ama y si usted me mata ella no será feliz jamás y menos si va a estar al lado de un asesino de cuarta.

Antes de que pudiera seguir hablando me di cuenta de que la soga de mis manos ya estaba casi suelta. Un movimiento más y podría escapar. Solo que antes tenía que pensar muy bien lo que haría. Tenía un movimiento a mi favor y si salía mal podría perder la vida antes de lo que imaginaba. ¿Si yo fuera un asesino a dónde escondería al rehén? Bien, tenía que ser en un lugar oscuro eso estaba claro. También tendría que ser en un lugar alejado... ¡Exacto! El aula de computación en el tercer piso de la escuela. Jenna estaba allí, seguro que la tenía allí. Ahora solo tenía que encontrar algo para hacerlo perder el tiempo y escapar sin que me siga. Mientras el me seguía contando sobre lo mucho que estaba obsesionado con mi madre busqué algo que me sea útil por el piso. Efectivamente lo encontré. Un bisturí tirado en el piso. Si me soltaba y lo agarraba rápidamente podría cortarlo de alguna manera.

- Entonces... ahora te ha llegado la hora-finalizó.

Tenía que apurarme. Me tiré hacia adelante soltando el agarre de las sogas. Busqué desesperadamente el bisturí. Jack ya se encontraba tapando la puerta de la salida en cuando me acerqué a el con el pequeño cortante en mi mano. Sin mucho problema se lo clave en la pierna causándole un corté bastante profundo. No podía quedarme a ver como se quejaba y buscaba algo para parar el derrame. Tenía que correr. Me guardé el bisturí en el bolsillo del pantalón y corrí al tercer piso. Me di cuenta que todas las puertas estaban cerradas con llaves.

Antes de abrir la puerta del salón de computación ya podía escuchar los sollozos de Jenna. No me había equivocado ella se encontraba allí. Entré apresuradamente, le quité la tela que le había puesto en la boca y el agarré en las manos para que no pudiera moverse.

- ¡Ya está, estoy aquí!-dije tratando de tranquilizarla-. Todo saldrá bien.

- No quise que vengas aquí pero el me obligo-se lamentó entre lagrimas-. Yo no quería... perdoname.

- No, no lo sientas-le pedí-. Ya está todo saldrá bien. Jai está aquí conmigo, en realidad estaba. Lo perdí pero sé que sigue estando aquí.

- No sé quien es ese tipo-continuó sin escucharme-, jamás lo he visto pero al parecer está planeando algo.

- Lo sé Jenn, el fue quien mató a mi padre. Yo te hablé sobre el, es el jefe de mi madre-le recordé. Ella pareció acordarse.

- ¿Qué puedo hacer para ayudar?-preguntó.

- Nada, el no quiere nada de ti pero haremos lo siguiente. Bajaremos al primer piso...

- Todas las puertas están cerradas menos la de la entrada y esta-me interrumpió.

- Ya sé, escúchame es importante-le pedí-. Bajaremos al primer piso, estoy segura de que el estará ahí. No podrá ir por las dos y se quedará para atacar a una. La que logré escapar, que es muy probable que seas tu-agregué-. correrá al Chevrolet negro que se encuentra estacionado en la puerta ¿Si? la ventana está rota así que abres el seguro y enciendes el auto. La llave quedo allí, luego irás en busca de ayuda a la policía.

- Está bien-dijo mientras se paraba-, vamos.

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Perdon perdon perdon por no actualizar en una semana D: la verdad es que me llevo muchas materias y estoy en la mia sorry u_u pero bueno aca estoy

Caring From Heaven. [Jai Brooks]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora