Dos alfas, un omega

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Vacaciones. Finalmente llegaron sus malditas merecidas vacaciones. Desde que inició su carrera había anhelado este día. Su graduación estaría cerca en un abrir y cerrar de ojos, se sentía emocionado.

Le habían dado su ultima calificación la cual fue la mejor por supuesto, alegre, caminó a la puerta principal de la escuela, acordó con su mejor amigo salir a comer. Y ahí estaba, esperándole con esa sonrisa idiota de siempre.

- Eh Shindo – El peli negro le mira y esa sonrisa se hace más grande.

- Shinsou, que gusto volverte a ver –

- Si, si, si, vamos a comer ¿de acuerdo? No comí nada antes de salir de casa –

- ¿Qué se te antoja? –

- Pizza –

Un restaurante en la siguiente cuadra fue su destino, no servía una comida de dioses pero, algo es algo. Ubicaron una mesa, la mesera en turno les atendió.

- En un momento les traeré su comida –

- Gracias –

Las bebidas fue lo que llegó primero, al parecer las bebidas eran gratis con la orden que ellos eligieron, no les molestó, eran gratis ¿Quién se niega a algo gratis?

- Oye Shinsou – murmuró el peli negro - ¿Qué tal va tu “conquista”? – Movió las cejas de arriba abajo continuamente.

- Digamos que mal, la maldita universidad no me dejaba verlo. Escribí varias cartas y compré muchos obsequios para él pero nunca los entregué –

- ¿Por qué no Romeo? ¿Miedo de ser rechazado? –

- Si – Shindo comenzó a carcajearse al notar las feromonas de vergüenza en el aire.

- ¡Oh vamos! ¿Bromeas? Eres Hitoshi Shindou, nadie ha sido capaz de doblegarte y un omega que apenas te conoce lo logra, esto debería ir al libro Ginés –

- Gracias por recalcarlo –

- Amigo pudiste darle esas cosas al cuidador del chico ¿Cómo dijiste que se llama? ¿Betu? ¿Ketu? ¿Blentu? –

- Deku –

- Aja él, ¿Por qué no le diste los obsequios? –

- Porque él hubiera pensado que eran regalos del maldito arbusto ese –

- ¿No puedes dejar una nota? –

- Deku se desharía de ella –

- ¿Ir personalmente? –

- Me echaría –

Shindo se frotaba el puente de la nariz. Su amigo era pesimista. En esa charla su comida llegó. Incómodos empezaron a comer.

El peli negro recordó cuando Shinsou llegó a su casa agitado. Él se asustó, nunca había visto a su amigo de ese modo, por un momento pensó que alguien lo había golpeado o una amenaza de muerte por algún enemigo de su padre, pero le sorprendió la respuesta.

- Lo conocí, conocí a mi omega  –

Días más tarde acordó con Shinsou para poder conocerlo de lejos. Cuando finalmente lo vio, su corazón se estrujó.
Esos finos rasgos, esa mirada tan penetrante y filosa, el color carmín en esos ojos, esa esbelta escultura. Todo, sencillamente todo era perfecto en ese chico.

Durante meses, él y su amigo ojeroso lo vigilaron día y noche, según la escuela, familiares y él mismo, su rango era de un beta. Shinsou enfureció, un beta muy difícilmente podía procrear, él quería cachorros propios con el oji rubí. No se rindió. Mandó espiarlo.

Estocolmo {Dekukatsu} -Finalizada Y Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora