POR SIEMPRE TUYO│KOOKV。o○.｡o○.

I

Amado Taehyungie:

Nunca me quise enamorar porque tenía miedo de que me lastimaran, tenía miedo de perderme y olvidarme a mí mismo. Por eso siempre jugué con todos. Adoraba sentirme deseado, adoraba que me insistieran hasta verme ceder, pero yo nunca cedía. Sólo les daba un poco de mí y luego desaparecía. Rompí varios corazones. Mi egolatría era mal vista por varios, pero ello causaba un no sé qué que me hacía parecer interesante ante el resto. Muchas veces escuché eso, muchas veces me lo dijeron. Era el tipo malo, el que hacía todo a su favor y que nunca pensaba en los demás. Hasta que te vi por primera vez.

Maldición, cómo te odio en este instante por hacerme caer en tus redes. En qué momento de debilidad te vine a encontrar como para no apartarme al instante en que percibí que me llevarías a la perdición. Eras un hermoso idiota que me cautivó sin atender a las advertencias del resto ¿Querías salvarme? ¿Querías probarte a ti mismo y saber si serías capaz de seducirme? ¿Querías ser el primero a quien le dijera te amo? ¿Por qué no me perdonaste si sabías que me acostaría con otros?

Peleábamos, terminábamos y yo volvía a mis andanzas. Te quería demostrar que seguía siendo el hijo de puta de siempre, que por más que me derritiera ante tu sonrisa yo seguía siendo el que se permitía jugar con otros. Pero volvíamos, volvíamos luego de habernos gritado, de verte llorar, de verme pedir disculpas, volvíamos a estar juntos y el amor se desbordaba.

Pasábamos días enteros uno junto al otro. Me gustaba verte sonreír, me gustaba que fuera yo el que te hiciera sonreír. Sabías que no te podía ver conversar más de la cuenta con los demás ¿Celoso? Siempre. Pero no te decía nada, aunque te dabas cuenta de inmediato de mi molestia, te burlabas de mi estupidez y después decías que sólo tenías ojos para mí. Esa manera en que me lo decías debía ser el mayor delito del mundo. Me derretían tus palabras y pensaba en dónde había quedado el hijo de puta que siempre fui.

¿Cómo fuiste capaz de cautivarme? Si decías que yo lo era todo para ti, ¿por qué te alejaste? ¿Estabas cansado de ser la persona que siempre volvía para pedir perdón? Yo también te pedía perdón, pero, vamos, sabías que mi orgullo me lo impedía a veces. Por eso dejaba que tú te acercaras primero. La última vez que nos peleamos sé que te dije cosas hirientes. Aún me lamento por ello, lo siento tanto. Te quería demostrar que me había equivocado. Quería buscarte y te confieso que lo hice un par de veces, pero a medida que me acercaba a tu casa comenzaba a temblar al imaginar que no me recibirías, que te encontraría con otro y que me dirías que ya no me amabas. Era tanto el miedo que volvía sobre mis pasos para alejarme de ti. Fui un cobarde, lo sé, pero qué más podía hacer. Rayos, te amaba demasiado.