Capítulo 3 ;

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Las manos de Justin subieron rozando sus pechos de camino hasta el cuero cabelludo de ella, fue deslizando sus dedos por su pelo relajándola en su estado de desesperación y los besos de Justin subieron por su cuello hasta llegar a su rostro, después de unos castos besos en la mejilla, párpados y mentón, pudo excitarla al momento de colocar sus labios encima de los de ella, cubiertos por un brillo labial rojo intenso que a Justin junto a Ryan deseaban quitar a lametones.

Justin plasmó bien sus labios sobre los de ella, besó el labio de arriba y luego el de abajo, haciéndola desear más. Poco a poco ella fue respondiendo al beso, de tal manera que encuentran su propio estilo, Justin se separó de ella a pocos milímetros de su boca y recorrió su lengua los labios de ella, intensificó el recorrido con su lengua introduciéndolo en su boca.

A ella la cabeza le daba vueltas, unas manos en su trasero, otras manos en su cadera y con los labios de su alumno en su boca, no podía acabar de creérselo, hasta creyó que lo estaba soñando, pero definitivamente, no quería despertarse de cualquier de las maneras.

-Vamos a la mesa. -Anunció Justin cogiéndola del brazo y llevándola a la mesa del profesorado, Ryan les siguió el paso mirándola desde su perspectiva, jamás se hubiera imaginado que estarían a punto de follar con una de sus profesoras favoritas.

Justin se situó detrás de ella y cogiendo sus muñecas hizo que apoyara las palmas de la mano sobre el escritorio de inmediato. Un suspiro salió de ella al sentir como sus manos se dirigían a su falda ajustada, subiéndola lentamente, sentía como el tejido le rozaba la piel haciéndola estremecer.

-Dios… Como deseaba tener este culo entre mis manos. -Susurró Justin agarrando entre sus manos los dos cachetes de su trasero.

Ryan se situó encima de la mesa con las rodillas apoyando esta y desvió sus manos a la camisa de la profesora, con las miradas fijas en uno al otro, fue desabotonando uno por uno de los botones que contenía la camisa color crema hasta llegar al final, dejando mostrar sus pechos cubiertos por un sujetador de encaje negro que hizo suspirar a Ryan de gloria.

-Aparta tus bragas.

Ella de inmediato obedeció la orden de Justin y con una mano y la mirada fija en lo que estaba haciendo Ryan con sus pechos todavía cubiertos por el sujetador, apartó las bragas a un lado, dejando mostrar más de lo debido. Justin sonrió agachándose hasta la altura de su cintura y poniendo sus manos sobre su trasero hundió su cara sobre su vagina, que estaba necesitada de atención.

-¡Dios mío! Sí…

Ella soltó un gran gemido y con la otra mano agarró la cabeza de Justin para que fuera más rápido y no frenara las acometidas de su traviesa lengua sobre su clítoris. Ella abrió las piernas, creando más acceso para él. Ryan sonrió viéndola disfrutar y quitando su camisa, alejándola lejos, junto sus manos sobre sus pechos, apretándolos por encima del encaje del sujetador.

Acercó su cara a la de ella, y se fundieron en un beso apasionado de la misma manera que lo había tenido Justin con ella contra la puerta, pero más intenso ya que él callaba sus ahogados gemidos, con su juguetona lengua. Los besos de Ryan acabaron aumentando comenzando desde sus hombros, luego en el cuello, tratando con su zona erógena más sensible de una mujer y el lugar ideal para excitarla más de lo que estaba en esos momentos, hasta llegar a sus oídos, donde le comenzó a susurrar cosas fuera de tono, excitándola más.

-Dame tus gemidos, preciosa. -Susurró sobre su oído, antes de lamer su lóbulo de la oreja para luego morderla, teniéndola entre sus dientes.

Ryan llevó sus manos hasta su espalda abriendo el cierre del sujetador y lo tiró sobre la mesa, agarró sus pechos rápidamente y dejó un casto beso sobre cada uno de sus pezones, aumentó su placer moviendo los dedos rápidamente sobre la aureola de sus senos. Para llegar más rápido a su esperado orgasmo lubricó sus pezones con un poco de saliva, Ryan recorrió sus pezones con la lengua a diferentes velocidades. Y para mejorar las sensaciones aplicó un poco de presión sobre ellos, haciéndola soltar un fuerte gemido, indicando que había llegado a su primer orgasmo de muchos.

*~*

Aquí tenéis el tercer capítulo del shoot, espero que os haya gustado.

Es corto, pero la explicación es bastante larga. A partir de aquí las cosas se calentarán, y será la mayoría de los capítulos subidos de tono.

¿Estáis preparadas para lo que viene?

nυeѕтra proғeѕora {נυѕтιɴ&тú} #Book 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora