XVII. And how many sleepless nights do I have to spend?

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Morgan's POV

Después de haber ganado la partida de paintball me supo mal haber sido yo la que disparó a Nora, por eso quise asegurarme que al volver a casa ella estuviera bien, y lo estaba, puesto que se le veía relajada en los baños termales, así que decidí no molestarla y dirigirme a mi habitación. Pensaba que me encontraría a Suga, pero no estaba en ese momento, entonces decidí darme una ducha para relajarme y limpiarme de toda la tierra que podría haber entrado por mi traje de paintball.

Me puse música relajante y después de haber dejado el grifo de agua caer hasta que esta estuviera caliente y hubiera creado vapor por todo el baño, decidí entrar. Sólo pude estar así unos escasos minutos, puesto que el agua se cortó y yo abrí los ojos, topándome con los oscuros ojos de Suga, él estaba fuera de la ducha, con su cuerpo cubierto por una pequeña toalla, él la dejó caer al suelo y con una sonrisa maliciosa entró a la ducha, no dudó ni un segundo en atacar mis labio mientras volvía a abrir el grifo, el agua caía por nuestros rostros y poco a poco iba cayendo por nuestros cuerpos.

Él me sujetaba de la cadera y me acorralaba entre su cuerpo y la pared, poco después el agua dejó de caer y Suga se separó de mis labios.

-Ahora viene mi momento favorito. - Dijo mordiéndose el labio. Cogió el jabón y se echó un poco en las manos. - Voy a enjabonarte pequeña, pero tienes que quedarte quieta, como una buena chica. - Dijo levantando la ceja. Yo asentí y él comenzó a esparcir el jabón por todo mi cuerpo, su tacto hacía que mi piel se erizara, en escasos segundos estaba detrás de mí acariciando mis pechos y bajando lentamente. Acarició mi clítoris y se me escapó un gemido, él gruño y mientras besaba y succionaba mi cuello aumentaba aún más su ritmo, pero antes de que yo pudiera llegar a mi clímax, él paró.

-Te dije que si te volvía a castigar te iba a dejar a medias, eso te pasa por ser mala. - Dijo sonriendo maliciosamente mientras se apartaba de mí. Volvió a encender el agua y se puso debajo de esta, poco despues la apague.

-Mi turno. - Dije cogiendo el jabón. Cuando iba a posar mis manos en su cuerpo él me detuvo y yo le miré confusa.

-No, yo…- Forcejee con él, me cogió ambos brazos con una mano, mientras que con la otra se echaba el pelo hacia atrás. Estando tan cerca de él me fije en unas cicatrices que tenía en el pecho. Él lo vió y me soltó para poder irse.

-Suga… - Lo agarré del brazo para que se girara. Él se giró, me miró para poco después agachar la cabeza, soltarse de mi agarre e irse.

Me siento horrible, nunca me había fijado en esas cicatrices, me odiará por no haberme fijado antes en ellas, se creerá que no me preocupo por él, si después de tanto tiempo me he dado cuenta ahora.

Acabé de aclararme el jabón que me quedaba, enrolle mi cuerpo en una toalla y estaba dispuesta a hablar con Suga, pero al salir del baño él no se encontraba en la habitación. Me puse un albornoz y decidí ir a buscarlo, no lo encontraba por ningún lado así que me paré a pensar donde podría haber ido, hasta que el sonido del piano me distrajo de mis pensamientos, fui a la sala de la que provenía esa melodía y me encontré a Suga, vestido con un albornoz, tocando el piano.

-Suga…- Dije con un tono triste. Él me miró y mientras tocaba me hizo un gesto para que me sentara a su lado y eso hice, poco después me acurruque en su hombro. Ambos estábamos en silencio, Suga tocaba muy bien el piano y se le veía muy concentrado, me encantaba verle hacer algo que le gusta. Cuando acabó la pieza que estaba tocando, acercó su mano a mi mejilla, haciendo que le mirara a la cara.

-Si fueras una melodía sonarías así. - Él besó mi frente y volvió a tocar otra pieza, esta vez combinaba muchos graves y agudos, pero se las arreglaba para que la música fuera harmoniosa. Cuando acabó se me escaparon unas lágrimas y él las limpió mientras me sonreía de oreja a oreja. Le abracé y él me devolvió el abrazo. Levanté mi cabeza y me lancé a sus labios, le besaba mientras no podía contener las lágrimas, él me cogió y sin romper nuestro beso, me llevó hasta nuestra habitación y me dejó en la cama. Nunca hubiera pensado que Suga tuviera un lado sensible y dulce, pero así era, me hizo el amor y fue apasionado a la vez que se preocupaba mucho por mi, me besaba por todo el cuerpo y cuando ambos habíamos acabado, apoyé mi cabeza en su hombro, y recorrí con mi dedo las cicatrices de su pectoral.

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2019 ⏰

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