Capítulo 8. No te acerques a él

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Rose Weldon POV'

Sirvo el café en la taza y le doy un sorbo, dejo de nuevo la taza en la encimera y miro mi uniforme, no me satisface para nada en mi cuerpo pero no le pongo ninguna pega.

Cuando he terminado mi almuerzo cojo una bolsa de tela, dentro de ella coloco las llaves de casa, el teléfono que Blake insistió que me quedara y un tupper con la comida cocinada que comeré en el día de hoy. Salgo de casa y en menos de veinte minutos me encuentro en la puerta del restaurante. Respiro profundamente y entro, ya hay gente por todas partes, mis compañeros reparten las comandas lo más rápido posible para que cada cliente quede satisfecho.

"¡Hola Rose!" Dice emocionada Amelie dándome un abrazo.

"Hola" Digo riendo. "Hoy es mi primer día de trabajo" Consigo después del abrazo.

"Bienvenida, déjame enseñarte el cuarto donde puedes descansar" Coge mi mano y me guía hasta una habitación enfrente de donde tuve la reunión con el director Moore. Esta amuebla con diferentes sillas, una mesa redonda en medio de la habitación, una televisión, una nevera, una pica y unas taquillas con candado. "Aquí puedes cambiarte, comer y descasar en tu tiempo libre" Dice con una sonrisa.

"Muchísimas gracias" Le dedico una sonrisa y me dirijo a una taquilla vacía para colocar mis pertenecías.

...

Son las tres en punto y después de dos horas orientándome de como será mi trabajo durante estos quince días, me dispongo a comer, fue muy intenso. Mi trabajo consiste en dirigir a los clientes a sus mesas y tomarles nota, pasárselo a cocina y cuando este hecha la comanda servirla. No es difícil, pero con tantas personas a las que atender se me complica el trabajo, pero necesito el dinero, así que no puedo mencionar ningún quejido de mi boca.

Tengo tres compañeros camareros, Amelie, Robert y Agus, son muy buenos compañeros, me han ayudado en algunas complicaciones que he tenido y se lo agradezco. En cocina se encuentran Tom y Ron dos estupendos chef de cocina, con ellos no he podido tener mucha relación, espero que más tarde podamos hablar.

Amelie me ha invitado a ir esta noche con los compañeros de trabajo a un bar de la zona y tomar algo para que este más integrada, deberé hablar con el señor Moore si me puede dar la mitad del suelo ahora y a final de mes el resto.

...

Moore no puso ningún impedimento por el sueldo y me extendió la mitad del salario a final de mes tendría le resto, me dio quinientos euros, no es mucho pero para empezar no esta mal. Le dije Amelie que iría y ella me dijo que a las doce de la noche pasarían a buscarme a la dirección que le di de mi casa.

Estoy debatiéndome si ir con este jean negro con una blusa sencilla blanca y las converse o el vestido azul que había en la antigua habitación cuando venia aquí, a casa de mi abuela. Pero opto por ponerme el jean y la blusa, será un bar es algo informal, no debería ir tan arreglada.

Son las once y cuarenta y cinco, falta un cuarto de hora para que vengan a recogerme y en estos tres cuartos de hora he tenido que asearme, cenar y prepararme para salir. Nada más recoger un poco la casa y encender la tele ya se encuentra el timbre sonando.

Apago el televisor y me encuentro detrás de la puerta a Amelie enfundada en un jean y una blusa escotada negra, dejando al vuelo su pelo.

"Hola" Dice animada.

"Hola, ¿ya vinieron todos?" Digo asomándome detrás de ella y viendo el coche blanco.

"Si, solo faltas tu, ¿nos vamos?" Asiento, cojo mis pertenecías y cierro la puerta de casa con llave.

B L A K EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora