Capítulo 25: El templo del tiempo. Fobias y espadas

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Narra María:

Link y yo le íbamos contando a Midna sobre nuestra vida anterior y todo lo ocurrido lo más breve posible hasta que nos detuvimos al estar ya dentro del templo del tiempo.

- Bueno chicos aquí es. El verdadero templo del tiempo.

- Vaya...me pregunto porque nunca entramos aquí? Imaginar que toda esta edificación estaría dentro del lugar de reposo de la espada maestra - dijo Link contemplando el lugar.

- Lo sé. En fin, vengan - lleve a Link y a Midna hasta la entrada del jefe del templo - Ven algo...diferente?

- Mmmm...si. Falta una estatua! - exclamó Midna señalando el lugar vacío al lado de la puerta.

- Correcto Midna. Para abrir la puerta, debemos llevar la estatua que falta a su lugar de origen.

- Suena algo fácil amor.

- Eh ahí el dilema amor. No será nada fácil; pero juntos lograremos que lo sea. Así que subamos - señale unas escaleras que Link y yo comenzamos a subir. Fui a buscar la llave para abrir la puerta y cuando nos disponíamos a ir a la puerta nos topamos con una peculiar ave.

- No tan rápido jóvenes! - nos dijo el ave. Miré el rostro de Link que mostraba gesto de rareza ante la imagen del ave. Me recordó a mí la primera vez que la vi; hasta me dio risa - Por fin! El lugar que buscaba! En estas ruinas se encuentran los ingenios arcaicos de mi pueblo. Dimos vueltas por toodo el mundo buscando; pero creo que ya estamos cerca. Cuando lo encontremos, por fin podremos ir a casa! Que ganas tengo!

- Me imaginó - le sonreí - Desean que los ayudemos?

- Nos ayudarían?! De verdad!? Muchas gracias! Oh qué modales los míos. Me llamo Ucayaya y él es mi hijo. También puedo serles útiles. Puedo teletranspórtalos fuera de aquí cuando quieran.

- Me llamo María y él es Link, y gracias por el dato. Así que andando - tomé a la señora Ucayaya y con su hijo los pude dentro de la alforja de Link - Vamos Link. Lo que la señora Ucayaya necesita también nos servirá a nosotros - avanzamos más allá del lugar; pero al cruzar la puerta retrocedí con rapidez.

- Cariño que te pasa? - me cuestionó Link. Temerosa señale en dirección a la grande y horrible araña de patas peludas y de un solo ojo con grandes colmillos - Es solo una araña mi amor. Se ve que es fácil matarla. Vamos no temas - con delicadeza me tomó la mano; pero la alejé con rapidez y traté de ocultarme como pude. Link me miró algo triste - Esta bien. Yo me encargo - dicho eso se fue con el horrible arácnido y lo mató - Listo amor. Libre de plagas.

- Por ahora... - le contesté aún con miedo acercándome a él - En el camino habrán más de esas asquerosidades....no puedo seguir - lo abrace con ganas de llorar.

- Mi amor claro que puedes. Todos tenemos miedo y fobias si; pero si vivimos con esos miedos no podremos avanzar. Recuerdas que te dije que tenía miedo de perderte? Aún lo tengo y por eso procuro protegerte. Yo se que eres valiente. Lo has demostrado muchas veces y se que podrás contras las arañas. Te apuesto a un tarro de leche que aplastaras una araña tú misma.

- Pues...creo que vas a perder...pero trataré de afrontar mi fobia - ví que me mi amado dio una sonrisa seguido de un beso en la frente para luego avanzar. Apenas subimos las escaleras cuando un lizalfo se lanzó hacia nosotros. Link lo venció; pero otro lizalfo se apareció por detrás. Al verlo, me adelante y una patada en tijera hacia atrás, le arrebate su espada y escudo para atacarlo y darle fin - Esos reptiles me hicieron recordar que habrán más de ellos por aquí. También habrán algunos con armaduras

El héroe elegido y la princesa de las hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora