Dos personas se encuentran en un hospital, un sujeto extraño y un interno de cirugía. Tanto Jimin como Yoongi ocultan las verdaderas razones del porqué se ven todos los días. ¿Qué pasaría si la verdad es descubierta, si todo lo que creen conocer no...
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—¡Arriba enano, levantate!. —gritó Namjoon en la puerta de mi habitación entonces me cubrí con las sábanas— ¡Buenos días, Jiminnie!.
—Dejame dormir. —le pedí, pero igualmente él se tiró sobre mi, aplastandome.
—Que malhumorado estas. ¿Tanto te cuesta ser amable? "Buen día mejor amigo, vamos a la cafetería". Eso tienes que decir. —destapé mí cara solo para ver en el celular la hora y volver a taparme— No te preocupes invito yo, pero levantate, necesito hablar con alguien.
—¿Qué pasa para que estés tan feliz? —recordé la noche anterior, no había otra razón aparente— ¡Oh por dios! ¡Tú y Jin tuvieron sexo!.
—¡No! —golpeó mi espalda tan fuerte que me hizo toser— Accedió a salir a una cita conmigo. Pero una cita a la que yo lo invité y no que nos obligaron.
—¿Qué? ¿Jin y tú en una cita solos? ¿Qué pasó, estoy muerto? —recibí otro golpe antes de siquiera intentar hacerme el dramático— Tienes que contarme, pero si sigues golpeandome no voy a escucharte.
—Después de que me abandonaste, maldito bastardo, caminamos cerca del hospital, no sabía que a Jin le gustara el rap.
—Yo tampoco.
Era obvio que fue solo porque a Nam le gusta, ¡Ay Seokjin que predecible!.
—Fuimos a un bar donde...
Giré a mirar a mi amigo con mi peor cara, amenazando su vida y este retrocedió sobre la cama.
—¿A un bar, Kim Namjoon? ¿Hablo por hablar o qué? ¿Escuchas las cosas que te digo? —Namjoon se había hecho chiquito en los pies de mi cama— Voy a sacarte una consulta con el Dr. Jung para otorrino.
Namjoon tenía una tonta enemistad con el otorrinonaringologo del hospital así que decir su nombre era como arruinar su orgullo.
—¿Puedes parar un poco y dejar que te cuente?. —suspiré profundo y me calmé, Jin estaba acostumbrado a salir con hombres de buen gusto, que lo llevaban a comer a un lindo restaurante, incluso uno había comprado cien rosas rojas para él, y mi mejor amigo lo llevaba a un bar— Jin me dijo de entrar al bar, pasamos la noche hablando de cirugías y todo fue tan...
—¿Trabajo? Dime que es broma, Kim.
—Te callas o no te cuento Park. —levanté ambas manos en señal de paz y él prosiguió con el relato— Hablamos de su trabajo, y por dios que ese hombre ama lo que hace, hablamos de porqué era tan difícil comenzar a tener una conversación, me contó que cuando era niño iba a clases de canto, pero le dio vergüenza cantarme. Juro que me moría de amor Jiminnie.
—Canta hermoso, llega a un F5 incluso oxidado —Nam me miraba con cara de no entender de que le hablaba— Bueno no importa, es algo de canto.
—¿Sabías que su color favorito es el Rosa? Con razón su barbijo combina con su cofia en un rosa chicle perfecto. Es muy amable y divertido y tiene una risa hermosa.
