Capítulo 4. No deberías darme las gracias

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Rose Weldon POV'

Solo un día llevo aquí, un día y afirmo que ha sido el peor que he pasado durante mucho tiempo.

Ese hombre, es el que tantas veces he oído hablar de él, es Prince, y es el hombre más desagradable, sin sentimientos, arrogante y espeluznante que he podido ver antes.

En este día me lo ha hecho pasar horrible.

Desde que se fue de la habitación después de tocarme todo el cuerpo me pasé más de una hora llorando e intentando dormir, al cabo de esa hora vino uno de los otros hombres que había en el coche cuando me dirigí hasta aquí, me trajo una bandeja con comida, una tortilla francesa mal hecha y un brick de zumo, me lo tiró como si fuera un trapo viejo. Supongo que sería la cena porque al no tener ventana esta habitación no puedo más o menos orientarme de que hora es.

Ahora deben ser por la madrugada, pero la verdad es que no me importa, solo lo que me interesa es salir de este lugar. ¿Que he hecho yo mal para merecerme esto? ¿No recé lo suficiente la última vez que fui a misa?

Me encuentro acurrucada en la cama, de lado con mi cara contra la almohada y con los ojos hinchados, me encuentro mal ya que ayer nada más comí la manzana del desayuno y el brick de zumo ya que no estaba abierto y me fiaba más. Pero la verdad es que con lo que estoy pasando en lo último que pienso es en comer. En mis manos tengo la bala que le saqué a Blake del brazo, solo es un pequeño objeto, pero cada vez que lo toco y lo veo, me siento algo mejor. Tengo frío, la sábana que tiene esta cama es helada y mi pantalón no me lo puedo poner porque ayer Prince al forzarme en quitármelo me rompió la costura.

...

Dos días llevo, me siento bastante mal. En los dos días que llevo no sabría decir que diferencia ha tenido un día del otro. Prince viene alrededor de la hora de comer y me toca a su gustó, aunque yo oponga resistencia a él le es indiferente. Al menos me han dejado ir dos veces al baño, pero siempre me acompaña algún gorila. Ayer cuando vino Prince, le mordí el brazo y me propinó una bofetada en la mejilla derecha, me duele bastante la mejilla y el ojo, creo que lo tengo morado. De mi bolsa de pertenencias no la he visto desde que me subí al coche y la necesito, llevo una foto de mi padre y le extraño muchísimo.

"He tu" Dice una voz abriendo de golpe la habitación.

Me pongo de pie con la sábana pegada a mi cuerpo.

"Ponte algo que nos vamos" Me dice frunciendo el ceño hacía mi dirección.

"No... no tengo pantalones" Le digo agachando la cabeza.

"Ella puede ir como quiera" Dice Prince entrando a la habitación, se aproxima a mi y se pone a mi lado. "Menos desnuda, no quiero compartirte con nadie" Dice oliendo mi pelo. "La bolsa que traías esta en el almacén, Don fue al almacén a ver si todavía estaba y si, no traías una bomba en ella" Me dice mirándome a los ojos a la vez que riéndose y levantándome la cara con su mano callosa.

"Esperaré en el coche señor" Dice el hombre que anteriormente a entrado.

"Bueno preciosa, nos vamos" Me da una cachetada en el culo y me coge del brazo arrastrándome para que salga de la habitación.

"Me haces daño" Le digo forcejeando mi brazo bajo su agarre y a la vez cogiendo con fuerza la sabana para que no se caiga.

"Espabila" Me dice forzando más su agarre en mi brazo y yendo más rápido dirección al coche.

Lo poco que puedo ver desde la habitación hacia el coche, solo al salir de la habitación veo un pasillo de color gris, a medida que avanzo la casa se va haciendo más pequeña y observo que casi no hay ningún mueble.

B L A K EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora