Capítulo 4 ;

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Todo había pasado tan rápido que en segundos había llegado a su primer orgasmo, nunca había tenido uno igual en años y se sentía extraña y a la vez excitada de una manera sobrenatural. Ella había cambiado de opinión drásticamente y anuló de su mente la posibilidad de que fuera despedida de el único trabajo que podía mantenerla con un techo para poder vivir.

Las manos de Justin ya no estaban en su cuerpo mientras que las manos de Ryan no paraban de masajear sus pechos completamente desnudos y besarla como ningún hombre la había besado jamás. Ella no sabía como podían besar tan bien unos adolescentes de diecinueve años a comparación de un hombre de veinticinco o treinta, ¿quién les habría enseñado a besar de esa manera tan excitante?

Las manos de Justin volvieron a posicionarse en su cintura y fueron bajando hasta su trasero, sintió como Justin mordía su labio y gruñía al momento de estrujar sus glúteos contra las palmas de sus manos. Las bragas de encaje empezaban a molestarle y agarró el borde de estas para bajarlas lentamente por sus piernas hasta verlas desaparecer de su vista. Justin pegó su cuerpo al de ella y ella sintió su erección bajo sus boxers, se había dado cuenta que en el momento que no sentía sus manos sobre su cuerpo había aprovechado el momento para desnudarse, al igual que estaba haciendo en esos momentos Ryan bajo su atenta mirada viperina.

-Nos tienes a los dos totalmente excitados profesora. -Susurró la voz de Justin detrás de ella, Ryan se posicionó delante de ella, y ella se excitó más, al sentir dos erecciones por delante y por detrás de ella. Nunca había soñado con otra cosa que no fuera esa, dos pollas para ella sola, era su sueño más erótico y lo estaba a punto de cumplir.

-Tócanos, sabemos que lo estás deseando. -Volvió a hablar sobre su oído en un susurro.

Ella se mordió el labio ansiosa y sin esperar más deslizó sus dos manos por los dos torsos sintiendo sus abdominales sobre sus finos dedos y se puso de lado para poder tocarlos con facilidad, llegó a los elásticos de los boxers y ordenó con sensualidad:

-Quitároslo.

Ellos de inmediato acataron la orden y deslizaron sus boxers hasta sus pies y los lanzaron fuera de su alcance, ella sonrió, y se tuvo que morder la lengua reteniendo las ganas de soltar un gemido al ver sus erecciones completamente erectas apuntando a ella. Ellos se acercaron a ella y sus glandes rozaron con sus muslos provocando que un gemido inesperado saliera de su dulce boca.

Ella decidió bajar hasta estar a la altura de sus masculinidades y agarrándolas con las dos manos, comenzó a masturbarlas con lentitud haciendo exasperar a los dos hombres que tenía a sus costados, deseosos de ella. Ella introdujo poco a poco el pene de Justin todo lo que pudo ya que era bastante ancho de lo normal, sintiendo que crecía dentro de ella, fue combinando sus manos con su boca, provocándole un placer inmenso.

Ryan agarró su cabeza pidiendo atención para él y ella sonrió de lado mirándolo desde abajo, introdujo su pene en su boca, el de Ryan era algo menos ancho pero más largo que el de Justin, empezó a tocarlo y con su lengua se deslizó de abajo y hacia arriba causándole un inmenso placer en su prepucio.

-Métetelo entero… Sí, nena…

Los gemidos de Ryan empezaron volverla loca, y incrementó sus lamidas y movimientos con la mano, utilizó sus labios con gracia para rodear la punta de su pene y dejó caer la punta de su lengua al salir, provocando que él se viniera por completo, dejando que el líquido bajara por su garganta, lo tragó con gusto.

-Es la mejor mamada que me han echo en la vida. -Comentó Ryan, con un gemido.

Ella sonrió con maldad y fijó su atención en Justin que todavía no había llegado a su culminación. Lo metió completo en su boca, y movió su lengua en círculos teniendo el cuidado necesario para que nunca tropiece con sus dientes, ya que su miembro, una vez erecto a su máxima potencia, se vuelve extremadamente sensible.

Segundos después Justin se vino y algunas gotas de semen se deslizaron por la mejilla de ella, sonrió, viendo como los dos hombres la miraban, y agarrando el semen con el dedo índice lo metió en su boca, sensualmente, sin perder la mirada de esos dos tremendos hombres que le estaban proporcionando más placer en menos de una hora que todas las veces que había tenido sexo en sus años de vida.

*~*

¡Aquí tenéis el esperado capítulo!

La cosa se está poniendo caliente entre los tres.

Quiero que me respondáis antes a una cosa. ¿Qué parte os a gustado más?

¿Y si os está gustando como se está desarrollando el shoot?

¡Gracias a todaaaas!

Un beso enorme.

nυeѕтra proғeѕora {נυѕтιɴ&тú} #Book 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora