¿Podría un alfa de personalidad tímida estar con un omega que no soporta su presencia?
Al ser totalmente opuestos, Jung HoSeok sabía que era difícil e imposible que alguien tan poca cosa como él pudiese ser notado y correspondido por Kim TaeHyung, e...
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Tenía muchísima hambre.
Todo de alguna manera le estaba dando vueltas.
No había comido nada en tres días, y estaba empezando a tener alucinaciones de muchas cosas.
Se abrazó a sí mismo tratando de hacer bolita. El día parecía empeorar conforme avanzaban las horas del día.
Era lamentable y triste que todos lo veían, pero hacían como si no existiera, lo que era doloroso, porque todavía era un menor de edad y se estaba enfrentando a los golpes de la vida.
Jung Hoseok trato de abrazarse un poco ante el frío del invierno que estaba comenzando a golpear las calles de la ciudad. Estornudo un poco ante el cambio climático tan helado.
Al parecer el clima iba a cambiar de la peor manera, eso lo podía sentir por el frío y el cielo nublado casi a oscurecer. Parecía ser de casi las siete de la noche y no las cuatro como había visto en tiendas atrás con la hora.
Su estomago rugió en busca de alimento y su alfa chilló de dolor al verse tan vulnerable. No había comido en tres días y ya estaba sintiéndose desfallecer.
El orfanato había cerrado hace un tiempo y todos los que habían crecido con el, habían quedado en la calle y no sabía que había sido de ellos.
Puede que incluso estuvieran muertos, y él era el único que había sobrevivido. Había gente que le ayudaba, le daba un poco de ropa y comida, pero no todo el tiempo era así, solía comer de las sobras que tiraban de los restaurantes.
Camino cerca de una cafetería, un olor a chocolate caliente y pan llego a sus fosas nasales. Se veía delicioso ese pequeño trozo de pastel de la mesa de esa chica quien bebía un poco de café.
Los ojos de Hoseok se aguadaron, tenía hambre, pero no quería entrar al local a pedir unas monedas, ya que seguramente el dueño del local le echaría al ver su vestimenta sucia y gastada.
Cuando menos se lo esperaba y para mala suerte del día, Hoseok observo como comenzó a llover rápidamente, asustándolo al saber que se pondría peor para él.
El alfa jovencito comenzó a correr rápidamente hacía un callejón y hacerse bolita para llorar por su desgracia.
Sentía tanto miedo, quería ser protegido de todo el mundo.
Era tanto para alguien que solo tenía catorce años de edad.
Estaba lloviendo muy fuerte, Hoseok seguramente se enfermería al no cubrirse de la fría lluvia, pero eso no le importaba en esos momentos, solo quería desparecer.
─ ¿P-Por qué me pasa esto a mí? ─dijo en alto, con voz rota y dolida.
Hacía frío, estaba mojándose con la lluvia y tenía hambre, ¿Habría algo peor que eso? ¿Por qué no solo moría y ya? Pero por más que pidiera al cielo que eso pasará, seguía vivo, mientras dejaba que la lluvia hiciera lo que quisiera con él.
De repente la lluvia dejo de mojar a Hoseok, cosa que le desconcertó en gran manera, quien al notar eso, dejo de llorar para mirar hacia arriba. Una mano sobre su cabeza y un aroma fuerte pero suave a su vez llego a sus fosas nasales.
El alfa se encontró con la dulce sonrisa, parecía un ángel, ya que poseía una belleza casi inhumana. Era una chica, una alfa también al igual que él quien extendió su mano hacía el.
Hoseok la miro confundido al no saber que hacía una muchachita como ella, elegante y limpia cerca de alguien tan sucio como él. Sintió vergüenza de sus ropas viejas mugrientas.
La alfa sonrió con calidez mirando al jovencito que le observaba con sus dos ojos llenos de lágrimas. Algo se quebró para la chica quien trato de no llorar.
─Hola pequeño ─Dijo la muchacha con dulzura para que el niño tomará confianza ─, te vi afuera de la cafetería, y note que miraste mucho el café con chocolate, ¿Te gustaría uno con un poco de pan? Debes tener hambre.
Hoseok estaba un poco inseguro, seguramente era una broma.
─No tengas miedo, quiero ayudarte ─La jovencita se agacho hasta quedar a la altura de Hoseok ─. Mi nombre es Min Young, Kim Min Young y deseo ayudarte, ¿Me lo permitirías?
Si no te arriesgas, nunca conocerías las maravillas que el mundo podría ofrecerte, solía decirle la nana que cuidaba del orfanato antes de fallecer, y en eso tenía algo de razón.
─M-Me llamo Hoseok ─Respondió con voz débil y raspada el alfa, ya que no tenía fuerza para hablar de la debilidad ─. J-Jung Hoseok, p-por favor, no me lastimes.
La alfa sonrió al ver que Hoseok había tomado su mano para levantarse junto con ella.
─No lo haré, descuida, quiero ayudarte. Tienes un lindo nombre, Hoseok ─Min Young sonrió cálidamente ─. Ven conmigo, debes tener mucha hambre. Ahí venden cosas muy deliciosas, yo invito, tu pide.
Ese día cambio totalmente para Hoseok, quien comió y bebió chocolate caliente de esa cafetería que había mirado antes con Min Young, quien le ofreció un hogar.
Quedarse en una casa, después de tanto tiempo vagar en las calles, tendría donde quedarse y no pasar frío.
Al parecer, un bello arcoíris estaba apareciendo en su vida para iluminar ese diluvio que había caído tanto tiempo sobre él.