☕05. Vainilla Latte

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-¿Otra vez en este lugar? ¿Cuándo va a ser el día que dejes de venir debido a mí?

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-¿Otra vez en este lugar? ¿Cuándo va a ser el día que dejes de venir debido a mí?.

El rubio sonreía con ese semblante relajado y coqueto, como la primera vez que lo vió de lejos. Caminó hasta el borde de la terraza que los separaba del abismo, donde el sol daba con mayor intensidad iluminando su cabello dorado. Aunque Jimin se notaba alegre como cada mañana la realidad era otra, él había ido nuevamente a aquella terraza porque solo quería escuchar la voz ronca del sujeto para despertar del trágico día con cáncer de diferentes tipos, dolencias y pérdidas.

-Si te molesta puedo dejar de venir. -dijo el de cabello azabache algo inseguro, luego de unos segundos en silencio continuó- Si aún seguís queriendo que me vaya estás equivocado, no voy a dejarte tener una mañana tranquila. Voy a quedarme aunque no quieras, como haces tú todas las mañanas llevado mí paciencia al límite.

Y eso era lo que Jimin esperaba de él.

-Era broma... -se había peinado por primera vez desde que lo conoció, no es que sus gorros para ocultar su cabello desprolijo le molestaran- Nunca nos presentamos como corresponde, hemos pasado tantas mañanas compartiendo un café y no sabemos nuestros nombres.

-Lo siento si no estuvo en mis planes preguntar tu nombre.

El desconocido que ahora no lo era tanto caminó a paso lento con sus manos cruzadas en su espalda, paso a paso, decidido a comenzar nuevamente. La distancia que los separó estas dos semanas se acortó en menos de cinco segundos, la bonita sonrisa que aún le parecía extraña en él apareció acompañando sus palabras. Un paso más y estarían sus narices rozandose, lo cual mantenía inquieto a Park.

-Me llamo Min Yoongi y tengo veinticinco años.

-Veintidós y mi nombre es Park Jimin, un gusto conocerte extraño con el que desayuno todas las mañanas.

Yoongi comenzó a reír por aquel comentario, sin vergüenza y por primera vez mostrando sus dientes chiquitos y blancos, sus encías rosadas siendo liberadas mientras sus ojos oscuros se cerraban apenas.

Adorable.

Ahora que se encontraba relativamente cerca, era fácil notar que no era para nada intimidante, su risa aguda de niño lo volvía algo más amigable; su piel era clara y perfecta en un tono perlado producto de la falta de luz solar; sus ojos oscuros y profundos contenian un mar que se perdía en el horizonte de la tristeza, caídos y de párpados pesados, denotaban ese sentimiento que caracterizaba toda su aura; a decir verdad Jimin creía nunca había visto a alguien tan hermoso en su vida.

-Vamos a desayunar que se pasa la hora. -pronunció mirando su celular- ¿Por qué siempre te tienes que ir a las diez?.

-¿Quieres que me quede más tiempo?.

La pregunta burlona logró que el recién conocido Min Yoongi comenzara a tomar un leve tono rosáceo en sus mejillas. Jimin jamás hubiera imaginado que ese muchacho era capas de sonrojarse.

𝒞𝒶𝒻ℯ 𝒫𝒶𝓇𝒶 𝒟ℴ𝓈  ||  𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora