Confundida

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Estoy enfundada en un vestido de gala en color rojo...un vestido que se adhiere a la perfección a mi cuerpo y cuyo color destaca mi piel ligeramente morena, es un lindo vestido, pero realmente me siento muy fuera de lugar en este momento...pues al mirar a todos lados lo único que veo son muchas personas vestidas de color negro, incluso Gianna lleva puesto un vestido negro que cubre casi todo su cuerpo a excepción de sus piernas. 

Debería cambiarme...-le susurré a la castaña que tiraba de mi para empezar a presumirme con sus súbditos-

¿Por qué? -se detuvo abruptamente y me miró con confusión-

Todos visten de negro...estoy fuera de lugar -ella me regaló una sonrisa-

Estás hermosa y eso es lo único que debería importarte -deposito un beso en el dorso de mi mano-

Bien...-suspire-

Me deje guiar por ella que parece ansiosa por presentarme a todos los inmortales que asistieron a la fiesta, admito que ser su trofeo de victoria no me resulta nada grato, pero en vista de que no tengo otra alternativa no me queda más que hacer esto y sonreír lo más que mis labios lo permiten para dar la pinta de que soy feliz...aunque la realidad dista mucho de eso. Me presentó a algunos inmortales que me regalaban palabras lindas y eran muy amables conmigo, otros más se limitaban a ignorar mi presencia y otros me dedicaban comentarios malintencionados o miradas cargadas de deseo que por supuesto no me afectan en lo más mínimo, pero parece que a Gianna si la hacen enojar bastante...es divertido como la pueden hacer rabiar con solo un comentario o una mirada lujuriosa.

Detén tu bonita mente, Lexa -susurro seria-

Debes admitir que es divertido -sonrei ligeramente-

Basta -dijo a modo de orden y opte por quedarme callada-

¡Gianna! -grito una chica pelirroja haciéndose oír por encima de todas las demás voces-

Ay, no...-suspiro exasperada- quiero que respondas inteligentemente a las preguntas de ella, ¿Oíste?

Si, Gianna -mire a la pelirroja acercarse a nosotras sin quitar su mirada de mi-

¿Que quieres, Tamara? -enarco una ceja-

Prometiste que la conocería...-afirmo mientras me miraba de arriba a abajo-

Detén tus pensamientos si no quieres perder los ojos -amenazo la castaña lo cual no entendí por completo-

¿Te llamas Alexandra? -pregunto ignorando la advertencia de Gianna-

Si...mucho gusto -le tendí mi mano la cual ella tomó de inmediato-

Soy Tamara -me sonrió-

Ya la conociste, ahora largo -Gianna me tomo de la mano y tiró de mi hasta alejarme de Tamara-

¿Quien es ella? -pregunte curiosa- 

Otra de las malas creaciones de Tessa -respondio de forma desinteresada-

¿Otra de las malas creaciones de Tessa? -enarque una ceja-

Todas las creaciones de Tessa son malas...bueno, todas excepto tu -suspiro-

Ah...-la mire confundida-

¿Pasa algo? -pregunto divertida-

No te entiendo -suspire- eres demasiado extraña y me confundes...

Aclararé tus dudas...¿Que es lo que te confunde? -dijo tranquilamente-

No quiero hablar de eso aquí...por si no lo sabes tus invitados pueden escuchar lo que decimos -asintió ligeramente-

Entonces tendrás que esperar un poco -asentí- ahora iré a dar un discurso...¿Puedes esperar?

Claro, no soy una niñita -suspire-

De acuerdo...-sin verlo venir beso mi frente- quédate aquí, no tardaré -asentí incapaz de pronunciar algo y después la ví alejarse-

Ella de verdad me confunde...y cada segundo que está conmigo me confunde un poco más, de verdad no entiendo que es lo que se propone...¿Por que actúa así conmigo? ¿Solo trata de confundirme o es algo más lo que le ocurre? ¡No lo comprendo! Le he dado mil vueltas a la situación y por más que lo intento no puedo terminar entender lo que pasa por su mente...si pudiera leer su mente como ella lo hace conmigo todo sería más sencillo por qué podría saber exactamente qué es lo que trama. Mi mente se detuvo cuando ví a la castaña plantarse en el centro de la pista de baile y empezar a hablar...no dijo nada que me interese por completo, solo dió las gracias a todos los asistentes y dijo que su plan está en marcha cosa que ya sabía así que no me sorprende, en cierto momento su mirada dió con la mía y no se por que razón...pero me sentí como una presa a la espera de que el depredador le salte encima, termino su discurso y en un segundo ya la tenía a mi lado.

Hola -sonrio-

Hola...-devolví la sonrisa-

Vámonos -me cargo de la misma forma en que lo hizo cuando me trajo a este lugar-

A su velocidad nos guío hasta mi habitación, después de hacerme entrar me bajo con cuidado y se quedó ahí de pie frente a mi observandome de una forma que no puedo describir.

¿Que es lo que te confunde? -pregunto sin quitarme la vista de encima provocándo que mis nervios se dispararán-

¿Por qué un momento eres mala conmigo y al otro te portas como si te interesará lo que siento? -pregunte sería-

Soy mala contigo por qué es parte de mi...no puedo ser de otra manera soy mala con todos -rio ligeramente- y a mí me interesa lo que sientes...me interesa que te estés engañando con el cuento de que lo que tienes con Selena es amor cuando en realidad no lo es...

¿Por qué te importa eso? A ti te beneficia que pensemos que es amor...-nego con la cabeza-

Me beneficia que ella lo piense -toco sutilmente mi mejilla con la punta de sus dedos- que tú lo pienses no me agrada...ni un poco

No te entiendo -suspire, posó sus manos en mi rostro-

Quiero que me elijas a mí -sin previo aviso impacto sus labios con los míos-

Empezó a mover sus labios lentamente sobre los míos, sus ojos se encuentran cerrados y sus manos bajan lentamente hasta mi cintura; yo no podía hacer nada más que quedarme ahí... quieta mientras ella me besa de esa forma tan dulce, mi cerebro me pedía a gritos que me alejara por qué ella es el enemigo, pero mi cuerpo comenzaba a reaccionar a su beso...sentía dentro de mí las ganas de corresponderle, sin darle cuenta del todo le respondí el beso de la misma forma dulce...con esa simple acción y sin saberlo, le di lo que buscaba a un corazón frío, otro corazón aparentemente cambio de dueña y uno más se rompió, pues no sabía que a unos cuantos metros se hallaba una rubia cuyo corazón se enfrió de golpe al verme besando a Gianna.



Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora