Prefacio

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Al rededor del año 1600 habitaban las tierras del noreste de México una tribu de indios nómadas y salvajes pertenecientes al grupo llamado  Chichimecas. Estos indios, quienes eran conocidos como Huachichiles, se identificaban por ser temidos debido a su ferocidad y gran destreza en el arte de la guerra.

Los hombres y mujeres con piel de bronce y cabellos negros, de quienes les hablo, eran dueños y señores que regían sus territorios con gran imperio y entre muchos de esos caudillos orgullosos, existieron dos que resaltaron del resto por mantener sitiada y destruir casi por completo a la recién fundada Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey. El nombre de estos caciques fue: Huajuco y su hermano conocido como El Colmillo, ambos pertenecientes a la Nación CayuCoapa.

Cuenta una leyenda, que poco antes de la llegada de los colonizadores españoles a tierras regiomontanas, el mayor de los hermanos se separó del resto de su pueblo y emprendió el ascenso a la cima de lo que hoy en día es conocido como La Sierra de Santiago.

Y es allí donde comienza nuestra historia.

DIABLO [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora