Capítulo 3. Te vas a quedar aquí

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Rose Weldon POV'

"¿Que ha pasado?" Logro decir cuando me pongo en pie de la cama.

"Solo ayúdame" Dice débil y sentándose en el borde de la cama.

"¿Tenéis botiquín en esta casa?" Le digo colocándome a su lado y viendo el paño.

"Si, en la cocina, primer armario de arriba"

Nada más decirme donde se sitúa el botiquín, le miro con cara de lástima y me dirijo hacía a el botiquín, lo cojo lo más rápido posible y vuelvo a subir las escaleras para llegar a la habitación y encontrarme a Blake medio tumbado en la cama con los ojos cerrados.

"Hey, hey" Le doy un ligero movimiento.

Abre los ojos y hasta el momento nunca le había visto esta mirada, se le nota débil, cansado.

"Siéntate y déjame mirar la herida" Le digo arrastrando la silla del escritorio hasta estar enfrente de él.

Con esfuerzo se pone derecho en la cama y me mira con unos ojos de cansancio, se retira el paño rojizo y puedo ver que en su camiseta oscura se puede observar una mancha del tamaño de su mano de grande una mancha roja. Le doblo la manga de la camiseta hasta el hombro, pero al ver que se cae un par de veces, opta por quitarse la camiseta sin pronunciar una palabra, en ese momento puedo observar como todos los músculos hacen que se muevan todos los dibujos tatuados que lleva en su abdomen, brazos y espalda.

Retiro la mirada de su cuerpo cuando deja la camiseta a un lado de su cuerpo y yo me pongo a trabajar en su brazo. Veo que tiene un pequeño agujero que no para de salir sangre, cojo una gasa y la pongo en el agujero para poder parar la hemorragia y empezar a coserse-lo.

"¿Como te lo has hecho?" Le digo mirando atentamente la herida y viendo que poco a poco va parando de sangrar.

"Un disparo, debes sacar la bala"

"¿Que? No tienes anestesia, ni estamos en un quirófano, lo mejor será ir a un hospital" Le digo alterándome y poniéndome en pie empezando a recoger.

"No, lo harás tu, no puedo ir a un hospital. Además ya hemos hecho esto más de una vez en casa" Dice cogiéndome de la mano y volviéndome a sentar en la silla.

"Esta bien" Le digo agotada, no es el momento y la hora de discutir.

Cuando esta limpia la herida, con una pinzas y mucho cuidado poco a poco muy hurgando en la herida para poder extraer la bala, él por su parte intenta no moverse mucho y no quejarse, ya que ha notado que cada vez que se queja me detengo porque le produzco dolor. En el momento que saco la bala, la dejo en la mesa, limpio la herida y con paciencia empiezo a coser la herida, tardo dos minutos en acabar de coser la herida que dentro de pocos días se convertirá en una cicatriz.

"Ya esta" Le digo cerrando el botiquín y tirando los pañuelos que he necesitado para limpiar los utensilios.

"Gracias" Dice levantándose y poniéndose la camiseta.

"Hum.. si, de nada" Le digo un poco avergonzada por la situación.

"Bueno eso, hasta mañana" Me dice un poco cortante y desapareciendo de la habitación.

Descolocada, esa es la palabra que define este momento. Horas antes me ha tratado como un trapo viejo y ahora me ha pedido ayuda para que le curase la herida, no entiendo nada, le podría a ver avisado alguno de los otros chicos y le hubieran curado.

...

A las diez de la mañana me levanto de la cama, me desperezo y ordeno un poco lo que he utilizado. Minutos más tarde cuando estoy colocando bien las sábanas entra de mala manera Blake.

B L A K EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora