POR SIEMPRE TUYO│KOOKV。o○.｡o○.

II

Esa tarde, cuando te encontré en el supermercado, te vi caminar por el pasillo con la vista fija en un producto que acababas de tomar entre tus manos. Sentí que mi corazón dio un vuelto y sonreí de medio lado al encontrarte en un lugar estúpido y de poco valor, pero te veías hermoso, más hermoso que antes y eso me hizo olvidar todo lo que nos rodeaba. En un principio, cuando me viste, noté que te habías sorprendido y sonrojado un poco. Tu sonrisa nerviosa me cautivó como antes. Te pregunté cómo habías estado, en cambio tú me preguntaste cómo estaba mi nuevo novio. Maldición, los rumores corrían rápido.

Si me hubieses dicho que me fuera contigo, yo te hubiese seguido. Siempre fui capaz de dejarlo todo por ti. Incluso dije que te extrañaba, pero tú no me creíste. Lo dije en serio, pero tú no me creíste. Cuando te abracé para despedirme de ti, sentí que seguía amándote. Cuando me aparté y vi que seguías tu camino sin mirar atrás, supe que te había perdido para siempre.

De seguro después de nuestro encuentro, por la noche, seguías despierto pensando en nosotros, bueno, yo estaba despierto porque no había podido olvidarlo, no había podido olvidarte. Estaba pensando en todas las veces en que fingí ante ti. De cuando fingía que no sabía qué cosas te hacían daño, de cuando fingía que no sabía el por qué te enojabas conmigo, de cuando fingía que no me daba cuenta del por qué llorabas. No sé cómo te pude hacer daño si decía que te amaba. Entonces, es normal que no me hayas perdonado y que, por consiguiente, te hayas alejado.

Me estuve preguntando si en esos tres meses desde que habíamos terminado, habías deseado alguna vez volver conmigo. Yo lo pensé incluso cuando acepté comenzar un nuevo noviazgo. Me dije a mí mismo que si aceptaba a alguien en mi vida, tal vez podría darme cuenta de que tú no habías sido lo suficientemente importante para mí. Porque tú fuiste el primero que se adueñó de mi corazón y fuiste el primero al que le dije te amo. Por ello, de manera idiota, creí que todo lo que sentía por ti había sido porque eras el primero en volver mi mundo de cabeza. Por eso acepté pasar mis días con otra persona, pero, ya lo ves, siempre seguí pensando en ti.

Muchas veces recordé el día en que nos conocimos. Te había visto entrar en esa casa cuando la fiesta estaba en su punto álgido. Yo iba en mi tercer trago y no dudé ni un segundo en que tú serías la persona a la que me llevaría a la cama aquella noche. Tu mirada felina y tu risa me hicieron creer que serías difícil de convencer, de que te harías el difícil como habían intentado otros, pero que luego cederías, al fin y al cabo. Pero te adelantaste. Fuiste tú el que vino por mí. Fuiste tú el que me extendió un trago y me invitó a bailar. Tu mirada se perdía en mi cuerpo y yo parecía un tipo inexperto. Me habías seducido y sólo cuando te levantaste de la cama, pude preguntar de manera torpe el cómo te llamabas. Kim TaeHyung, sonreíste de manera burlona antes de meterte al baño. Dime, dime en qué momento me volví adicto a ti. Dime en qué momento lastimé a esa persona segura de sí misma que me había cautivado aquella noche.

Habían pasado seis meses desde nuestra ruptura cuando supe que estabas saliendo con tu amigo Min YoonGi. Los rumores corrían rápido, ya sabes. No niego que te odié y te deseé lo peor del mundo. Incluso me vi repitiendo una y otra vez que yo sabía que algún día tu amiguito acabaría por llevarte a la cama. Que ese amiguito tuyo escucharía los jadeos que impulsaban a uno a darte como si el mundo se fuera a acabar, que ese amiguito tuyo sabría qué tan hábil era tu lengua ahí abajo, que ese amiguito tuyo te vería sonreír a diario.

Hubiera llorado de rabia, pero a cambio me emborraché y me metí en peleas sólo para soltar la ira que sentía. JiMin me vio llegar al departamento de manera penosa, quise tener sexo con él y que su cuerpo me hiciera olvidar el tuyo. Sólo cuando sentí el empujón que casi me hizo caer al suelo, comprobé que había jadeado tu nombre entre los besos que nos estábamos dando. Arruinaste mi noviazgo sólo con haberme enterado de que tú habías iniciado uno. JiMin regresó a los dos días después, pero yo le pedí que se fuera. Qué caso tenía seguir con él si no lo amaba, qué caso tenía seguir con él si yo te amaba.