E-1 Todoroki

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Si, estaba enloqueciendo. Estaba al borde de la muerte pero eso no evitaba tal agonía que sentía.

Estar cerca de morir era un sentimiento tan lejano ahora. Pues su tortura era de lo peor. Ya no sentía los dedos, mucho menos si los seguía teniendo ahí. Solo recordaba que vio volar algo.

La risa de aquel hombre que era un conocido laboral hacia eco en el lugar, abría los ojos y ahí lejos, junto a la puerta se encontraba al que concideraba su mejor amigo. Lo miraba con tristeza, pues gritó durante minutos para que le ayudara a salir de ahí, pero no hizo nada. Y no hace nada.

Solo le mira, con seriedad. Una que creyó que no existía en Iida.

- Creí conocerte - piensa. Pero de inmediato sus pensamientos son arrancados y llevados directo a su garganta donde logra dejar salir un grito lleno de dolor. Una mezcla agria entre la descepción y la traición.

- Lo dejaremos aquí por hoy - le susurra su antiguo compañero. Puede sentir ese maldito aroma lleno de alegría.

- Muérete - Todoroki le gruñe, pero solo logra sacar una gran carcajada de su contrincante.

- Lo siento, yo sí tengo una vida que cuidar y un Omega que proteger -

El maestro temblaba de ira, aún no se sacaba de la mente aquella mueca de placer que el -entonces- beta llevaba en el rostro. Y aquella marca en el cuello que representaba la union eterna.

- No te preocupes, si sales de esto te mandaré una invitación para la boda -

Todoroki agachó la cabeza derrotado, llevaba al menos unas horas secuestrado y ya no recordaba qué día era, además de que se prometió hacer lo posible para liberar a su alumno de su prisión.

Pero al parecer Bakugou no estaba de acuerdo. Pues su alumno estaba al fondo de aquella habitación observando cómo era torturado y obligado a cerrar la boca para no hablar.

"Yamikumo" se le acercó y de inmediato abrió los brazos a su omega para que este se dejara cargar en símbolo de protección.

- No dejes que nos separe - le escuchó decir. El bicolor enfureció.

- ¡Bakugou! ¡Esto no es lo que quieres! ¡Lo sé! ¡Tienes un futuro prometedor! ¡No lo desperdicies! - las sogas que lo tenían unido a aquella silla empezaban a ceder por la fuerza.

Izuku solo le miró de reojo y Bakugou le gruñó con el afán de que no se acercara a su alfa, pues no dudaría en dar batalla para defenderlo.

Iida al ver el ambiente tenso se acercó hasta su ex mejor amigo y le dio un puñetazo para callarlo al menos unos minutos.

- Imagino que no cerrarías la boca por más que te pague ¿Verdad? - escuchó al alfa peli verde, solo gruñó en respuesta - Creo que no - suspiró - Iida acompáñame afuera -

Este le siguió sin ánimos. No era necesario ocultar su amor por el alfa bicolor, sí, ambos eran alfas y la sociedad no veía aquella relación algo sano, pero esta sería la última oportunidad que tendría, convencería a su jefe Izuku que al menos le dejase convencerle de que podría controlarlo y persuadirle de no abrir la boca, pero aquel alfa no era fácil de persuadir.

- Mido... -

- Mátalo -

Tenya detuvo su andar, esperaba que Izuku bromease pero al parecer, este no sería el caso.

- Midoriya... -

- Es obvio que él no está dispuesto a callar lo que vio, siendote honesto - volteó a verle - no quiero que me separen de Katsuki -

Estocolmo {Dekukatsu} -Finalizada Y Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora