Estocolmo {Dekukatsu} -Finalizada Y Editando-

No es tuyo, te guste o no

Habían pasado otros tres días desde que Deku y su “inquilino” habían tenido la discusión del curry. Con el pasar de los días, ambos se habían vuelto unidos, no tanto como si fueran hermanos o amigos de la infancia, solo que se tenían un poco más de confianza, tanto así que uno ya le decía a otro las tareas que le tocaría hacer durante el día.

Cada día que transcurría las preguntas que se hacían eran ligeramente más personales, como cuando el pecoso le preguntó al rubio como eran sus padres, él simplemente contestó que su madre era una bruja y su padre un perrito sumiso, tambien estaba esa ocasión en que Katsuki le preguntó a su raptor cómo se había metido en eso de cuidar secuestrados, el pecoso contestó con vergüenza que necesita el dinero para cuidar de su madre, desde esa época ambos trataban de no preguntar algo de ese nivel otra vez. Aun con toda la tristeza que algunas preguntas llevaban, los dos gustosamente contestaban lo más amigable posible.

Tambien, Izuku le había comprado la cama al omega, dormir tres veces al día en la cama de su inquilino no le hacía bien y su espalda se lo recordaba con gusto, pero para el rubio había un problema, su omega interno ya estaba acostumbrado al aroma a pino de Deku, por más que intentara dormir en su ahora pedazo de cielo, sencillamente no podía conciliar el sueño. Intentó varias veces decirle a él que si le daba algo para poder dormir, una sabana, una manta o incluso la almohada, pero no se atrevía, aun le quedaba orgullo y dignidad.

En un intento de poder dormir, en una de las tantas salidas que Deku tenía Katsuki que coló en su habitación tratando de robar (o prestar) algún objeto que tuviera el aroma de ese alfa, muchas veces falló, seis en total, sin embargo su omega le decía, le suplicaba que tuviera algo con el aroma de aquel hombre, ya fastidiado de tantos intentos erróneos, sencillamente le preguntó al pecoso.

- Oye, Deku –

- ¿Qué se te ofrece? –

Sin pensarlo o quererlo su omega tomó control de su cuerpo dirigiéndose hasta el pecoso que se encontraba en la cocina, ambos quedaron cara a cara viéndose con cierto aire de curiosidad.

- ¿Podrías…prestarme tu almohada? –

- Mi ¿almohada? ¿Para qué la quieres? –

De nuevo Katsuki tomó la situación en sus manos, a ese paso su lado sumiso lo dejaría loco, es más, ya lo estaba dejando loco con lo que hacía.

- Nada, olvídalo –

Justo cuando el rubio se dirigía a su cuarto, Deku soltó unas palabras con cierto aire pícaro.

- ¿Tiene que ver con el hecho de que ya no puedas dormir sin mi aroma? –

- Mierda –

- ¡Si no quieres dármela no te voy a…! -

- Nunca dije que no Zero, puedes tomarla cuando gustes y cuanto gustes, puedo comprar otra –

A Katsuki le molestaba que su raptor no le tomara tanta importancia al asunto, si lo pensaba bien, su maldito omega solo va a querer al mayor como su alfa, su propio instinto de necesitar un alfa estaba confundiendo las cosas, su compañero no sería capaz de quererlo de la manera que su omega quisiera, muchas veces le dejó en claro al rubio que la única relación que tendrían seria de secuestrador y secuestrado, tambien le había dicho que no debían enamorarse por ningún motivo, Katsuki estaba predestinado para ser el omega de alguien más le guste o no.

- Bien –

Cada uno tomó caminos distintos, mientras Bakugou se encerraba felizmente con la almohada del mayor en su cuarto, Midoriya se quedaba pensativo en la cocina.

Según me he enterado, los omegas tienen su celo cada tres meses, debido a que nadie sabía que el chico era un omega y que él ocultaba su propia naturaleza, debes encargarte de los celos del chico, ningún investigador profesional pudo averiguar la fecha exacta de su ultimo celo debido a las medicinas que usaba, los supresores te llegaran en unas horas, busca el modo de ocultarlos de Zero y dáselos de forma concurrida, si me entero que se saltó un solo día sus medicinas estarás rogando piedad tres metros bajo la tierra, quiero que tú tambien consumas las pastillas, no me arriesgaré.