Sólo Emery piensa que el amor, sólo existe en las novelas

capítulo 11

Emery:
Antes de que le dijera algo, se me adelanto.
-antes de que preguntes, si es verdad... me atraes en todos los sentidos. Pero siendo sincero no creo que lo nuestro funcione, además no voy a salir con la hermana de mi amigo- sincera mente no lo conocía lo suficiente como para que esas palabras me doliesen.
-yo pienso igual, además no nos conocemos demasiado- dije con un tono amigable para que no le doliesen tanto mis palabras. Empecé a caminar al rededor del jardín, a la vez que el me seguía, a unos centímetros de distancia justo a mi lado derecho. Caminaba con la cabeza gacha y mirando el césped, perfectamente verde y brilloso y todo cortado del mismo tamaño, no quería estar pisando y por esos mis pies se acercaron al borde de la piscina que era de azulejos, blancos y de textura rugosa para no resbalarse.
-tu casa es muy bonita- le dije decidiendo romper el silencio, tan incómodo que se había hecho.
-no tanto como tú- me comunicó con una sonrisa en esos hermosos labios color rosita, y carnosos pero no tanto. Siempre que alguien me tiraba la caña, me ponía antipática con el, pero no se porque con Sam no, y lo único que hice fue darle un manotazo en su hombro su reacción no fue más que.
-vale, vale, dejo de decirte cosas bonitas- puse los ojos en blanco y pude ver como se reía de mi, lo mire pero enseguida me arrepentí, me encontré con esos ojos marrones, que tenían un brillo especial, bajo la luz de la luna, enseguida me gire y segui caminando por el borde y mirando aquella agua, que estaba tan calmada que por un momento me quería tirar, para romper esa calma.
-me gustaría saber en qué estas pensando-
-¿te puedo hacer una pregunta?- dije ignorando su comentario.
-ya me la hiciste-
-ja ja que gracioso-
-si si puedes-
-¿por qué te pusiste celoso antes cuando besé a tu hermano?- pregunté al fin.
Su mandíbula se tenso y sus ojos pasaron de mi rostro al agua de la piscina.