Capitulo 29: La octava melodia y el tercer fragmento. El dragón de las sombras

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*esperen la señal*

Narra Link:

Nuevamente Vincent apareció; pero no había aparecido solo, tres sirvientes de su "séquito" lo acompañaron y nos dieron batalla; pero juntos los vencimos, bueno en el combate, ya que mi amada con sus radiantes alas de hada y su nueva habilidad: control del viento, les dio el golpe final y nos libro de ellos, aunque se muy dentro de mí que regresaran.

No he podido dejar de de ver a Marìa mientras flota y vuela de vez en cuando con sus alas, si en su forma de hada se veía preciosa, como humana es mas hermosa; pero tengo la ligera sensación de que ya las había visto antes; pero cuando?

Las dobles zarpas me ayudaron demasiado para poder subir y llegar a la puerta que al principio no podía acceder; sin embargo no fue del todo tranquilo.

- Ya Link vamos dime! como fue lo de anoche? - me dijo Midna por n-esima vez con insistencia.

- Ya te dije que no! - le grité ya al límite de mi paciencia - No te dire nada! Punto!

- Midna te lo ruego, deja de insistir! Ya me siento bastante expuesta con que ese tipo nos halla visto - le dijo mi pobre novia apenada.

- María...ven aquí - ella descendió en frente de mí y la abracé. Ella escondió su cara en mi pecho - Midna por favor ya olvídalo.

- Lo siento chicos...creo que aún tengo algo de mi insensibilidad hacia ustedes - nos dijo Midna agachando la mirada.

- Midna, los cambios no se dan de la noche a la mañana. Llevan su tiempo - nuestra amiga me quedo viendo hasta que sonrió y se escondió en la sombra de María - Amor, estas bien?

- Si...nunca creí que mi primera vez fuese...presenciado.

- María...a mí también me enfureció eso; pero quitando eso por completo, me alegra que mi primera vez haya sido contigo - su dulces ojos me vieron y sus tiernas mejillas se enrojecieron.

- A mí también me alegró mucho que fuese contigo. Te amo - ver la ternura y el amor en sus tiernos iris café cuando me dijo eso fue lo bastante irresistible para mí para estrecharla con todas las fuerzas de mi corazón y ocultar mi rostro en su cuello. Sus delicadas y finas manos sujetaron mi ropa por detrás y aunque no lo podía ver sabía que ella sonreía - Vamos amor, un dragón nos espera - asentí y seguimos el viaje.

Subimos con rapidez para evitar a los molestos keseks y babas carnívoras que aparecieron del suelo y techo hasta llegar con otro reptil completamente acorazado como los que enfrentamos en el templo del tiempo.

- Link yo me encargo! Sólo aléjate! - obedecí y María creó un tifón que lanzó fuera de nuestra vista y del lugar al monstruo.

- Bien hecho a..amor! - me alarme al verla caer, corrí y la atrapé a tiempo - Estas bien?

- Si cariño...sólo estoy cansada - María trato de volver a elevarse; pero no pudo.

- Creo que usar tus nuevos poderes junto con tus alas consumió gran parte de tu energía. Lo mejor sería que descansaras.

- De acuerdo - me contestó fatigada. Con cuidado me senté y la acurruqué a mi pecho. Al segundo se quedó profundamente dormida y sus alas se cerraron.

- Esas alas...estoy seguro que las vi antes; pero donde? Se que no fue en nuestra vida anterior, siempre fue hyliana ahí. Entonces...donde? - un ruido me sacó de mis pensamientos, ese ruido provenía de detrás de mí - La espada maestra...está titilando... - la espada maestra brilló intensamente y al desaparecer el resplandor me hallaba sólo en un prado que no era el de Hyrule.

El héroe elegido y la princesa de las hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora