Un Pequeño Sonido

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Déjame ver si estoy entendiendo -suspire- Tessa te explico cómo es que terminaste siendo mi alma gemela y todo sobre lo que pasará cuando seas una inmortal...además, te contó todo sobre una lucha que ha estado librando durante estos años que casualmente es una lucha que hasta ahora tiene pocas probabilidades de ganar debido a la fuerza de su adversario quien resulta ser el sexto creador y su alma gemela ¿Voy bien? -la rubia asintió lentamente- la única forma en la que ella y los demás creadores puedan ganar es haciendo que tú te vuelvas aún más fuerte de lo que es la adversaria...y eso solo lo puedes lograr si Tessa es quien te da la inmortalidad -me senté en el sofá quedando junto a la rubia- ahora entiendo por qué estabas desesperada...

Es demasiado para mi -afirmo nerviosa- solo soy una humana común, pero ellos esperan que sea una heroína y no soy eso...

Podrías serlo -afirme seria- si dejas que Tessa te dé el poder y si recibes entrenamiento podrías ser una de las inmortales más fuertes de todos los tiempos...

Pero no sé si quiero eso -suspiro pesado- yo solo deseo tener una vida normal...

Perdona si te desiluciono pero vas a vivir el resto de tu vida con una vampira y no creo que eso sea normal -rei ligeramente-

Al menos es más normal que ser una super vampira -afirmo ligeramente divertida-

No voy a obligarte a que lo hagas si de verdad no quieres hacerlo, pero te diré que si Tessa se tomó la molestia de venir a buscarte es por qué de verdad te necesitan -suspire-

¿Y qué pasa si muero en esa batalla...? -pregunto seria- ¿Qué pasará contigo?

No te pasará nada, Sel -sonreí un poco- Tessa es demasiado fuerte, de por si es un poder muy grande el que ella te puede otorgar y si lo duplicas...tendrás un poder descomunal, serás tan fuerte que podrás acabar sin problemas con todos los inmortales que viven aquí y sin duda podrás acabar con ese enemigo

Es una mujer -dijo seria- su nombre es...

Gianna -dije interrumpiendola-- es Gianna Rusell...la conocí cuando ella aun era humana -suspire- solía ser una chica sumamente dulce y de hecho me cuesta creer que se corrompió por culpa de algo tan vacío como el poder...

Supongo que eso les pasa a algunas personas...-suspiro- oye...hace rato recordé algo

¿Qué cosa? -pregunte curiosa-

No te alimentas desde hace cinco días -dijo con una seriedad impresionante- en realidad lo recordé desde ayer pero no te había dicho nada por qué estabas preocupada por todo lo que Tessa y su regreso...

Oh...pues no importa -rei ligeramente- no tengo tanta hambre a decir verdad

Tienes que alimentarte, Alexandra -suspiro exasperada- tenemos está discusión todo el tiempo...no puedes buscar protegerme a costa de lo que necesitas

Si puedo -susurre seria-

Eso no quiere decir que debas hacerlo -dijo molesta-

Disculpa...es solo que el hecho de que seas humana me resulta aterrador -suspire- soneto que te voy a lastimar y no deseo hacer eso

Yo sé que no deseas herirme, cariño -se sentó en mis piernas de forma que cada una de sus piernas quedaron a mis costados y su rostro quedó frente al mio- y no lo haces...de hecho tu mordida me da una extraña satisfacción -rio ligeramente- puedes morderme cuando lo desees...-inclino un poco la cabeza hacia un lado y retiro su dorada cabellera dejando al descubierto su cuello-

Nunca he mordido tu cuello...-afirme nerviosa-

Solo házlo ¿Si? -pidió sería y ligeramente molesta-

De acuerdo -suspire sin tener otra alternativa más que obedecer a mi humana-

Narra Selena//

El corazón me empezó a latir a toda prisa cuando sentí su aliento acariciar mi piel, encajo sus colmillos en mi cuello lo cual si me dolió pero no lo hice notar ya que no fue un dolor intenso, empezó a succionar mi sangre...podía sentir como está fluía por mi cuerpo hasta llegar su boca, el cosquilleo cotidiano se hizo presente pero esta vez parecía ser más fuerte, de pronto sentí como un calor fuerte subía por todo mi cuerpo el cual hizo que deseará arrancarme la fina pijama que tenía puesta, mi respiración se hizo errática y el corazón parecía que se me saldría de el pecho lo cual también aumento el flujo de sangre por mis venas y al mismo tiempo hizo que las sensaciones aumentarán, de pronto un sonido extraño broto por mis labios...acababa de emitir un gemido justo cuando tenía a Lexa tan cerca de mi boca lo cual no pasó desapercibido para la preciosa inmortal, pues se detuvo y me miró con confusión.

¿Tú acabas de...? -escondi el rostro en su cuello mientras moría de vergüenza- hey...está bien, bonita -rio ligeramente-

Es vergonzoso -afirme sin salir de mi escondite-

No importa...después de todo eres mi alma gemela ¿No? -acaricio mi cabello con ternura- no te averguenzes...es algo normal -me abrazo jalando mi cuerpo un poco más a ella logrando que mi sexo cubierto solo por la fina tela de mi pijama rosara con la tela de sus jeans provocándome otro gemido-

Deja de moverte -pedí en un jadeó acalorado-

Me aleje de ella cuidando que nada volviera a rozar con alguna parte de mi cuerpo, me senté a su lado con los brazos cruzados y con el calor haciéndose más presente en mi cuerpo.

Cielo, tienes las mejillas rojas...¿Estas bien? -puso una de sus manos en mi brazo-

No...-respondi sin mirarla, respire profundo tratando de controlarme, una vez escuché que esto se pasaba rápido así que espero que sea cierto-

¿Segura? -voltee a verla-

Está tan hermosa...lleva el cabello suelto y casi nada de maquillaje ¡Demonios! Está mujer es tan hermosa que podría calentar a cualquiera...

¿Estas bien? -mi mirada se centró en sus labios que se movían lentamente- ¿Sel?

Entonces ya no lo resistí, me puse de nuevo sobre ella en la misma posición que estaba antes y la besé con todo el deseo que existe en mi cuerpo, me aleje de ella cuando el aire me faltó.

Házme el amor...-dije en una acalorada súplica-

Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora